Cuál es el secreto de la productividad (y no se trata de trabajar más), según expertos
Un cerebro descansado piensa con más claridad, gestiona mejor el estrés y potencia la creatividad
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En una era donde la hiper productividad y el estrés se han romantizado como sinónimos de éxito, expertos insisten en que la verdadera clave del rendimiento sostenible reside en mejorar la calidad del descanso.
La doctora María José García Rubio, docente de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad Internacional de Valencia (VIU), perteneciente a Planeta Formación y Universidades, enfatiza la importancia del sueño reparador frente a la cultura de la actividad ininterrumpida.
La neurociencia y la psicología han demostrado que detenerse a tiempo y dormir bien no es pereza, sino la “base de un rendimiento duradero”.

Según la doctora García Rubio, el cerebro no es una máquina, sino un órgano biológico que “necesita pausas” para consolidar aprendizajes y mantener la atención. “Paradójicamente, cuanto más ignoramos el descanso, menos productivos y creativos somos”, aseguró.
“Descansar no es perder tiempo: es darle al cerebro la oportunidad de reorganizar, limpiar y recomponer su energía“, agregó García.
El sueño, especialmente en sus fases profundas y REM, cumple una función esencial en el procesamiento de la información, permitiendo que las conexiones neuronales se fortalezcan y se depure la información irrelevante.
Por ello, un descanso insuficiente o interrumpido trae consecuencias rápidas: fallos en la memoria, pensamiento lento y pérdida de precisión en las decisiones.

La experta de VIU señala que despertarse con sensación de cansancio, irritabilidad, dificultad para concentrarse u “olvidos frecuentes” son señales claras de un mal descanso.
Ante esto, la doctora García Rubio propone un cambio cultural que revalorice el reposo como parte esencial de la productividad. Entre sus consejos para mejorar la calidad del sueño, se encuentran:
- Mantener horarios regulares de sueño.
- Reducir el uso de pantallas antes de acostarse.
- Cuidar la “temperatura y oscuridad” de la habitación.
- Evitar estimulantes como el café pocas horas antes de dormir.
- Realizar actividades relajantes, como leer o “respiración consciente”.
Un cerebro descansado piensa con más claridad, gestiona mejor el estrés y potencia la creatividad, la regulación emocional y la toma de decisiones estratégicas.
La conclusión es clara: “Quienes aprenden a desconectar no son menos productivos, sino más sostenibles, pues logran mantener su rendimiento sin pagar el precio del agotamiento".
Sobre la fuente: La Universidad Internacional de Valencia-VIU es una de las principales universidades online del mundo hispanohablante y forma parte de Planeta Formación y Universidades, la red internacional de educación superior de Grupo Planeta.
Por Felipe Santanilla Ayala
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