La provocadora que descubrió cómo hacer que los videoclips vuelvan a ser cool; una nueva entrega de nuestro Especial Hot de noviembre
“Mi arte esta en la cresta de la ola”, dice Diane Martel. No es un chiste: es la directora de dos de los videos más hiteros y controversiales del 2013, “We Can’t Stop” de Miley Cyrus y “Blurred Lines” de Robin Thicke, además de la performance de los VMAs que le mostró a Estados Unidos cómo se baila sucio. “Tengo que admitir que me gusta provocar”, dice Martel. “Así es el punk, el rock, el hip-hop. Es apasionado. No estamos haciendo publicidades farmacéuticas.”
Martel dirige videos desde comienzos de los años 90 y trabajó con todo el mundo, desde Mariah Carey hasta Method Man. Nieta del legendario productor de teatro Joseph Papp (fundador del Teatro Público de Nueva York, donde nació Hair), abandonó el secundario y empezó a frecuentar la escena del downtown de Nueva York, haciendo performances "alocadas, punk". "Tomé mucho ácido", dice. "Fui a ver a todas las bandas que había." Después de todos estos años, todavía es una renegada. "Diane es como una chica de 17 años que no quiere crecer", dice Pharrell Williams, coestrella de "Blurred Lines". "Su creatividad sigue evolucionando."
Por Alex Morris
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