Polémicas, aciertos y monedazos: un repaso por los shows más emblemáticos de bandas argentinas abriendo para figuras internacionales
Las bandas soportes, qué tema. A veces son un engorro; otras veces, un complemento. Ser telonero es un oficio (no es fácil entretener a miles de personas que no van a verte a vos) que se gana con el tiempo. Depende mucho del ojo del productor, la compatibilidad de estilos y del público que vayan a enfrentar. Se pueden ignorar (basta con entrar más tarde) o acomodar la agenda para llegar especialmente a verlas. Hay aciertos (como la vez que Riff abrió para AC/DC o Hermética para Black Sabbath), hay traspiés (¿Qué tiene que ver Spinetta con Rod Stewart? ¿Y Flema con Offspring?) y todo puede influir en el balance general de la noche. O, peor aún, en el ánimo y la predisposición del artista principal (remember Cobain en Vélez).
A continuación, un repaso de 10 casos emblemáticos:
ZAS — Queen (Vélez, 1981)
¿Cuántos grupos tocan en el José Amalfitani apenas un año después de haberse formado? Así de extraño fue el debut del grupo de Miguel Mateos en un estadio, teloneando tres noches a Queen —nada más y nada menos— cuando todavía no tenían ni medio disco editado. Siempre recuerdan el empujoncito que les dio Juan Alberto Badía —conductor del evento— para que salieran al escenario, del miedo que tenían. Yapa: esa noche, Diego Maradona subió para presentar "Otro muerde el polvo" (sic).
Don Cornelio y la Zona — Iggy Pop (Obras, 1988)
El debut de la Iguana por estas tierras anticipó el final de la primera banda de Palo Pandolfo, que venía de publicar el corrosivo Patria o muerte ese mismo año y se separaría al siguiente, en el ocaso alfonsinista. Ah: el recital de Iggy no lo pudieron ver porque esa noche tenían otro show en un boliche de City Bell. Y bué.
Luis Alberto Spinetta — Rod Stewart (River, 1989)
Insólito: solito con su guitarra acústica, el Flaco hizo seis temas antes de que subiera el ex Faces y se la pasó esquivando monedazos del público. "Chicos, junten monedas que viene la inflación, ¿eh?", se atajó... y acertó con el pronóstico. Eligió varios temas de —paradójicamente— Téster de violencia, un poco de La la la, algo de Kamikaze y un cierre con "Muchacha (ojos de papel)".
Virus — David Bowie (River, 1990)
La llegada del Duque Blanco coincidió con la despedida de Virus, que atravesaban un destino incierto tras la pérdida de su cantante, Federico Moura, en diciembre de 1988. Ese concierto soporte, con su hermano Marcelo en la voz, sería el último con la formación clásica, antes de entrar en un impasse que los mantuvo cuatro años lejos de los escenarios. Otra curiosidad: esa noche se bajó Technotronic.
Los Brujos — Nirvana (Vélez, 1992)
La frialdad de Kurt Cobain con el público argentino (que maltrató a sus teloneras Calamity) hizo que "Smells Like Teen Spirit" no sonara en el setlist —amagó varias veces con la intro— y la previa de Los Brujos se agigantara aún más en la memoria, gracias a su despliegue escénico (tenían un muñeco gigante llamado Psicodelio), su desparpajo y su energía. El mito de que el riff de "Very Ape" (In Utero) se inspiró en el de "Kanishka" nació ahí.
Hermética — Black Sabbath (Obras, 1992)
Combo ideal: la banda más importante del metal argentino como tentempié de la banda creadora del género. Hicieron siete temas, incluyendo "Gil trabajador", "Deja de robar" y "Tú eres su seguridad", en dos noches consecutivas de julio. "Es un orgullo para Hermética poder compartir escenario con unos monstruos como Black Sabbath porque crecimos escuchándolos, tanto yo como mis compañeros", agradeció Ricardo Iorio. Unos meses después, harían lo mismo —y en el mismo lugar— con Motörhead.
Riff — AC /DC (River Plate, 1996)
Otra mezcla perfecta, como la Coca-cola y el fernet. En una de sus vueltas, Pappo y compañía se dieron el gusto de abrir para el grupo que más los influyó en su sonido (basta con nombrar el tema "Riff Raff") y complacer a toda una nueva generación de fans que no había podido verlos en los 80. De ahí que hayan desempolvado himnos como "Ruedas de metal", "Mucho por hacer" y "Susy Cadillac". Cumbre hard-rockera en el Monumental.
V8 — Kiss (River, 1997)
El regreso de los Kiss originales (volvían Ace Frehley y Peter Criss) incitó a una reunión de V8 con su formación (casi) completa. Sin Ricardo Iorio, Beto Zamarbide, Osvaldo Civile, Gustavo Rowek y Miguel Roldán (como bajista suplente) se volvieron a juntar para seguir luchando por el metal, alimentando la polémica de siempre por no contar con su miembro principal entre las filas. Un reencuentro fugaz entre los sets de Malón y Pantera. Cerraron con "Destrucción", claro.
Flema — The Offspring (Autopista Center, 1997)
Un pie en California y el otro en Gerli; la banda más comercial del punk de los 90 junto a la más bardera del punk local ("No seríamos sinceros si ensayáramos", se jactaba Ricky Espinosa en aquellos años). La fecha fue el 9 de agosto de 1997, hubo unas 3.000 personas y, en primera instancia, se iba a hacer en el estadio cubierto de Vélez, pero se pasó el día anterior. Al año siguiente, tocarían con Green Day (Parque Sarmiento) y Marky Ramone (Cemento) para redondear una seguidilla envidiable.
León Gieco — Bob Dylan (Vélez, 2008)
Nuestro Dylan se cruzó con el orishinal en un marco soñado y dio un show emotivo, con Charly García y Gustavo Santaolalla como invitados. "Cinco siglos igual", "La memoria", "Pensar en nada" y "El fantasma de Canterville" fueron algunos de los momentos más fuertes. "Todo por Bobby", dijo Charly. Y sí.
Por Nicolás Igarzábal
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