Volver a los 60: cómo es el musical de Tango Feroz
Los protagonistas de la obra hablaron con LA NACION sobre la adaptación del film estrenado hace 20 años; mirá el video del backstage
Faltan quince minutos para que empiece la función y en los pasillos del teatro Tabarís comienza a respirarse una extraña sensación a década del 60. Pantalones oxford, camisas abiertas con estampado vintage y largas cabelleras dan cuenta de esa época, aunque las conversaciones que se escuchan remiten a la actualidad. Sólo una persona representa en su totalidad a aquella época de dictadura y rock: Fernando Dente, que ya se pasea por los camarines piropeando a sus compañeras desde su rol de Tanguito.
Hasta hace tres meses, Dente apenas había visto alguna escena de Tango Feroz, el emblemático film de Marcelo Piñeyro, que se sumerge a fines de los años 60 para contar el clima social y político represivo previo a la instauración de la dictadura más cruel del país a través de la figura de José Alberto Iglesias, alias "Tanguito".
Pero desde que le llegó la propuesta de interpretarlo, a Dente le cuesta separarse de su personaje. Sobre el escenario, queda poco del joven que ganó High School Musical, la selección en 2007. Con una peluca, una voz y una actitud que buscan imitar a uno de los pioneros del rock nacional, el actor desaparece y da lugar a la versión que él y el director, Ariel del Mastro, imaginaron de Tanguito.
"Hicimos mucho hincapié en que Tango contara esa manera de vivir artística, de otra sensibilidad, con un compromiso mucho más profundo y sincero, e indestructible. Tango tenía ese deseo indestructible. Por eso es una tragedia. Él tuvo el final que tuvo por ser fiel a sí mismo", dijo, sobre el músico que encontró la muerte a los 26 años, y de una manera misteriosa.
La mayoría del elenco (que además integran Florencia Otero, Federico Salles, Germán Tripel, Eliseo Barrionuevo, Mariu Fernández, Sofía González Gil, Federico Llambi y Tony Lestingi) tenía vagos recuerdos de la versión cinematográfica de Tango Feroz, estrenada en 1993. Por eso, para viajar cuatro décadas hacia atrás, cada uno tuvo su propia estrategia, aunque todos comenzaron por el mismo camino: leyendo el libro Tanguito, la verdadera historia , de Víctor Pintos, y mirando una vez más el film.
"Es muy complejo porque si bien es una leyenda popular, no hay -o no encontré- material visual de Tanguito. Encontré fotos o audios, pero no lo veo moviéndose", recuerda Dente sobre su búsqueda, cuyo resultado comenzó a verse el 9 de enero último, cuando estrenó la obra.
Florencia Otero y su marido, Germán Tripel, que interpretan al amor de Tanguito –Mariana- y a un amigo - Willy-, tuvieron su propio método para trasladarse a aquella época en que la música representaba libertad pero el ambiente irradiaba represión.
"Nos contactamos con gente que vivió esa época. Gente que rodeó La Perla, La Cueva, El Moderno, que nos contaban las historias, las formas, la palabras que usaban... Así empezamos a formar esta modernidad sesentosa", cuenta el ex Mambrú.
Federico Salles, que trabajó con Dente, Otero y Del Mastro en Despertar de Primavera, encontró en este musical un desafío. Él representa a dos personajes, Pedro y Ángel, el mejor amigo de Tanguito de toda su vida y durante su tiempo en prisión, respectivamente. "Me preparé interesándome por la época, por la música, escuchando a Spinetta, por ejemplo", dice el artista desde su camarín, decorado con muy pocas cosas, entre ellas, una foto del Flaco.
Las presiones
En tiempos en que la política y los artistas conviven en una relación mediática, Tango Feroz logra retratar un clima político de otra época, en la que el arte era el único medio de expresión. En ese sentido, Tripel opina que la mejor manera de expresar las opiniones en la actualidad es a través de los proyectos elegidos en lugar de elocuentes declaraciones.
"Nosotros decidimos contar esto porque hubo algo en el pasado que uno no vivió, pero que sí lo vivieron mi papá, mi tío, mi abuelo, y yo no puedo estar ajeno a eso. Me parece que lo que decido yo es someterme a contar esta historia. Quizás no voy a la tele a decir qué pienso, decido contarlo con mi cuerpo y con mi voz en esta obra tan linda", sentencia.
Para Dente, en cambio, Tango Feroz es una obra con contenido social, centrada en un grupo apolítico. "No sé si es una obra política. Es universal. Habla de una sociedad, más que de un partido político. Tango no se siente representado por ninguna institución, por ninguna bandera política; todo lo contrario, desconfía y descree de todo eso porque tenía una intuición de artista de mucha sensibilidad de que algo iba a pasar".
Sin embargo, la responsabilidad que implica contar un momento difícil del país cede cuando piensan en otra fuente de presión: la comparación. Tango Feroz se convirtió en un clásico del cine nacional. Es un producto argentino de pura cepa. Sus canciones, su historia, sus personajes… Y a esto se suma las aplaudidas actuaciones del elenco de la película.
Por eso, para los actores de su versión teatral fue muy importante la opinión de Piñeyro y de los protagonistas del film, Fernán Mirás y Cecilia Dopazo, quienes vieron la obra dos semanas antes del estreno y les dieron una devolución muy positiva.
"Me dieron como una carga de confianza. Es una gran responsabilidad para mí estar encarnando un personaje interpretado tan bien por otro actor", confiesa Dente.
"Amor de primavera", en el film
El desnudo
De ese encuentro entre Piñeyro y el elenco resultó clave la aceptación del director de la película sobre la versión de Del Mastro quien, para la adaptación, decidió tomarse algunas licencias. Entre ellas, agregó algunas canciones, puso más énfasis sobre la personalidad de ciertos personajes, como el de Mariana, y decidió eliminar la escena de sexo entre la pareja protagonista, aunque sí mantuvo el desnudo de ellos dos.
"No me costó decidir hacerlo [el desnudo]. Estoy orgulloso de mí mismo porque pensé que me iba a dar mucho pudor y la verdad que no. Pasan tantas cosas en la obra y está tan al principio, que ni me doy cuenta. Creo que habla de Tango el desnudo en la historia", dice Dente.
En el camarín de Tripel-Otero, es él quien saca el tema. "Me gusta mucho que mi mujer haya decidido mostrarse como Dios la trajo al mundo porque muestra a una mujer con ovarios, que está comprometida", expresa el cantante.
Otero cuenta que lo consultó con su marido antes de decidir aceptar el desnudo, por tratarse de un momento íntimo que iba a ser compartido. "Hay que pensar en pos de qué se hace. Y con el concepto que yo lo pienso y el director lo piensa, es un acto de amor. Ni siquiera terminan de consumar nada. Es un acto de libertad, de dos almas", agrega.
Sólo faltan cinco minutos para que salgan a escena. La gente ya está sentada del otro lado del telón. Llegó el momento para que el elenco y la banda se junten en el camarín más alejado de la planta baja. Cierran la puerta, para encontrar intimidad, y comienza una llamativa y potente "ronda de energía" (ver video) que los traslada a un pasado que hay que tener presente. Ya están listos para salir a rockear.