A minutos de la sentencia, habló la mujer que le amputó el pene al amante
CÓRDOBA. Brenda Barattini, la mujer de 28 años acusada de haberle seccionado parcialmente el pene a su amante en Córdoba hace dos años, hizo uso del derecho a las últimas palabras antes de la sentencia. "Jamás en mi vida hubiera querido matar a alguien. No fue mi intención y pido que se haga justicia", dijo ante los jueces y el tribunal popular.
Barattini, que se había recibido de arquitecta poco antes del hecho, en noviembre de 2017, sostuvo: "Realmente estoy muy arrepentida de lo que hice. Quiero seguir con mi vida normal. Ya no aguanto más".
Habló entre sollozos. "Siempre lo dije, siempre lo dije", afirmó, sentada frente a los jueces. Agregó: "Sé que me jodí la vida y que nunca quise matar a nadie. No fue mi intención y pido que se haga justicia". En la sala del tribunal está su madre, que esta mañana fue a rezar a la Catedral de Córdoba para pedir por su hija. La fiscal pidió que Barattini sea condenada a 13 años de cárcel.
En su anterior declaración ante el tribunal la acusada había señalado que la víctima, de 42 años, la trataba "como un trofeo. "Me hacía ver como una cola. Yo era la cola. Vulneró mi intimidad, mi vida y mi carrera. Se había arruinado todo".
En los testimonios que había dado por escrito en la investigación de la causa hubo diferencias entre la primera y la segunda declaración, y entre ambas y lo que dijo ante el jurado, semanas atrás. En un primer momento relató que su amante (llevaban 14 meses saliendo) la había querido violar y que por eso se había defendido. Después dio otra versión, relacionada a una presunta extorsión de él, que amenazaba con difundir entre sus amigos un video íntimo de ella.
Barattini está presa en la cárcel de Bouwer, donde comenzó a cursar la licenciatura en Letras, la licenciatura en Historia y Abogacía en el marco del programa "Puedo", que se inició este año en el área de mujeres. Rindió exámenes con muy buenas notas.
Hace un año dio a conocer una carta en la que decía: "Quien se hace llamar 'víctima' tiene nombre: Sergio F.; él está bien, sano, por ello bajaron la calificación de mi carátula de lesiones gravísimas a lesiones graves".
"Lamentablemente siento que me he tenido que inmolar, yo soy responsable… pero no ven mi daño. El daño de Sergio F. es reparable. De hecho, ya está reparado. El mío no se repara… y se incrementa en este establecimiento calamitoso, sometida a condiciones insalubres que no imaginan", agregaba.
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