Universitarios, médicos y la oposición se unieron frente a un Congreso blindado para rechazar los vetos de Milei
Celebraron la insistencia de la Cámara de Diputados con las leyes que proyectan más recursos para la salud y la educación pública; pedidos de renuncia e insultos a Milei, funcionarios nacionales y diputados libertarios en una plaza colmada
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Organizaciones sociales, gremios y partidos políticos se movilizaron esta tarde en la plaza del Congreso, en rechazo a los vetos del presidente Javier Milei a las leyes de financiamiento universitario y de emergencia pediátrica. Entre bombos e insultos al Gobierno, esperaban la resolución de la Cámara de Diputados que logró insistir con las normas que prevén mayores fondos para la educación superior y el hospital Garrahan.
“¡Logramos voltear el veto!”, celebraron los dirigentes gremiales en la plaza, aunque todavía se requiere de la insistencia del Senado para revertir la decisión de Milei. Manuela Castañeira, trabajadora no docente de la Universidad Nacional de San Martín y candidata a diputada del Nuevo MAS, también festejó el revés del Gobierno: “La de hoy fue una paliza a Milei en Diputados. La defensa a la universidad pública y la salud en la Argentina es un valor que no puede quebrar”.
En medio de la euforia colectiva, Luca Bonfante, militante del Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y secretario general del centro de estudiantes de la facultad de Filosofía y Letras (Cefyl-UBA), se mostró más cauto.
“Ahora hay que reforzar el curso porque en el Senado no hay nada garantizado. El año pasado, hubo senadores que ‘se vendieron’; entonces es importante no depositar ninguna confianza y reforzar la batalla desde abajo”, planteó a LA NACION. Cree, al igual que muchos de los militantes que se congregaron en el microcentro porteño, que es necesario presionar a la CGT para convocar a un paro nacional para prevenir nuevos recortes de parte del Gobierno nacional.
Por lo pronto, el senador nacional Martín Lousteau ya adelantó su voto. En redes sociales, confirmó que apoyará la insistencia para revertir la decisión presidencial. Hoy acompañó la resistencia en la calle y encabezó la columna de la Unión Cívica Radical (UCR) que partió a las 16 desde Callao y Tucumán. “La educación pública abre muchas puertas a los chicos de nuestro país. Vetar la ley de Financiamiento Universitario es vetar el futuro. Nuestro deber es estar unidos e insistir en su sanción”, aseguró mientras sesionaba la Cámara baja.
DIPUTADOS RECHAZÓ LOS VETOS.
— Martín Lousteau (@GugaLusto) September 17, 2025
Hoy se demostró que la educación y la salud pública son más fuertes que cualquier veto. Queda demostrado que unir fuerzas contra la crueldad del Gobierno vale, que la movilización en la calle y el respeto a la voluntad en las urnas transforma la… pic.twitter.com/c9ksDoI46u
Además del radicalismo, participaron de la protesta otras agrupaciones y partidos políticos opositores, como la Coalición Cívica, Volvamos Buenos Aires (el espacio que fundó Horacio Rodríguez Larreta), el Frente de Izquierda, La Cámpora y sectores afines al gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, quien participó de la movilización.
Desde antes de las 14, en las inmediaciones de la sede de las Madres de Plaza de Mayo, se movilizaba el Movimiento Derecho al Futuro, de Kicillof. El gobernador llegó alrededor de las 16, escoltado por Carlos Bianco (ministro de Gobierno) y Alberto Sileoni (Cultura y Educación). También lo acompañó Daniel Ricci, un sindicalista universitario que fue candidato del PJ en la Ciudad de Buenos Aires.

Los partidos políticos estuvieron acompañados por decenas de organizaciones sociales y gremios. “Desde el Movimiento Evita y la UTEP venimos a acompañar porque tanto la universidad como el derecho a la salud son libertades que ha conseguido nuestro pueblo y que funcionan bien”, explicó a LA NACION Rafael Villanueva (33 años), militante del Movimiento Evita. Son dos de las tantas organizaciones que decidieron decir presente en la protesta.
Se sumaron columnas de Barrios de Pie, la Izquierda Socialista, el Partido Obrero y distintos gremios de la CGT y la CTA. Se agrupaban en el centro de la plaza y flaqueaban el escenario desde donde se pronunciaron discursos contra el desfinanciamiento de la salud, los despidos del último año en hospitales públicos como el Posadas y el Bonaparte, y en defensa de la educación pública. También se pidió por altavoces la renuncia del ministro de Salud, Mario Lugones.
En ese mismo escenario, en la previa de la votación parlamentaria, referentes de distintos gremios docentes reivindicaron la tarea de los profesores de educación superior y repudiaron la política libertaria. No hubo discursos de dirigentes partidarios.
“El fondo de esta batalla es el conocimiento que debe ser puesto al servicio de las nuevas generaciones. Está en disputa si el conocimiento es público, es de todos, o si hay que pagarlo”, sostuvo Angélica Graciano, de Ctera, uno de los gremios docentes que se movilizaron.

Decenas de pancartas, sombrillas y pasacalles de estas y otras organizaciones y gremios se adueñaron esta tarde del paisaje del microcentro porteño. Al menos, en el territorio delimitado por el vallado policial, que se extendió en los alrededores del Palacio Legislativo. La circulación estuvo cortada sobre las avenidas Entre Ríos y Callao.
“Estamos acá en repudio de las políticas de Milei en el ámbito universitario más que nada. Acá hay médicos del estado que se ven vulnerados por las políticas del señor presidente y eso hace que tengamos que estar en lucha”, dijo a LA NACION Ángel Fernández. Llevaba una camiseta verde de Fedun, otra de las organizaciones sindicales universitarias.

Además, hubo graduados de universidades públicas de la ciudad y la provincia de Buenos Aires que viven las políticas de Milei como un ataque a su propia trayectoria. “Soy abogada graduada de la Universidad Nacional de La Matanza. Gracias a la universidad pública pude recibirme y vengo a defenderla”, contó a LA NACION Natalia Quiroga, de 44 años..
Más allá de oponerse al veto, tampoco le satisface la decisión de Javier Milei de elevar a 4,8 billones el presupuesto para educación superior para 2026. “No le creo, fue un discurso para poder tratar de convencer a la gente para octubre”, agregó. Su esperanza estaba puesta en la decisión de los diputados que, aunque terminó siendo favorable a quienes se movilizaban, mantuvo inquietos a muchos de los presentes hasta último momento.
Al respecto, en diálogo con LA NACION, Rodolfo Aguiar, secretario general de ATE nacional, denunció a la espera del desenlace legislativo: “La salud y la educación son derechos humanos fundamentales y los tenemos que defender en la calle. Hay que ejercer una fuerte presión porque el gobierno repartió plata a algunos gobernadores para cambiar el voto de los diputados”. Temía que, de esa manera, Milei evitara un nuevo revés legislativo.
El dirigente gremial también cruzó al Presidente y aseguró que las leyes vetadas no suponen un riesgo para el equilibrio fiscal. “Es mentira que se trate de una cuestión de presupuesto o que se ponga en juego el equilibrio fiscal. No lo escuchamos hablar de presupuesto cuando decidió reducir los impuestos a los bienes personales a los que más tienen. Tampoco habló de presupuesto cuando bajó las retenciones a los ricos del campo o cuando decide gastar sumas multimillonarias y aumentar las erogaciones en inteligencia”, afirmó.
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