Coronavirus: el nuevo protocolo establece que los artistas deberán estar a 1,5 de distancia en escena, a menos que convivan

Hace algunas semanas, los directivos de la Asociación Argentina de Empresarios Teatrales (AADET), se reunieron con el ministro de Salud Ginés González Garcíacon el fin de avanzar en la elaboración de un protocolo para la vuelta a la actividad de las salas, tanto para espectáculos escénicos como musicales. En esa oportunidad ambas partes decidieron armar una mesa de trabajo en conjunto.

A 20 días de aquella primera reunión AADET dio a conocer un protocolo que elaboró conjuntamente con profesionales del equipo de infectólogos de la Fundación Huésped, coordinados por la doctora Florencia Cahn, "con el objetivo de generar recomendaciones para el retorno a las actividades comprendidas" por la asociación. De todos modos, el documento advierte que lo propuesto queda sujeto a posibles actualizaciones en virtud al dinamismo que plantea la situación epidemiológica general. A partir de ahora el Ministerio de Salud de la Nación será quien regule e implemente en cada provincia según las condiciones más favorables desde el punto de vista sanitario. Mientras tanto, hoy a la tarde, la entidad mantendrá una reunión con el ministro de Cultura de la Ciudad, Enrique Avogadro, para avanzar sobre el tema.

Las pautas previstas, que establecen un cronograma para el reinicio de actividades y la reapertura de las salas según las regulaciones dispuestas por el Ministerio de Salud de la Nación y por las jurisdicciones locales, consta de tres etapas. El inicio de la actividad será gradual con el objetivo de generar confianza en el público. "Se podrá optar por: actividades sin público, con público al aire libre o en espacios cerrados con restricciones de aforo, siempre con los cuidados acordes a cada formato, para llegar a una última etapa, ‘nueva normalidad’, en la que no habrá restricciones de aforo pero se mantendrán los cuidados sanitarios", explica el documento.

La primera fase es la que en algunas localidades del interior ya se están implementando y que permite que los gestores de los espacios pueden entrar a las salas tanto para realizar tareas de limpieza como para realizar grabaciones para subir a la red. La segunda fase será con el 50 por ciento de la capacidad de la sala y, luego, con el 75 por ciento. La tercera será con aforo completo. Ninguna de las etapas tiene fechas establecidas y siempre dependerán de cada región (claramente, el AMBA es la región con mayores dificultades por la cantidad contagios existentes).

Todo el proceso está atravesado por ciertas normas básicas, como la de promover el teletrabajo y el armado de equipos mínimos para ensayos, realizar funciones que mantengan siempre el distanciamiento social y el uso de tapabocas, la elaboración de una lista con los nombres y datos de contacto de todos los trabajadores participantes después de cada función, ensayo o grabación. También se alentará a la realización de trabajos de preproducción a partir del mediodía para evitar el traslado en las horas pico, incrementar la frecuencia de limpieza de los espacios, evitar las comidas colectivas, identificar los corredores de circulación para favorecer el distanciamiento tanto entre público como artistas y técnicos, proveer elementos de higiene y prevención de contagio, respetar la distancia mínima de 1,5 metros entre el frente del escenario y la primera fila de butacas y, en el caso de realizar más de una función, procurar la limpieza de la sala y su ventilación entre una y otra.

Sobre las salas

En lo que hace a las salas y su aforo la forma de limitar la capacidad dependerá del espacio, tenga o no butacas. En las que tienen butacas, por ejemplo cuando se avance al 50 por ciento de ocupación no debe haber dos personas sentadas una al lado de la otra ni tampoco adelante o atrás. O en las salas sin butacas se deberá respetar el distanciamiento social lo cual implicará incrementar el personal de seguridad-control.

Sobre los artistas

En lo que se refiere a los artistas, se deberá establecer un sistema de reemplazos en el caso de que alguno del equipo presente síntomas de coronavirus. Además, todos deberán ser controlados preventivamente (medición de temperatura y declaración jurada) antes del ingreso.

Los camarines podrán ser compartidos por los artistas siempre que se respete la distancia mínima establecida o ampliando el horario de citación previa a cada función o concierto, para establecer turnos. Se permitirá una persona cada 2,25 metros cuadrados y todos los que estén en los camarines deberán usar tapabocas. En el escenario, los intérpretes usarán tapabocas hasta el momento previo de ingresar a escena. Los únicos artistas que podrán acercarse a menos de 1,5 metros son los convivientes.

La cantidad de personas en escena dependerá de la dimensión del escenario, en base siempre al distanciamiento físico establecido. Para las escenas que requieran mayor cercanía el protocolo establece que podrá utilizarse la máscara facial, a menos que sean cruces que impliquen momentos casuales de corta duración, donde no se requeriría su uso. Si hay manipulación de objetos, deberá usarse alcohol en gel y cuando los actores o actrices deban realizar un cambio de vestuario, deberán utilizar gabinetes individuales.Los únicos artistas que podrán acercarse a menos de 1,5 metros son los convivientes.

Sobre el público

Al momento de la compra una entrada de manera online, el espectador deberá completar una declaración jurada en la que se compromete a no asistir en caso de sospecha/diagnóstico de Covid-19, y esa declaración jurada la deberá presentar al ingresar a la sala. El protocolo elaborada por AADET junto a la Fundación Huésped establece que el programa de mano podría enviarse digitalmente en el momento de la compra de la entrada. Como sucede al subir a un avión, el ingreso a la sala será según la ubicación de las butacas.

La nueva normalidad para el territorio de la ficción tiene mucho de una nueva ficción. Las medidas propuestas para espectáculos musicales y escénicos locales, cuya efectiva implementación queda a criterio y evaluación de los integrantes de la cámara, es similar a las que ya se están aplicando en distintos escenarios europeos que están en proceso de volver a la actividad. De hecho, el protocolo local es semejante al que acaba de anunciarse para los Teatros del Canal, el primero en España en subir el telón tras el estado de alarma decretado por la pandemia.

En este delicado y complejo proceso hay otro escenario a tener en cuenta: el de generar confianza en el público para que vuelva a concurrir a las salas. "Hay que pensar que si el protocolo sanitario es excesivo, generaría un mensaje contradictorio con la idea de que se trata de una reapertura segura, amable hacia el público", advertía Sebastián Blutrach, número dos del Teatro Nacional Cervantes y dueño del teatro El Picadero, una de las tantas salas agrupadas en Aadet.

Un estudio estadístico del mes pasado indicaba que en los Estados Unidos la gran mayoría optará por esperar entre tres y seis meses antes de volver a asistir a ver una obra teatral. Una nueva encuesta de Statista Survey amplió su análisis a otros dos países europeos: Reino Unido y Alemania. En la comparativa entre diversas actividades, el 29 por ciento intentará no ir a la peluquería frente al 55 por ciento que evitará ir a ver espectáculos teatrales.

En medio de este panorama, mañana a la mañana se inaugurará la marquesina del Multiteatro Comafi. Apenas comenzó la cuarentena, Carlos Rottemberg, dueño de la sala, colocó un gran cartel que dice: "Bajemos el telón para cuidarnos. Habrá tiempo para volver al teatro"; ahora ese texto sufrirá una modificación, y se le agregará una franja roja augura "¡Falta menos...!".