Así fue el demencial raid del quemacoches de Palermo

Lunes por la noche. Habían transcurrido pocos minutos de las 22. La cámara de seguridad de un edificio ubicado en Luis María Campos al 200, en Palermo, registró el momento en que un hombre, sigilosamente, cruzó la avenida y se dirigió hacia un cesto de basura gris. Minutos después, el tacho comenzó a arder y el fuego se extendió a tres autos particulares estacionados en los alrededores. El quemacoches sería detenido un rato después: aún tenía un bidón de nafta en su poder y un encendedor.

Primero, el sospechoso permaneció unos siete segundos a un costado del cesto, sobre la acera, pero la filmación no alcanzó a tomar qué es lo que hizo allí. Luego, el hombre se subió a la vereda, tiró algo (no se distingue qué es) hacia un lado del tacho y se marchó a paso veloz.

Pasaron algunos segundos y desde el costado del cesto donde había estado el hombre se inició un proceso ígneo. Enseguida, tanto el tacho como tres vehículos que estaban allí detenidos, un Volkswagen T-Cross y dos Peugeot 206, quedaron envueltos en imponentes llamaradas que solo los bomberos pudieron sofocar.

No se trataría del único ataque del sospechoso. En poco más de 30 minutos, el mismo hombre habría provocado varios incendios. En Ravignani al 2300 se inició un segundo foco en el que se vieron afectados un Ford Fiesta y un contenedor de basura; y en Arce al 600, un Ford Ka y otro cesto también fueron quemados.

Los siniestros se sucedieron: otros cuatro contenedores de basura fueron incendiados en Arévalo al 2300, en la avenida Santa Fe al 5100, en Dorrego y Savio y en Migueletes al 500.

Ezequiel Carneiro Lovo, de 24 años, fue detenido en Juan B. Justo y Charcas luego de que las cámaras de seguridad municipales lo identificaran y lo siguieran. Al ser aprehendido el joven tenía en su poder un bidón de combustible y un encendedor.

En diálogo con TN, Marcelo D’Alessandro, ministro de Justicia y Seguridad de la Ciudad, consideró necesario discutir la ley de Salud Mental ante los casos de quemacoches. “Es una persona en situación de calle, con sus facultades alteradas y en poco tiempo lo vamos a ver caminando por la calle porque la ley de Salud Mental, tal cual está, no permite actuar. Se pone en riesgo a la persona y a terceros”, dijo el funcionario.

“En estos momentos, lo están investigando por orden del fiscal de flagrancia para saber cuál es su condición, pero la ley de Salud Mental lo acota al magistrado para poder actuar y dar un correcto abordaje”, agregó D’Alessandro.

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