Las escenas que nos hicieron adictos a estas tres series

Un buen guion se descubre desde el principio: la primera escena quizás sea lo más difícil de conseguir, pero si no es lo suficientemente atrapante, la serie muy probablemente no lo será. Repasamos acá cómo fueron los comienzos de tres de las series más adictivas de la historia reciente para comprobarlo. Y sin dudas, sus autores han sabido capturar nuestra atención.

Lost

Tan icónica que ha sido emulada al infinito, al punto que incluso los que no vieron ni se fanatizaron con la serie, la conocen. La primera toma muestra un ojo abriéndose de golpe. Luego sabremos que es Jack Shephard, el héroe de la historia, despertando en medio de una isla desierta, desesperado y aún golpeado por el accidente aéreo que lo llevó hasta ahí. Pero cuando Lost empezó, y nadie aún sabía lo que vendría, ese solo gesto atrapó a la audiencia. Ojos que se abren en la isla misteriosa mientras la realidad sigue por un camino paralelo y muy, muy lejano. Sin dudas, una apertura muy a la altura del thriller que atrapó a millones de espectadores durante seis temporadas.

House of cards

Si algo tiene de atrapante Frank Underwood es que no nos oculta su moral. La primera escena del primer capítulo de la serie lo pinta de cuerpo entero: el político estadounidense escucha un accidente, sale a ver que pasó y se encuentra con el perro de sus vecinos malherido. Sabe que no va a sobrevivir. Envía a su acompañante a dar aviso a la familia y una vez solo, sin testigos y con sus propias manos, le quiebra el cuello al animal, terminando así con su agonía, mientras ensaya una teoría sobre los distintos tipos de dolor que marca su idiosincrasia y que nos prepara, sin dudas, para lo que vendrá. Con el asesinato de ese perro, Frank parece advertirnos: no digan que no les avisé.

Breaking Bad

Es considerada una de las mejores series de la historia. Un excelente guión a lo largo de las cinco temporadas que estuvo al aire respaldan esta calificación y su primera escena tuvo todos los condimentos para obsesionar al espectador: un hombre huye por el desierto, desnudo, con una máscara antigas, escapando de la ley, manejando un camión. Choca. Suenan sirenas y el tiempo apremia. Hay una cámara… se graba, es un mensaje para su familia. Una despedida. Corte a negro. Y sí, todos queremos ver más.