
Procesan a Marcelo Moretti por recibir plata de una empresaria para fichar a su hijo en las inferiores de San Lorenzo
La jueza Laura Bruniard le prohibió la salida del país y lo embargó por $38 millones, el equivalente a los 25.000 dólares que habría cobrado y que quedaron en su poder, y no en el club
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Mientras él se aferra a su puesto de presidente del club, a pesar del desbande de integrantes de la Comisión Directiva que dejó a la institución azulgrana en la acefalía, la Justicia Nacional procesó a Marcelo Moretti por defraudación por administración fraudulenta en perjuicio de San Lorenzo.
La jueza Laura Bruniard, en consonancia con el dictamen de la fiscal Mónica Cuñarro, encontró al mandamás “Santo” autor penalmente responsable del delito previsto en el artículo 173 inciso 7° del Código Penal. Le mantuvo la libertad ambulatoria, pero le prohibió la salida del país y le trabó un embargo sobre su dinero o bienes por $38.778.145, suma que, al cambio actual, cubre los 25.000 dólares que habría cobrado para fichar en las inferiores del club al hijo de una empresaria de medios platense. Una cámara oculta lo grabó guardándose uno de los fajos en el bolsillo interno de su saco.

En su resolución, la jueza Bruniard consideró que Moretti “en su carácter de Presidente de la Comisión Directiva de la Asociación Civil ‘Club Atlético San Lorenzo de Almagro’, abusando y aprovechándose de la posición de confianza institucional derivada de su calidad de máxima autoridad del club, en contravención de los fines que legal y estatutariamente le habían sido encomendados, tales como la promoción del mérito deportivo, la correcta administración de los recursos sociales y financieros, como la transparencia en las decisiones de gestión, exigió a María José Scottini distintas sumas de dinero a cambio de habilitar irregularmente al hijo de la nombrada (Juan Simón Coronel) a participar del torneo de fútbol organizado por la Asociación del Fútbol Argentino, desviando los valores en beneficio propio, con el consiguiente perjuicio patrimonial para la institución”.
Señaló que entre febrero y junio de 2024, Moretti y Scottini tuvieron dos reuniones en la sede del club, en las que la directiva del Diario Hoy, de La Plata, y exfuncionaria municipal durante la intendencia de Pablo Bruera y Julio Garro, recibió primero 20.000 dólares y luego 5000 dólares.

Aunque, una vez estallado el escándalo, ambos quisieron justificar el pasamanos de billetes como “una donación” de la empresaria para el club, lo cierto es que la contabilidad de San Lorenzo no tiene ningún registro de la entrada de ese dinero a sus arcas. Para la Justicia, esos 25.000 dólares fueron la suma exigida por Moretti para fichar al hijo de Scottini en la cantera azulgrana.
Así lo calificó Bruniard: “Con dicho accionar otorgó una aplicación distinta −y funcionalmente desviada− a los intereses del club, ocasionando un perjuicio institucional y patrimonial concreto, tanto por la decisión irregular adoptada como por la apropiación indebida de fondos de terceros en el marco de su función como máxima autoridad del club”.
La inscripción de Juan Simón Coronel ante la Asociación del Fútbol Argentino se concretó el 24 de julio de 2024. No jugó nunca. Las pruebas incorporadas incluyen videos y audios difundidos por TLN Denuncia, de Canal 9, aportados en crudo por el periodista Tomás Méndez, conductor de aquel programa televisivo.
Se trataba de videos grabados con una cámara oculta (se sabría luego que lo hizo Alex Rojas, el chofer de la empresaria con unos anteojos especiales) en los que se veía a Moretti recibir dinero, al tiempo que se escuchaba que Scottini le decía: “Yo te pido que me lo fiches”.
La empresaria lo había conocido en el palco oficial de San Lorenzo; allí llegó junto a su pareja de entonces, Edgardo Lemos, que había sido parte del equipo de campaña que llevó Moretti a la presidencia del Ciclón.
En el encuentro grabado subrepticiamente también estuvo Francisco Sánchez Gamino (ladero de Moretti y director de Estudios para el Desarrollo Nacional de la Jefatura de Gabinete nacional, echado al estallar este escándalo).
En uno de los audios de la cámara oculta, el imputado mencionó cifras y condiciones, refiriéndose a “veinticinco o treinta” mil dólares y a la necesidad de “hacer una ayuda” para justificar la operatoria.

Scottini declaró bajo juramento que entregó el dinero en concepto de donación para el fútbol juvenil de San Lorenzo, como que consuman proteínas y se mejoren el césped y los vestuarios. Admitió que no había recibido documento alguno contra entrega del dinero. “Moretti me dijo que me tendría que haber entregado un recibo de Tesorería, pero nunca lo hizo”, se justificó.
También intentó explicar que aquello de “te pido que me lo fiches” −en el audio tomado como prueba se la escucha exigir “Yo te pongo los veinticinco, pero al chico fichámelo”− lo había dicho “de tarada, de cholula, como si tuviese un hijo que estudia abogacía y les digo que lo dejen que trabaje”.
Tres empleados del área de tesorería y el tesorero del club, Leandro Goroyeski, afirmaron que no ingresó al club ninguna donación atribuible a Scottini en el sistema contable “Bejerman”, requisito obligatorio para registrar aportes. El auditor externo, Martín Santiago Ghiardotti, ratificó que en el balance del ejercicio económico 2023-2024 tampoco figura ningún ingreso relacionado con la nombrada; detalló las únicas cuatro donaciones registradas, ninguna de las cuales está vinculada con los hechos investigados en esta causa, sino que tenían como destino el pago de sueldos de profesores de la institución.
En los audios grabados de forma discreta a los protagonistas de la historia se escuchan frases reveladoras. En una se le escucha decir a Scottini de Moretti: “le voy a decir ‘tomá, esto es lo que te debía’. Sabés cómo se los mete adentro del traje otra vez”. Se refería a los 5000 dólares que completaron el pago de los 20.000 anteriores. En otra conversación remató: “Me causó gracia cómo manoteó la plata y se la metió adentro del traje. Vos viste la desesperación? No, no, fue muy mundial eso”.
En otros audios atribuidos a Sánchez Gamino se interpreta que Moretti fue el que le pidió “las veinticinco lucas” y que “la idea siempre fue que lo podamos meter a Simón [Coronel, el hijo de Scottini] y que nuestra ganancia sea el departamento […] que vayan saliendo otros negocios”.

“Algún desorden contable”
En su indagatoria, Moretti no negó las reuniones ni la recepción del dinero, pero dijo que los videos eran “editados” y no reflejaban el carácter ni el curso de las reuniones con Scottini, sino que quienes lo grabaron y lo filtraron a la prensa buscaron “dar a entender que ocurrió algo totalmente diverso” a lo que efectivamente pasó.
Luego, en una ampliación, afirmó que lo que le dio Scottini respondía a “una deuda” que la entonces pareja de la empresaria de medios, Lemos, tenía con él desde los tiempos en que colaboró y aportó a su campaña hacia la presidencia de San Lorenzo.
También sostuvo que no podía imputársele haberse “quedado con dinero destinado por Scottini a San Lorenzo” porque él mismo era acreedor del club, deuda documentada con contratos de mutuo, por un monto muy superior a los 25.000 dólares que se guardó en el bolsillo sin extender recibo.
“Aun asumiendo la posibilidad de algún desorden registrable o contable que deba evacuarse por vía administrativa, jamás resultaría posible que se me impute por retener una suma de dinero menor a la que me adeuda quien −siempre según la versión de la acusación− sería el titular de esta”, declaró.
La jueza consideró que la versión exculpatoria de Moretti carece de sustento. Cuestiona, por ejemplo, que Scottini haya entregado en forma personal el dinero como supuesta cancelación de la deuda de su entonces pareja toda vez que el deudor, Lemos, estaba presente en la reunión.
Antes que eso, la magistrada estimó que la empresaria había acordado “contribuir con el desarrollo del fútbol juvenil del club” y que esa “generosidad” pudiera traer como beneficio para sí “la inclusión de su hijo en el plantel de su categoría”, lo que, “más allá de lo reprochable”, no constituía un acto penalmente reprochable a Scottini.
Así, Bruniard estimó que la operatoria se realizó en desmedro del patrimonio del club, dado que el dinero no ingresó a las arcas de la institución, no se emitió recibo y no se cumplió el procedimiento previsto en los estatutos para la recepción de donaciones para la entidad.
El fallo concluye que Moretti, en su calidad de presidente, tenía el deber legal y estatutario de resguardar los intereses patrimoniales del club y obrar con transparencia, y que al recibir veinticinco mil dólares destinados a la entidad y disponer de ellos para sí, incurrió en una apropiación indebida de recursos en el marco de su función.




