Lección sobre el color: Un departamento de Viena, con el arte bien puesto
El arquitecto e historiador del arte Didier Benderli creó un meditado recorrido estético para revalorizar la colección de los dueños de casa.
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Revista LIVINGInés Marini
Es muy difícil usar color en la decoración cuando hay en juego tantas obras de arte y tan coloridas; pero, al mismo tiempo, nos obligó a reflexionar sobre el color en general.”
— Arq. Didier Benderli, fundador de Kerylos Intèrieurs
“Usamos materiales nobles (como la madera del hall oval) y colores neutros (salvo en el comedor y en el dormitorio principal) para que las obras pudieran expresarse y ‘dialogar’ entre ellas”, dice el arquitecto e historiador del arte Didier Benderli sobre el trabajo de su estudio en este departamento vienés.
“El cuadro de Anton Henning a mis espaldas es uno de mis favoritos. Con sus curvas sensuales y sus colores vivos, me resulta una obra optimista y sumamente personal”
El arquitecto rambién reconoce que, más allá de toda racionalidad, existe en su gusto la huella indeleble de sus años de trabajo y formación en Brasil, adonde fue al terminar sus estudios. “Me impresionó muchísimo ese país: su energía, su espontaneidad, cierto frenesí. Eso y emplear los materiales naturales disponibles allí influenciaron mi estilo”.
Ambientes signados por el color
En este sector, sillas de madera italianas de 1910; sillones (Kerylos Intérieurs) tapizados en terciopelo de Hermès; mesa baja de Eric Schmitt y lámpara de pie del prestigioso estudio Herzog & De Meuron.
“El colgado de los cuadros siempre es delicado: algunos pueden ‘anularse’ entre ellos. Nuestro trabajo les reveló nuevos aspectos de su colección y los hizo redescubrir ciertas obras”.
“El comedor se planeó alrededor de la escultura de la artista portuguesa Joana Vasconcelos: determinó el colorido de las cortinas, las paredes enteladas y el cielo raso dorado a la hoja que las refleja”.
“Lo que vemos no es la colección completa. Seleccionamos las obras junto con los clientes en función de dos conceptos: por un lado, la coherencia de lo que queríamos presentar (algunas telas no funcionan juntas); por otro, los límites que nos planteaba el espacio”. Viendo el resultado, ¡límites” es la última palabra que viene a la mente!
“El objetivo principal de los dueños fue revalorizar su colección de arte; el resto, fruto de una minuciosa y paciente colaboración en común”.
Sobre el sofá con almohadones de Missoni, cuadro de Albert Oehlen. “Este lienzo tan colorido nos obligó a hacer un entorno de neutros para no apagarlo”. Los sillones de Jacques Charpentier y silla con respaldo alto original de Josef Hoffmann, tapizada con género blanco y negro de Johanna Gullichsen.
Cocina: estética y funcional
Alrededor de la mesa de mármol negro (una auténtica Saarinen de los años 50), sillas de Roland Reiner de la misma década, todo iluminado por un racimo de lámparas de CTO Lighting.
“Una casa tiene que ser práctica sin que el engranaje funcional arruine la estética. Lo que siempre traslado de mi experiencia en hotelería es responder a necesidades de comodidad concretas y concentrarme en que todo sea de uso sencillo”.
Suite danesa
“Los cortinados detrás de la cama –que logran maravillas en términos de acústica y aportan un sentimiento de confort indescriptible– son un recurso que utilizo con frecuencia”.
El cortinado de terciopelo también sirve para enmarcar la obra de Yves Oppenheim, que tiene casi el mismo largo que el respaldo de cuero (Kerylos Intérieurs). En este ambiente sólo dos paredes tienen colores intensos; acá para destacar la obra. Oponiéndose a una ambientación mayormente internacional, el rincón del escritorio es ciento por ciento vienés: con mesa de Josef Hoffmann (1906) y silla Thonet de 1900.
Terraza moderna, vista clásica
El departamento está casi enteramente rodeado por una terraza. Semioculto en el rincón más verde, un bar para disfrutar del buen clima apoltronados en sillas ‘Nido de Paola Lenti.
“De ninguna manera quise hacer algo ‘regional’ inspirándome en la ciudad. Viena es una ciudad con una personalidad muy fuerte, e incluir características específicamente vienesas (¡término que habría que definir para ser serios!) habría sido redundante”.
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