Caso Priscila. El duro testimonio de los hermanos de la niña asesinada y quemada por su madre
Los mandaron a comprar kerosene para quemar a Priscila. Eso contaron en el juicio Edgardo y Cintia, dos de los hermanos de la nena de cuatro años que fue asesinada a golpes, prendida fuego en una parrilla, envuelta en una bolsa y una frazada y tirada al Arroyo Las Conchillas de Berazategui por su madre, Silvana Lafuente, con ayuda de su pareja, Pablo Verón Bisconti, el padrastro de la menor.
El hecho ocurrió en el año 2014 y desde hace una semana se está llevando a cabo el juicio a los dos imputados que actualmente están detenidos con prisión preventiva. Hasta ahora declararon el padre de Priscila, Gabriel Leguiza, la pareja de él, una hermana de Verón Bisconti, dos hijos de ella y varios vecinos.
"Lo más significativo y escalofriante fue el testimonio de dos hermanos de Priscila. Edgardo relató que el día del crimen, su mamá lo despertó para mandarlo a comprar cinco litros de kerosene para quemar el cuerpo de la nena. Lo amenazó. Le dijo que si contaba algo, lo iba a matar de la misma manera. Cintia recordó que Lafuente le pegaba muchísimo a Priscila. Para nosotros todo coincide con algo muy macabro: el móvil del maltrato y la paliza fue una forma de venganza por parte de Silvana Lafuente hacia Gabriel Leguiza", dijo a LA NACION Julio César Torrada, abogado del padre de Priscila.
Para él todavía no apareció ningún elemento que atenúe la responsabilidad de los detenidos. Y recordó que, luego del asesinato, Lafuente llamó al pastor Oscar Doroteo Lescano para preguntarle qué hacer con el cadáver. "Sin cuerpo no hay delito", respondió él, y sugirió que lo quemaran, según declararon los hermanos de la víctima.
Según la investigación se calcula que a Priscila la quemaron durante entre tres y cuatro horas. Luego vino el resto. Ahora, Leguiza y su familia, esperan la pena máxima para los acusados.
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