Guido Kaczka habló sobre los rumores de enfrentamiento con Marcelo Tinelli: “Me esfuerzo mucho por convivir”
El conductor, en diálogo con LA NACION, se refirió a los cambios de horario en eltrece y si eso le generó un malestar; además contó cómo es su vida en familia y cómo se prepara para el estreno de Los 8 escalones del millón
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No se siente un comodín y, sin embargo, en eltrece mueven sus programas estratégicamente como si fueran piezas de ajedrez. “Es verdad que cambian los horarios, pero no lo vivo mal como, quizá, puedan pensar del otro lado de la pantalla. Soy socio de la productora y continuamente armo propuestas, algunas encajan y otras no”, asegura Guido Kaczka, que seis años después vuelve con una nueva versión de un ciclo que le dio muchas satisfacciones y ahora le suma un fuerte atractivo económico: Los 8 escalones del millón, a partir del hoy (lunes 26), a las 21. “No tengo nada para decir sobre las decisiones de un canal en el que crecí”, se sincera el conductor con LA NACION.
-¿No te sentís un comodín al que adaptan a conveniencia?
-(Risas). Estoy muy contento con esta versión distinta de Los 8 escalones, que se armó pensando en que salga sí o sí un premio grande de un millón de pesos. En general, es un premio por el que hay que esperar tres, cuatro meses y en este caso vamos a entregar un millón todos los días. En estos años seguimos trabajando en la productora sobre este formato porque nos gusta y funciona. El jurado no va a competir con los participantes sino que van a hacer preguntas específicas en la final. Son ocho participantes por día y van perdiendo uno por escalón; dos llegan a la final y el que gana tiene también la chance de volver al otro día. Si a alguien le fuera bien todo el mes, se lleva 22 millones.
-Carmen Barbieri, Nicole Neumann, Gino Tubaro, Diego Leuco y Martín Liberman son los nuevos jurados. ¿Creés que vas a extrañar a Gerardo Sofovich, Iván de Pineda y Teté Coustarot?
-Si estuviera Gerardo hubiera participado en esta versión nueva y sería lindo que hubieran podido estar Iván y Teté, pero tienen programas en otros canales. En Los 8 escalones del millón los jurados no compiten con los participantes sino que son una especie de mesa examinadora que preguntan sobre su tema: por ejemplo, Carmen sobre espectáculos, Nicole sobre moda y también quiso sobre alimentación y medio ambiente, Liberman sobre deportes, Tubaro sobre tecnología y ciencia, y Diego Leuco sobre política y actualidad.
-Sos un gran remador, te adaptás a horarios diferentes, a programas distintos y hasta te partieron Bienvenidos a bordo en dos ediciones, ¿de verdad no te enojan tantos cambios?
-No. Me gusta trabajar mucho, propongo mucho también porque soy socio de la productora (KZO) con Martín Kweller y siempre aparecen cosas. Es verdad que cambian los horarios, pero no lo vivo mal como quizá pueden pensar del otro lado de la pantalla. Continuamente armo propuestas, algunas encajan y otras no, y después están las decisiones del canal, pero no tengo nada para decir de eltrece porque trabajo hace muchos años y crecí en este canal como productor y conductor. No tengo esa cuestión de: “Uy, vas para un lado o para el otro”. Además tengo claro que algunos programas funcionan y otros se quedan por el camino. No me enojo para nada, lo vivo bien.
-En un momento se dijo que estabas enfrentado con Marcelo Tinelli por el prime time, ¿qué hay de cierto?
-En su momento se habló. Es raro de contestar esto porque claro que me gusta más un horario que otro y el de las 21 me encanta porque es familiar, me siento cómodo por el estilo de programa que armamos. Pero de ahí a valorar tanto un horario por encima de otro, no me ocurre. No lo vivo como un enfrentamiento aunque puedo entender que sea atractivo hablar de eso. Hay que entender que algunos ciclos gustan y otros no, y el canal va eligiendo y cambiando. Me dedico más a producir y a pensar que a refunfuñar porque en definitiva si el programa funciona, sigue. Por ahora vamos a estar con Bienvenidos a bordo, a las 18.30, y Los 8 escalones del millón, a las 21.
-Hacés un ciclo de radio todas las mañanas en La 100, No está todo dicho, tenés dos programas en pantalla, más la productora y además llegás a tu casa y tenés cuatro hijos. ¿En algún momento descansás?
-Sí, claro. No me levanto tan temprano para ir a la radio. Después hago un poco de oficina, grabo los programas y vuelvo a casa. Lo tengo más organizado de lo que parece. Entiendo que me vean tanto en tele y crean que estoy todo el día trabajando, pero no es así.
-¿Cómo se acomodaron en tu casa con la llegada de Eliseo hace poco más de un mes? (Guido es papá de Romeo, Benjamín, Helena y Eliseo).
-Soy un agradecido. Sé que suena que lo digo para la tribuna, pero hago lo que me gusta y me coincide el hobby con el trabajo. Las cosas funcionan y yo vivo en un estudio desde muy chico. En casa me sucede lo mismo que en el trabajo: me gusta la familia numerosa. Claro que se arman líos en casa y que cuando almorzamos es como un cumpleaños, pero me gusta. Los hermanos están contentos, se puso bien numerosa la familia. No es un mundo ideal, como tampoco lo es en el trabajo aunque está bastante cerca de lo óptimo. Todo viene con algo y con la tele me pasa lo mismo: trabajo mucho, pero también disfruto mucho y se nota. La vida se me dio así y fluye, le pongo esfuerzo y hay algo de suerte también. Es como ir sobre una ola con una tabla de surf: no pudo decidir cómo va a ir la ola, pero puedo surfear lo mejor posible y le pongo mucho empeño. La ola en la que estoy no es perfecta, para nada, pero le pongo garra y no me quedo paradito y que me lleve. Le pongo pierna al asunto.
-Con tantas actividades, ¿de qué manera te desenchufás?
-Los fines de semana descanso, veo a mi vieja, mis suegros, como cualquier familia. Me puedo relajar.
-¿Cómo viviste los primeros tiempos de la pandemia? Fuiste uno de los pocos que nunca dejó de trabajar.
-Cuando esto sucedió teníamos grabadas dos semanas porque de alguna manera nos habíamos adelantado. Tratamos de adaptarnos, nos cuidamos, pero pasó. No hay fórmula perfecta para cuidarse, más allá de cumplir los protocolos. KZO tiene buenos estudios, muy grandes y eso ayudó mucho y nos adaptamos bien, con sus más y sus menos.
-¿Cómo pasaste esos días con Covid-19?
-No la pasé mal, no fue tremendo. Incluso seguí grabando el programa desde mi casa porque había que completar algunas partes. Yo estaba en Cardales y desde allá, viendo los monitores por el celular y el iPad, grababa con los participantes: en ese momento era lo de los taxistas y quería seguir haciéndolo. Ahora ya estoy vacunado.
-¿Te reconocés adicto al trabajo?
-Puede ser que alguien piense que soy adicto al trabajo, pero yo lo disfruto. También pienso que la vida es muy equilibrada y no se si existe no tener ningún tipo de adicciones, así que mientras sea el trabajo no está mal (risas).
-¿Y cuán pendiente estás del rating?
-El rating no es una presión. La idea es que la cosa ande bien. El número es muy contextual, a veces están bien y pasan a estar mal. No tiene sentido hablar de números porque depende si hay partidos, por ejemplo. Todos sentimos cuándo algo anda bien o no funciona y vamos a buscar que funcione.
-Vas a competir con Doctor Milagro que funciona bien en Telefe, ¿te gustan las novelas turcas?
-Prefiero novelas argentinas porque es trabajo para los compañeros, pero hay novelas turcas que están buenas, con conflictos entretenidos. Los turcos también quieren vender sus novelas y ojalá nosotros pronto podamos venderles las nuestras a Turquía.
-Durante muchos años trabajaste como actor, ¿te gustaría volver a hacer ficciones?
-Me gusta mi trabajo como productor y conductor. Sé que todos recuerdan que hice trabajos como actor de chico, pero yo recuerdo particularmente un programa que hice con Juan Carlos Mareco, se llamaba Homenaje, iba los sábados a la noche y yo lo acompañaba, con seis años y vestido de frac y me gustaba mucho. Siempre me atrajo la conducción, pero era chico y salían más trabajos como actor. Gustavo Yankelevich siempre se acordaba de ese programa y por eso me llevó a Telefe, aunque antes estuve en Polémica en el bar.
-Insisto una vez más, ¿te sentís el caballito de batalla de eltrece? Sos como Los Simpson en Telefe, que funcionan en cualquier horario...
-Me esfuerzo mucho por convivir. Una cosa es que prefieras algo y otra que te enojés con el mundo porque las cosas no son como querés. Por supuesto que tengo mis preferencias de horario, pero tengo que convivir y no por una cuestión moralista sino porque es la única forma conveniente para todos. Cuando veo esas peleas, digo: “Paremos un poco”. A veces yo mismo me tengo que poner un freno y sino me lo dice mi socio. Claro que tengo preferencias, pero no hay que engancharse. No estamos solos y si desaparecen todos, lo que hacemos no sirve de nada y entonces qué sentido tendría. Estoy contento con tener de nuevo el horario de las 21, por supuesto. Durante dos años hicimos el prime time con Bienvenidos a bordo y veníamos de otro programa en ese mismo horario. Pasan los años, seguimos y estoy agradecido. Además soy de calendario largo y no de temporada, tiro de enero a enero.
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