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Las espinacas están en su mejor momento. Popeye, las comía desde una lata. Hoy vienen en atados de hojas grandes y más suaves en su sabor. La espinaca es una de las verdes más recomendadas en las dietas de bajas calorías. A la hora de conservarlas, es mejor limpiarlas y guardarlas de inmediato, de esta manera son de larga duración.
Las espinacas las prefiero frescas, y si las cocino, las blanqueo apenas para que no se reduzcan. Si compraste espinacas hay que aprovecharlas más allá de las recetas clásicas de buñuelos o los ñoquis verdes. Aunque van bien en tartas, en mi experiencia, no rinden. Para las pascualinas y tartas, son mejores las acelgas por su dulzura y carnosos troncos.
Sin embargo, las espinacas tienen mucha personalidad y quienes las comparan con las acelgas se equivocan. Las espinacas son levemente amargas, más cercanas a la acedera, ese vegetal amargo y único que desapareció hace tiempo con el cual se hacía la sopa de schavel, que ahora ago con espinacas.

Lo habitual es el pesto con albahaca, pero unas buenas espinacas también pueden ser el punto de partida para recrear la receta original del peso y con buen sabor descubrir otras posibilidades. El pesto de espinacas queda muy bien para pastas cortas, siempre preparado con ajo y un buen queso rallado.

Las espinacas con pasta de anchoas al estilo de la cocina mediterránea son una propuesta simple y rápida. Se preparan en pocos minutos y quedan listas para servir, por ejemplo sobre triángulos de pan frito o como entrada sobre rodajas pan de campo. Las espinacas con pasta de anchoas, pasas de uva y piñones (o nueces) son una de esas recetas que funcionan muy bien para las picadas de la tarde, acompañadas por una cerveza fría, unas limonadas o un rico vermut

La sopa crema de verano se hacía antiguamente con acedera, un vegetal que desapareció de las verdulerías hace tiempo, y sin ninguna explicación. Nada mejor que reemplazarla por espinacas bien lozanas. Es importante partir de un caldo de verduras sabroso para hacer la sopa crema de espinacas para que perfume el resultado final.

En esta receta de croquetas de queso de cabra y espinacas, el queso puede ser de tipo chevrotin o cheddar ya que ambos dejan su impronta por ser de sabor intenso. Son quesos originarios del norte argentino. A veces se consiguen con hierbas y pimienta. Son ideales para salvar cualquier situación, se cocinan en 15 minutos.




