Una distribución fuera de lo común y una ambientación a todo color suman fuerzas en el hogar de un joven arquitecto
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Andaba en bicicleta por su barrio, Colegiales, cuando un edificio en construcción le llamó la atención. Cada departamento tenía un ambiente lateral pensado como patio interior. Meses después, el arquitecto Facundo Cruz tomó la decisión de que ese fuera su próximo hogar. Pero, poco antes de mudarse, vivió una experiencia que lo marcó: “Estuve tres meses en Japón, donde trabajé junto con el arquitecto Sou Fujimoto. Eso me inspiró. Ya de vuelta tenía claro que estaba ante una hoja en blanco que podía convertir en casa que siempre quise tener”.

En el estudio BMA, en el que trabaja, empezó a involucrarse en proyectos de interiorismo para grandes marcas y empresas. “Conocí proveedores, miré muchos objetos y muebles, armé paletas, elegí estilos. Eso mismo hice después en mi propio departamento”, asegura Facundo, que además forma parte del proyecto RePack, Arquitectura en Papel.
Pensé mucho la paleta. Quería sumar colores, pero sin engamarlos. El cuadro del artista Santiago Paredes fue un punto de partida para armonizar el resto.”
— Arq. Facundo Cruz

“Mezclé piezas de los años 50 y contemporáneas: no quería que se viera ni kitsch ni vintage. Tenía clara una estética de desorden organizado: parece que no, pero hay un hilo conductor”.

“Tengo muebles heredados, encontrados o que compré por poca plata, junto con otros más sofisticados. Hay cosas con más valor visual que económico; la idea es balancear”.
La estrella de la casa
De chico, Facundo vivió en México junto con su familia. Compraron en Santa María del Cobre el calendario maya que hoy está en el patio. Lo encontró antes de mudarse y no dudó en incorporarlo al esquema deco. El espacio fue acompañado por una malla sima (Easy) pintada de blanco para sostener plantas, mesa de madera y hierro blanco (Amazaki para Hus Concept), silla de madera y lámpara colgante (las dos del Mercado de Pulgas).

“El patio blanco actúa como telón de fondo y es vital en todo sentido: da aire, desahogo y la sensación de estar afuera a un paso del living”.
Ambiente social en línea

En el comedor, mesa de diseño propio, a medida, con tapa de vidrio y caballetes pintados en un celeste que va bien con el color de los almohadones de las sillas Bertoia (Taller de Clásicos). Además, botella de vidrio (Reina Batata) y lámpara colgante ‘Rosegold’ (Via Luce).
Espacio privado

Pie de cama y almohadones (todo de Arredo), y mesa de luz de madera con patas de hierro (Palta Furniture). Sobre la cama, mapa que Facundo encontró en un sitio web para descargar en alta resolución. Lo imprimió en un papel microtexturado que lo hace parecer una acuarela.
“Busqué proveedores que no produjeran masivamente ni en serie. Me interesa el trabajo en el taller, un perfil artesanal con amor por los oficios”.

“Como venía de un departamento con placares más amplios, la mudanza me obligó a deshacerme de lo que no usaba. Hoy, creo que la casa está completa así como quedó”.
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