La colecta Seamos Uno llegó al millón de cajas de alimentos
La colecta Seamos Uno alcanzó las donaciones necesarias para llegar al millón de cajas, su objetivo fundacional, lo que significa un total de 56 millones de raciones de comida. Si bien las cajas no están todas entregadas, más de 830 mil ya llegaron a las manos de familias con necesidad de asistencia, y el resto aún se encuentra en distribución.
La iniciativa solidaria –que tiene como objetivo repartir alimentos y elementos de higiene en los barrios más vulnerables del conurbano y la ciudad de Buenos Aires– distribuye, desde abril, un promedio de 400.000 raciones diarias de comida. Los municipios que más cajas recibieron fueron La Matanza, Merlo, Moreno, Quilmes, Lomas de Zamora y Florencio Varela.
El 85% de las raciones fueron repartidas en el conurbano y el 14%, se entregaron en villas porteñas. Según los datos oficiales, las instituciones que más canalizaron cajas fueron Cáritas, Pastores Evangélicos y Banco de Alimentos, ya que aportaron más de 5000 voluntarios para el reparto.
Seamos Uno fusiona empresas de primera línea del país con referentes religiosos y territoriales. Comenzó el 17 de marzo, tres días antes de que se decrete la cuarentena, a través de una conversación de WhatsApp que tuvieron Gastón Remy, presidente del Instituto para el Desarrollo Empresarial (IDEA), con el sacerdote jesuita y politólogo Rodrigo Zarazaga, que propuso hacer algo para paliar la crisis que perjudica, de lleno, a los sectores vulnerables de la sociedad.
Acuerdo entre gobiernos, empresas y organizaciones sociales
Con apoyo en la territorialidad de distintas organizaciones religiosas y sociales, y el aval de los ministerios de Desarrollo Social de la provincia y de la ciudad de Buenos Aires, el equipo de Seamos Uno comenzó a organizarse, meses atrás.
En tiempo récord, configuraron la cadena para la producción y distribución de las cajas. Distintas cámaras empresarias –entre ellas, IDEA, Cedol, AmCham, ACDE y ABA– se agruparon para conseguir donaciones o ventas al costo de alimentos y productos de higiene. También, se encargaron de empaquetarlos y trasladarlos a los distintos barrios.
Los gobiernos aportaron información sobre el lineamiento nutricional que debían cumplir las cajas y los lugares en donde deberían entregarse.
Finalmente, las organizaciones religiosas y sociales –Cáritas, Centro de Investigación y Acción Social (CIAS), Banco de Alimentos, Alianza de Iglesias Evangélicas, Consejo de Pastores de CABA y AMIA– se movieron, en territorio, para armar las listas con las familias que serían beneficiadas y, también, entregar las cajas.
Principios
El proyecto se apoya en principios de transparencia, gestión, territorialidad y recursos. Se desarrolló una página web para mostrar la iniciativa y recibir donaciones; se creó una aplicación para hacer el seguimiento de los camiones y entregas; y las principales empresas auditoras que integran la alianza llevan la contabilidad y el registro de Seamos Uno.
El contenido de cada caja equivale a 56 raciones de comida. Cada una pesa 15 kilos y contiene alimentos esenciales y elementos de higiene, de calidad. El 40% de las cajas se destina a gente que no recibe subvención estatal y que nunca había ido a un comedor –acostumbrada a ganar su alimento–, pero que hoy depende de esta ayuda para poder comer.