La fuga de la “Hiena humana”. Seis guardias fueron detenidos por no evitar su evasión y el padre de la víctima quiere “matar” al juez que lo liberó
Roberto Carmona lleva preso 36 años y había sido trasladado desde Chaco hasta Córdoba para visitar a su esposa; tomó un taxi y amenazó al taxista, al que acuchilló; chocaron y el chofer murió; él fue recapturado entre la gente que celebraba el pase de la Selección a la final del Mundial
- 5 minutos de lectura'
CÓRDOBA.- Fueron detenidos los seis guardiacárceles del Servicio Penitenciario del Chaco que estaban a cargo de la custodia de Roberto Carmona, la “Hiena humana”. La orden la dio el fiscal Horacio Vázquez, quien los acusó de “favorecimiento a la evasión”. El delincuente, que acumula, tres condenas a prisión perpetua, se escapó ayer en esta ciudad, adonde había sido trasladado para una visita conyugal. Para fugar se subió a un taxi y amenazó a chofer, al que acuchilló; luego, chocaron y el taxista murió. A él lo recapturaron poco después, en medio de la gente que festejaba el triunfo de la Selección Argentina ante Croacia por la semifinal del Mundial de Fútbol de Qatar.
El del chofer Javier Bocalón, de 42 años, es, ahora, el cuarto crimen que le imputan a Carmona. Su fuga, y todo lo que ocurrió antes y después, es objeto de investigación, pero también de conmoción y de indignación. Raúl, el padre de la víctima, pide respuestas, y puso especialmente en el foco a la Justicia, por haber autorizado las salidas de La Hiena y su traslado interprovincial, a pesar de su extrema peligrosidad.
“Yo no salgo a matarlo a él; si sé el nombre del juez que lo dejó libre, a ese voy y lo mato”, declaró a El Doce. Raúl Bocalón contó que su hijo estuvo trabajando desde la una de la tarde; regresó con el partido de fútbol y, en un momento, no lo vio más. Pensó que se había ido con unos amigos, pero cuando salió a la calle, no encontró el auto. “Bueno, como no había taxis, quizás se habría ido a hacer un par de viajes”, fue lo que pensó Raúl. Por un sobrino se enteró del choque y la de muerte de Javier.
Como informó este martes LA NACION, Carmona había sido trasladado por el Servicio Penitenciario del Chaco, que no notificó a sus pares locales, como lo había hecho en viajes anteriores. Visitó el domicilio de su mujer en barrio Las Violetas. Desde allí evadió a la custodia.
Subió a un taxi y amenazó al chofer, Javier Bocalón, de 42 años, para que lo lleve. En el trayecto, lo atacó con un cuchillo –el cuerpo de la víctima presenta cortes en las piernas y en el cuello– y se hizo cargo del volante, obligando al chofer a sentarse al lado.
Pero Carmona perdió el control y chocó contra un poste de luz. El taxista murió; las primeras investigaciones indican que no habría sido por el impacto sino por los cortes en el cuello que le hizo el asesino múltiple.
Desconexión
La jefa de la Policía de Córdoba, Liliana Zárate Belletti, explicó que si bien Carmona durmió en la cárcel de Bouwer el lunes a la noche, no se notificó a la fuerza de seguridad acerca de su presencia en Córdoba. Recién “a las 16.26, con el llamado al 911 del efectivo del Servicio Penitenciario de Chaco”, la policía supo que el asesino se había fugado.
Los seis guardiacárceles chaqueños quedaron alojados en el Establecimiento Penitenciario 9, la Unidad de Contención del Aprehendido. Carmona aprovechó el partido de la Argentina para evadir el control. El fiscal no descarta cambiarles la acusación a los agentes penitenciarios y hacerlos partícipes del homicidio del taxista.
Después de que el taxi se estrellara, el delincuente le robó el auto a una mujer en la playa de estacionamiento de un supermercado. Abandonó ese Volkswagen Gol en Villa El Libertador, después de chocar, y se investiga si regresó hasta la zona del primer siniestro –posiblemente desorientado– en un auto o arriba de una moto de un hombre que festejaba el triunfo de la Argentina.
En medio de un operativo por aire y por tierra desplegado por la policía cordobesa, Carmona fue arrestado en la esquina de Luis Agote y Almirante Brown, donde iba caminando y cuando ya las calles estaban llenas de gente festejando el pase de la Argentina a la final del Mundial de Qatar, a las 18.30 del martes.
Con una fuerte custodia, fue trasladado primero a la Jefatura de Policía y, por la noche, a la cárcel de Bouwer. Carmona tenía salidas permitidas de la cárcel de Chaco desde hace varios años. Pero detrás de ese beneficio se oculta su pasado de homicida múltiple.
El 15 de enero de 1986 violó y asesinó de un disparo a Gabriela Ceppi, una chica de 16 años. Fue en la ruta a Villa Carlos Paz. Por ese crimen recibió una condena a reclusión perpetua. Estando en la cárcel del barrio San Martín mató a un preso e hirió a otros dos. Otra vez, fue condenado a perpetua y trasladado a Chaco, donde asesinó a otro preso.
En un perfil que LA NACION publicó años atrás, Carlos Campos, el policía que lo trasladó a Córdoba después del crimen de Ceppi, lo describió como “egocéntrico; quería que le dijeran que era el mejor delincuente”.
El juez de Ejecución N°2 de Chaco, Juan Cima, que lo tuvo a su cargo, contó que los informes técnicos lo definen como “proclive al delito”. De las conversaciones que mantuvo con Carmona definió que “se cree distinto a los demás; le molestan los otros presos”.
Temas
Otras noticias de Córdoba
Más leídas de Seguridad
El crimen de “Pillín” Bracamonte. La muerte que abre un interrogante sobre la paz en la barra y las tribunas de Central
"Vino un loco y empezó a tirar". Difunden audios de testigos del asesinato de Pillín Bracamonte en Rosario
ADN del crimen. Radiografía de un homicidio que pudo haberse evitado
Entrevista con LA NACION. “Si me matan, la ciudad se incendia”: el sombrío presagio de Pillín Bracamonte, días antes de su trágico fin