Cómo hay que lavar las frutas y verduras para evitar enfermedades
Las técnicas de limpieza adecuadas para alimentos son esenciales para eliminar patógenos y asegurar un consumo seguro; cuál es la forma de higienizar cada vegetal
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Cuando visitamos la verdulería, la tentación de morder un tomate jugoso o una manzana roja deliciosa es comprensible, pero es crucial recordar que la piel de estas frutas y verduras puede albergar numerosos patógenos. Una vez en casa, es necesario conocer y aplicar las técnicas adecuadas para lavar estos alimentos eficazmente, para así eliminar bacterias y otros microorganismos. De esta manera, aseguramos que su consumo sea seguro y proteja nuestra salud.
Las enfermedades transmitidas por alimentos (ETA) representan un grave desafío para la salud pública mundial. Estas afecciones surgen al ingerir alimentos o agua contaminada con microorganismos, parásitos o toxinas. Para dimensionar el asunto, estadísticas del Estado argentino muestran que casi el 40% de los casos de ETA se producen en el ámbito doméstico. A nivel internacional, la Organización Mundial de la Salud señaló que uno de cada 10 habitantes se enferma anualmente por consumir alimentos contaminados.
Entre las enfermedades más comunes se encuentran la salmonelosis, la intoxicación por escherichia coli y la listeriosis. Estos patógenos suelen ser particularmente peligrosos, ya que pueden provocar desde síntomas gastrointestinales hasta condiciones severas que requieren hospitalización.
Todo esto ocurre porque los alimentos son manipulados por numerosas personas antes de llegar a nuestras mesas desde el supermercado o la verdulería. Es razonable suponer que no todas las manos que los manipularon estaban limpias, al igual que los lugares de almacenamiento donde pudieron estar, que podrían haber estado expuestos a la presencia de animales. Además, estos productos pueden acumular suciedad y restos de tierra durante su cultivo, transporte y alojamiento, lo que incrementa la necesidad de un proceso de limpieza meticuloso antes de su consumo.
En los últimos años, surgieron algunas propuestas que incluyen el uso de jabón, vinagre, jugo de limón o, incluso, limpiadores comerciales como una medida adicional para la limpieza de frutas y verduras. Sin embargo, distintos organismos gubernamentales como el Ministerio de Salud de la Ciudad de Buenos Aires, recomiendan únicamente el uso de lavandina para la desinfección de los alimentos. Y agregan, en este sentido, que solo se deben utilizar productos correctamente etiquetados para este propósito, entre los que se excluyen aquellos como la lavandina en gel, la perfumada o la que contiene desengrasantes.
Por todo esto, la correcta preparación e higienización de los alimentos son cruciales para prevenir estas enfermedades, y la actitud proactiva de los consumidores juega un papel fundamental en esta acción.
Cómo recomiendan los expertos lavar los vegetales
El Ministerio de Salud Pública de Salta difundió sugerencias específicas para la limpieza de frutas y verduras según su tipo.
Verduras de hoja o tallo (como lechuga, acelga, espinaca, perejil, apio):
- Descartar las hojas y tallos externos dañados y lavar cada hoja individualmente bajo la canilla, y escurrirlas correctamente.
- Si el lavado individual no es posible, limpiar las verduras bajo la canilla y después sumergirlas de dos a cinco minutos en una solución de tres litros de agua potable con una cucharadita de lavandina apta para alimentos. Luego, enjuagar bien y refrigerar si no se consumen inmediatamente.
- Se recomienda cortar las verduras después de desinfectarlas para minimizar la acumulación de materia orgánica en el agua y mantener la efectividad del desinfectante.
Frutas y verduras de cáscara dura (como manzana, palta, zapallo, zanahoria):
- Lavar bajo la canilla durante al menos 25 segundos, mientras se frota la cáscara con la mano o con un cepillo suave.
- Secar con una toalla de papel o un paño limpio antes de almacenarlas.
- Se sugiere pelar y cocinar estos alimentos cuando sea posible.
Verduras de cáscara blanda o sin cáscara (como frutillas, uvas, arándanos, champiñones, frambuesas):
- Si están visiblemente sucias, lavar primero bajo agua corriente.
- Sumergir de dos a cinco minutos en una solución de tres litros de agua potable y una cucharadita de lavandina apta para alimentos, seguido de un enjuague completo y escurrido del exceso de agua. Refrigerar si no se van a consumir de inmediato.
Verduras o tubérculos que se consumen cocidos (como papas, batatas, choclo, remolacha):
- Lavar bajo la canilla durante al menos 25 segundos, con la mano o con un cepillo suave.
- Secar con toalla de papel o un paño limpio.
- Para el choclo, es recomendable quitar las hojas antes de congelarlo.
Verduras crucíferas (como repollo, brócoli, coliflor):
- Eliminar las hojas externas y lavar el resto bajo la canilla, mientras se escurre bien antes de almacenar.
- El repollo debe lavarse nuevamente después de ser cortado o deshojado.
- Se aconseja el consumo de estas verduras cocidas para mayor seguridad.
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