Milani denunció que lo hostigan represores y logró ser trasladado

El juez federal Alberto Santa Marina ordenó el traslado del ex jefe del Ejército César Milani al Hospital Penitenciario Central de Ezeiza, luego de que la defensa del militar denunció haber sufrido amenazas y hostigamientos por parte de represores condenados por delitos de lesa humanidad, con quienes compartía un pabellón de la cárcel de Ezeiza. Desestimó, sin embargo, el pedido de detención domiciliaria.

El traslado se concretó anteayer, al hacer lugar el juez al hábeas corpus presentado por la defensa de Milani y constatar el "agravamiento de un cuadro de hipertensión arterial" y "un estado fronterizo con una inestabilidad emocional", según los informes médicos incorporados en la causa. Milani cumple prisión preventiva en Ezeiza por secuestros y torturas durante la dictadura militar, en una causa que investiga el juez federal de La Rioja, Daniel Herrera Piedrabuena. Santa Marina basó su resolución en la inestabilidad emocional que alega la defensa del ex jefe militar, "presumiblemente ocasionada por su plena convicción de riesgo cierto de su integridad física o aun de su vida, lo que genera una situación de zozobra emocional, producto del ambiente singularmente hostil de su actual lugar de alojamiento".

Milani estaba alojado desde el 16 de marzo en el Pabellón 8 del anexo para adultos de la Unidad 31, junto a nueve procesados y condenados por delitos de lesa humanidad durante la dictadura (entre otros, el represor Miguel Etchecolatz). Al ingresar al penal, dio su conformidad, pero al sentirse amenazado pidió ser incorporado al Sistema de Resguardo de la Integridad Física (RIF), que garantiza su aislamiento en la unidad carcelaria. Fuentes cercanas al ex jefe militar del kirchnerismo dijeron a LA NACION que Milani sufrió arritmia e insistieron en que el militar "no tiene nada que ver con la población carcelaria ni con el plan criminal que se le imputa".

César Milani

Ex Jefe del Ejército

• Investigado por delitos de lesa humanidad, denunció que el maltrato y hostigamiento que recibe en la cárcel lo obligan a permanecer aislado en su celda.