Noruega: La increíble historia de la morsa “amiga” de los turistas que se convirtió en toda una celebridad

Su nombre es Freya y se convirtió en la sensación del verano en Noruega. La joven morsa llegó a Oslo hace aproximadamente 10 días y ya se volvió tendencia en las redes sociales por su peculiar afición. Los turistas inundaron Twitter, Instagram y Facebook con sus videos y la morsa ya tiene hasta su propio canal en Youtube.

La joven morsa tiene propensión a subirse a los botes de los turistas y hundirlos, ya que su peso ronda los 600 kilos. Mientras tanto, disfruta del descanso que le proporciona tomar sol y flotar sobre las lanchas en el fiordo de la capital noruega.

Freya ya fue vista en Reino Unido, Holanda, Dinamarca y Suecia, antes de que llegara a Noruega para el verano europeo. En marzo, dio el salto a los medios de comunicación cuando se quedó dormida sobre un iceberg que se desprendió y dos días más tarde, apareció en una playa de Irlanda, desorientada.

Sin embargo, una semana después, la morsa apareció en la costa de Pembrokeshire, Gales, y permaneció en el fondo de un acantilado de la playa de Broad Haven South, del mismo país, hasta desaparecer de nuevo en el mar.

La presencia de mamíferos que viven normalmente en latitudes más septentrionales del Ártico despertó la curiosidad de la población, que no duda en filmarla cuando se encuentra cerca. Así, Freya fue captada al cazar un pato, al atacar a un cisne o mientras duerme sobre las embarcaciones. Una morsa puede dormir hasta 20 horas al día.

“Los daños materiales son una lástima, pero es lo que ocurre con la presencia de animales salvajes”, explicó un responsable de la dirección de Pesca, Rolf Harald Jensen, a través del canal TV2 y que reprodujo la agencia AFP. Además, el organismo publicó un comunicado el lunes en el que apuntaron que no tienen intención de trasladar a Freya ni, mucho menos, sacrificarla. “Ella está bien, se alimenta, descansa y parece estar en buen estado”, señalaron.

Sin embargo, las autoridades insistieron en que se debe mantener la distancia con la morsa y desaconsejaron tajantemente ir a nadar o hacer kayak cerca de ella. “No es necesariamente tan pacífica como se puede creer cuando descansa. Una morsa normalmente no presenta un peligro para los seres humanos, siempre y cuando nos mantengamos a una distancia segura”, apuntaron.

Y señalaron: “Pero si es perturbada por los humanos y no puede descansar lo suficiente, puede sentirse amenazada y atacar”. Freya, como todas las morsas, es una especie protegida y se alimenta principalmente de invertebrados (moluscos, cangrejos y peces pequeños). El peso promedio de este animal en su edad adulta es de alrededor de una tonelada para un macho y de 700 kilos para una hembra.

Otro animal “amistoso”, pero venenoso

La precaución que pidieron las autoridades noruegas es necesaria si no se conoce en profundidad la especie del animal. Un entusiasta de la naturaleza se llevó una sorpresa mientras practicaba surf en la costa de Queensland, en Australia. Durante su divertida experiencia, observó un pez que le pareció curioso y lo filmó. Sin embargo, se trataba del pez piedra, una de las especies más peligrosas del mar.

El pez piedra, uno de los más venenosos, posee decenas de espinas sobre su torso y, al entrar en contacto con otro organismo, desprenden un veneno muy peligroso que invade el cuestión de minutos a la persona. El sujeto puede padecer parálisis muscular, dificultad para respirar, shock y, en ocasiones, insuficiencia cardíaca o incluso la muerte.

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