Compraron un colectivo escolar por 7000 dólares y lo convirtieron en la casa de sus sueños

Dos aventureros hicieron realidad su sueño de tener una casa rodante que les permitiera vivir cómodamente mientras viajaban, para esto convirtieron un autobús escolar en su nuevo hogar. Tras unos meses de trabajar en las modificaciones necesarias de la estructura, ahora el vehículo tiene un ambiente acogedor, dormitorio, baño, cocina e incluso el techo se puede utilizar como una terraza para disfrutar de las vistas.

Recientemente, Tanya Nestoruk y Arya Touserkani publicaron un video en su cuenta de Instagram @the.queen.beep, donde mostraron la increíble transformación del colectivo que les demoró seis meses. En entrevista con Business Insider, los entusiastas jóvenes contaron que el proyecto completo les costó unos US$40.000. Actualmente, recorren destinos de Estados Unidos, Canadá y México.

“Casi nos mata. Intentamos dejarlo, bromeábamos con prenderlo fuego. Nos quedamos sin fondos, así que buscamos otro trabajo y trabajamos en la renovación por las noches y los fines de semana”, contó la pareja en la publicación.

Todo comenzó cuando tuvieron la oportunidad de comprar un viejo autobús escolar por US$7200. A partir de ahí se dieron a la tarea de desmontar todos los elementos del interior para reciclarlos y así obtener algunos dólares a cambio. “Nuestro objetivo desde el principio era intentar reducir los residuos y reutilizar todo lo que pudiéramos, para darle una segunda vida”, explicó Nestoruk al medio referido.

Además, detallaron que usaron sitios de internet de segunda mano para encontrar todos los materiales que necesitaban para su personalización. Uno de los elementos más distintivos del diseño fue la nueva puerta delantera del vehículo, así como la instalación de un tragaluz en la parte central, que fue todo un reto de instalar.

La pareja cambió el color exterior de amarillo a un verde agua, mientras que en los interiores generaron un ambiente hogareño y cálido con texturas de madera y elementos blancos. El resultado final fue una morada rústica, pero moderna. Entre los últimos toques, la mujer puso manos a la obra para coser ella misma las cortinas que les permitieran cubrir las ventanas del autobús. Ante la complejidad del proyecto, algunos elementos, como las mesadas de la cocina o la puerta de acceso al cuarto de baño, fueron fabricadas a medida por ellos mismos.

Acostumbrados a los espacios pequeños y la libertad

Tanya Nestoruk, que trabaja como educadora ambiental, contó a Business Insider que para ella y su pareja no era extraño vivir en espacios pequeños. Previamente, ya habían residido en una camioneta. “Pero queríamos más espacio, así que esto marcó esa casilla para nosotros”, detalló.

La joven contó también que, por lo general, trabaja nueve meses al año y tiene tres meses libres, lo que le permite su estilo de vida aventurero. “Me he vuelto adicta a ese estilo de vida de trabajar duro y disfrutar duro mientras viajo”, detalló.

Cuando terminaron las labores de restauración del colectivo en noviembre de 2022, Nestoruk y Touserkani emprendieron su primer viaje en la minicasa rodante a través de la costa del Pacífico, que los llevó desde Washington, Oregon y California, para luego cruzar la frontera sur y visitar la zona de Baja California, en México.

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