En Carolina del Norte: la ciudad que se ve afectada por el cambio en las tarifas del agua

El Concejo Municipal de Asheville, Carolina del Norte, va a debatir en abril sobre una nueva suba en las tarifas del agua, en lo que será el segundo año de un plan de ajustes destinado a financiar un programa de infraestructura y corregir las desigualdades en la estructura de pago. Según estudios recientes, los clientes residenciales estuvieron subsidiando a los usuarios comerciales e industriales, lo que llevó a una revisión de los aranceles.

De acuerdo a Citizen Times, esta modificación forma parte de una estrategia de implementación progresiva de las nuevas tarifas. Además, en una presentación realizada el 11 de marzo, el personal de la ciudad confirmó que no se prevén aumentos en otras tasas importantes como las de aguas pluviales, la recolección de residuos y el estacionamiento.

Asheville atraviesa un momento económico complicado

La ciudad de Asheville se enfrenta a una temporada presupuestaria particularmente complicada, en gran medida debido a los efectos negativos que provocó el huracán Helene. La incertidumbre sobre las proyecciones de ingresos es alta, y los primeros cálculos sugieren una caída en los recursos disponibles para el año fiscal de 2026.

Tony McDowell, director de finanzas de la ciudad, señaló que se espera una reducción en los ingresos del fondo general de entre US$1 y US$4 millones, con impacto en los impuestos sobre las ventas y la propiedad, que constituyen las principales fuentes de financiamiento municipal. Además, los gastos incrementarían en US$4,1 millones, impulsados por costos inevitables como la cobertura de salud de los empleados y el sistema de jubilación estatal.

Para mitigar estos problemas, se diseñó un plan de ahorro que permitiría reducir los gastos en US$4,5 millones. Esta estrategia prioriza el uso de otras fuentes de financiamiento, como los US$80 millones que fueron recientemente aprobados en los bonos de obligación general, los fondos federales para la recuperación de desastres y reembolsos de FEMA.

Los aumentos tarifarios propuestos en Asheville

El ajuste tarifario es fundamental para poder financiar un programa de inversión de cinco años valuado en US$239 millones, cifra que fue calculada antes del impacto de Helene. Entre las obras que se incluyen en el plan se destacan el reemplazo de medidores en toda la ciudad y la modernización de la planta de tratamiento de agua.

En el año 2024, el Concejo aprobó el primer tramo del ajuste, que entró en vigor el 1 de julio de ese mismo año. Ahora, el proyecto prevé un aumento del 7,5% para clientes residenciales y comerciales, mientras que el sector manufacturero enfrentaría un incremento del 14,1%. Para los usuarios mayoristas, que incluyen a entidades como Woodfin Water & Sewerage, el ajuste sería del 32,2%, el más alto dentro de esta nueva estructura.

El impacto del huracán Helene sobre el sistema de agua de Asheville fue devastador. Luego de este evento climático, muchos de los residentes estuvieron hasta siete semanas sin poder tener acceso a agua potable debido a los daños en el embalse de Burnett y en las tuberías principales. Esta situación puso en evidencia la necesidad de la ciudad para mejorar la infraestructura y así poder garantizar el correcto funcionamiento del sistema.

Las autoridades locales van a definir el rumbo de estas modificaciones, que buscan equilibrar las tarifas y asegurar las inversiones en la red de agua de Asheville, en una votación que ya está programada para el próximo 8 de abril.

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