La isla en el Caribe que pertenece a EE.UU. y a la que todavía no llegaron los grandes resorts

La isla de Saint Croix (Santa Cruz), en el Caribe, es un mosaico de culturas y naciones, ya que fue testigo de la historia de diversidad de países. Originalmente habitada por las tribus arawak, el territorio fue descubierto por Cristóbal Colón el 14 de noviembre de 1493, y actualmente ostenta ser uno de los lugares más vírgenes y con agricultura sustentable de óptimos resultados.

En la isla, también conocida como Sainte-Croix, en francés; y Sankt Croix, en danés, operan más de 450 pequeñas granjas que brindan toda clase de alimentos a la población, según un reporte de la publicación Travel and Leusire. La iluminación está a cargo de paneles solares instalados en grandes desarrollos turísticos, en casas y hasta en los campos. Y por respeto a la vida silvestre originaria, en la playa solo hay luces tenues, para ayudar a las nuevas crías de tortugas.

Con el paso del tiempo, y desde su descubrimiento, la isla fue colonizada por una serie de naciones, incluyendo España, Gran Bretaña, Francia, los Caballeros de Malta, Dinamarca y finalmente, los Estados Unidos, que la incorporaron como parte de las Islas Vírgenes, que forma parte de los territorios de ultramar de EE.UU. Cada uno de estos colonizadores dejó su huella en la isla, contribuyendo a su rica y diversa historia cultural.

Por qué Santa Cruz es una joya en el Caribe

Parte de los cuidados que han ayudado a que la isla sea considerada una de las menos dañadas por el turismo masivo es que no hay grandes cadenas de resorts, sino pequeños hoteles boutique que se alinean con las reglas de conservación y ecología. Además, hay pocos vuelos y viajes en cruceros. Uno de los alojamientos, por ejemplo, tiene una política sustentable en el uso de los recursos naturales y recupera el agua de la lluvia para el uso común y de los inquilinos.

¿Qué hacer en la isla de Saint Croix?

Según con el sitio oficial del paradisíaco lugar, existen más de 100 actividades que se pueden realizar en la isla, que van desde el buceo, hasta la pesca o jugar golf. Además:

• Conocer los 39 sabores de ron local
• Platillos tradicionales 100% orgánicos
• Montar a caballo por la playa
• Conocer los plantíos y las viejas fábricas de azúcar
• Visitar las granjas y campos de cultivo
• Exhibiciones de arte
• Espectáculos en vivo
• La caza del pez león
• Conocer los jardines botánicos y más.

Christiansted, actualmente es la ciudad principal. El lugar aún conserva algunos edificios de tonos claros y techos rojos, que datan del siglo XVIII. Frederiksted, la urbe gemela localizada al oeste, tiene un fuerte que alguna vez protegió a la isla de piratas. Vivir en la isla es posible, ya que cuenta con corredores inmobiliarios especializados, instituciones de préstamos hipotecarios, la posibilidad de renta a largo plazo y un abanico de arquitectos y diseñadores, detalla el portal de promoción turística del destino.

Un poco más de historia sobre Saint Croix

La historia también refiere que en el siglo XVII, la isla Santa Cruz o Saint Croix, se convirtió en un campo de batalla para los colonos holandeses e ingleses, quienes lucharon por su control. A pesar de los esfuerzos de los holandeses, finalmente abandonaron la colonia. La presencia inglesa persistió hasta agosto de 1650, cuando sus asentamientos fueron arrasados por los españoles. Sin embargo, ellos fueron desplazados por los franceses, marcando otro capítulo en la historia de Saint Croix.

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