Triple crimen en Santa Fe. Dictan la prisión preventiva para los acusados de matar a golpes y machetazos a los jóvenes que fueron a comprar dólares
Sobre el desenlace, se habría establecido que ambos detenidos “atacaron a las víctimas utilizando una maza de tres kilos y una cuchilla marca Tramontina,
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PARA LA NACIONJosé E. Bordón
SANTA FE.- Los dos partícipes del ahora conocido como “triple crimen de Capitán Bermúdez”, al norte del Gran Rosario, podrían recibir la condena a prisión perpetua. Los detenidos tendieron una trampa a la tres jóvenes para apropiarse de 4,5 millones de pesos, que las víctimas pretendían cambiar por dólares. Por causas que aún se investigan, algo no salió como estaba previsto por los delincuentes, y los tres jóvenes, de entre 25 y 31 años, fueron asesinados.
Los detenidos, identificados como Luciano Palacios (28) y Alexis “Chino” Lobos (25) son los únicos dos imputados que tiene la causa por el triple crimen en Capitán Bermúdez, departamento San Lorenzo, 155 kilómetros al sur de la capital provincial.
Según el informe de la fiscal Luisina Paponi, que trabajó en el caso junto a su par del Ministerio Público de la Acusación (MPA), Aquiles Balbis, Palacios y Lobos fueron los autores de los asesinatos a mazazos y cuchilladas de Emiliano Saucedo (25), Eber Ramos (25) y Santiago Ochoa (31). En base a esa presentación, el juez Carlos Andrés Gazza dictó la prisión preventiva de los detenidos por “homicidio criminis causa en calidad de coautores”, por considerar que ambos detenidos fueron quienes atacaron a las víctimas entre el 12 y 13 de enero durante una transacción económica para cambiar dólares por pesos.
Debe recordarse que el criminis causa es el homicidio que se comete para “preparar, facilitar, consumar u ocultar otro delito”, que en este caso, al menos según la teoría fiscal, sería el robo de los millones de pesos de las víctimas.
En la causa se desprende que Ramos, Saucedo y Ochoa no se conocían. Los tres habían llegado al domicilio de Palacios, ubicado en la calle 13 de Marzo al 300 de Capitán Bermúdez, para llevar a cabo el cambio de divisas. Pero nada salió como se preveía y el final fue totalmente distinto. Para la Fiscalía, entre las 22.30 del 12 de enero y las 3.30 del 13 de enero, Lobos y Palacios “atacaron sin remordimiento” a Saucedo, Ramos y Ochoa y la principal hipótesis que se evalúa es que “el móvil fue poder quedarse con la plata que llevaban las víctimas”, admitieron los investigadores a LA NACION.
Sobre el desenlace, se habría establecido que ambos detenidos “atacaron a las víctimas utilizando una maza de tres kilos y una cuchilla marca Tramontina, con mango de madera” para quedarse con los pesos.
La Justicia espera conocer nuevos detalles cuando se lleven a cabo pericias solicitadas a dos celulares secuestrados y a la declaración de más personas que conocerían la operatoria que desarrollaban los acusados.
Por otra parte, la conexión de Ochoa y Saucedo con el dueño de la casa fue, aparentemente, Eber Ramos, que es vecino del empleado metalúrgico en barrio Posta. Ramos, según publicaron oportunamente medios rosarinos, tenía pedido de captura desde mediados de 2022 por estar sindicado como presunto jefe de una banda dedicada a la venta de droga al menudeo en el cordón industrial.
Un dato aleatorio que se conoció en las últimas horas indica que una vez que tuvo lugar el ataque, el pasado viernes por la noche, el padre de Ramos se dirigió al inmueble de 13 de Marzo al 300 - donde fue el ataque - y se llevó del lugar la Ford Ranger blanca que manejaba su hijo. Por ese motivo, la fiscal Paponi pidió un allanamiento en la casa del hombre, ubicada en calle De Los Inmigrantes al 500 de Capitán Bermúdez, donde se incautó su celular y el de su hijo recientemente asesinado.
En la vivienda de 13 de Marzo al 300, de Capitán Bermúdez, fueron hallados el pasado sábado los cuerpos de los tres jóvenes, luego de que sus familiares denunciaran que desde la noche del viernes no tenían noticias suyas.
Al término de la audiencia imputativa, la fiscal Paponi comentó: “Consideramos que fue un intercambio de pesos por dólares y el móvil fue poder quedarse con la plata que llevaban las víctimas”. Además, aclaró que la investigación tiene varias medidas pendientes, como el peritaje de celulares secuestrados y entrevistas. También detalló que en la escena del triple crimen no se encontró los teléfonos celulares de dos de las víctimas y que se hallaron dos bolsos con dinero: uno con cuatro millones y otro con 500 mil pesos.
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