Barras bravas: las mafias del fútbol se ramificaron a entraderas y narcotráfico
En los últimos 18 meses fueron arrestados 52 integrantes de 15 violentas hinchadas por delitos que expusieron su actividad fuera de los estadios de fútbol
Para ellos, manejar la barra brava de un club implica mucho más que tener un lugar de privilegio en la tribuna. Comandar ese grupo de violentos hinchas les da poder y estructura para armar organizaciones que se dedican a cometer extorsiones y entraderas y que también son empleadas por el narcotráfico y como fuerza de choque de algunos políticos y empresarios.
Esa relación entre barras y delito quedó expuesta claramente en la estadística de capturas. En los últimos 18 meses, la policía bonaerense apresó a 52 barrabravas de 15 equipos acusados de hechos que excedían al ámbito de los estadios de fútbol. Entre los presos hay barrabravas de Independiente, River, Boca, Temperley, Banfield, Tristán Suárez, Estudiantes, Defensa y Justicia, Tigre, Quilmes, Chacarita, Los Andes, Arsenal, Almirante Brown y Talleres de Remedios de Escalada.
"Las barras bravas son mafias dentro del fútbol y hay que combatirlas como tales. En los últimos años sumaron una nueva actividad delictiva: la venta de drogas. Quien comanda la barra brava se queda con el territorio para cometer delitos y con la posibilidad de negociar con la mala política", explicó Juan Manuel Lugones, director de la Agencia de Prevención de la Violencia en el Deporte (Aprevide).
Por los delitos cometidos fuera de las canchas, algunos jefes de las barras bravas se convirtieron en personajes millonarios.
La barra brava aporta la estructura y el poder de movilizar a "soldados" para el narcotráfico, como en los casos de Almirante Brown y Tristán Suárez; para la extorsión, tal como se detectó en Independiente; para las entraderas, como ocurría con Temperley, o para la piratería del asfalto y los homicidios, como pasó con una facción de la hinchada de Boca y con un grupo de River.
Las mayores estructuras desbaratadas por la Justicia y por la policía bonaerense corresponden a barras bravas de Independiente, Boca y Talleres de Remedios de Escalada.
En el caso de Independiente, están detenidos con prisión preventiva confirmada Pablo Alejandro Álvarez, alias Bebote; César Andrés Godoy, alias Pucho; Damián Lagarone; Gabriel Adrián Bertone, alias Tano de Gerli, Adrián "Tortuga" García; Roberto "Polaco" Petrov, y Eduardo d'Aquila. En este caso, también fue apresado el exvicepresidente de Independiente Noray Nakis.
Todos fueron acusados por el fiscal general adjunto de Lomas de Zamora, Sebastián Scalera, y el juez de Garantías Gabriel Vitale de integrar una asociación ilícita que se dedicaba a extorsionar a futbolistas, directores técnicos y a los comerciantes que armaban los puestos en las adyacencias del estadio Libertadores de América.
La denuncia que inició la investigación que terminó con las detenciones de los barrabravas de Independiente fue realizada por Lugones, quien se había enterado del episodio en el que Álvarez le exigió US$50.000 al técnico Ariel Holan.
Cuando el juez Vitale describió la estructura de la asociación ilícita, puso al descubierto el sometimiento de un sector de los dirigentes a los barrabravas, donde el jefe de la banda era Álvarez y el vicepresidente del club, Nakis, figuraba como integrante de la organización.
"Tanto la gobernadora María Eugenia Vidal como el ministro de Seguridad bonaerense, Cristian Ritondo, fijaron una línea de trabajo para combatir contra las barras bravas. Coincidieron en que no era suficiente con prohibirles el ingreso en las canchas. Había que combatir a estos grupos violentos de forma idéntica a como se lucha contra estructuras mafiosas", explicó Lugones.
Dinero y armas
Las detenciones del Polaco Petrov, de la barra brava de Independiente, y de Miguel Ángel Tuñinali, de Banfield, expusieron el poder económico de estas organizaciones. A Petrov le secuestraron $4.000.000 en su quinta de Moreno.
En el caso de Tuñinali, alias Miguelito, uno de los oficiales que participaron en el allanamiento en su casa recordó: "No tenía ninguna actividad comercial ni laboral declarada, pero en su vivienda guardaba una camioneta Jeep, cuatriciclos y era el dueño de media manzana".
Además de Tuñinali, también fue apresado su ladero en la hinchada de Banfield: Gastón "Pelado" Aralda. La matriz delictiva que usaban los barrabravas de Banfield era la que aplicaba la organización que funcionaba en Independiente. También hubo barrabravas que usaron la estructura de la hinchada para el narcotráfico. Este fue el caso detectado en las hinchadas de Almirante Brown y Tristán Suárez.
Víctor Oblander, alias Negro Víctor, señalado como jefe de "la banda del Monstruo", una facción de la hinchada del club de Isidro Casanova, fue detenido en marzo de 2017 acusado de su presunta responsabilidad en el asesinato de Isaías Rusac Valdez, integrante del sector "los de siempre".
La barra brava de Almirante Brown está dividida en cinco sectores. Jesús "Pucho" Carrizo es el jefe de una de esas facciones, conocida como los Dengues. Actualmente, está preso, acusado de homicidio. Carrizo aparece vinculado a funcionarios de la Municipalidad de La Matanza y fue imputado de un ataque al exdiputado Sergio Massa. Según fuentes policiales, varios de los integrantes de los Dengues fueron detenidos en abril pasado, acusados de narcomenudeo.
Otra barra brava dedicada al narcotráfico se había instalado en el club Tristán Suárez. A mediados del mes pasado, la policía bonaerense apresó a Fernando Chacón, alias Nando, líder del grupo violento de la hinchada del equipo de Ezeiza. Al intentar escapar de la policía, Nando se refugió en la casa de José Luis Amarilla, hermano del expresidente del Concejo Deliberante local.
Integrantes de la barra brava de Temperley, en cambio, fueron apresados hace diez días por cometer entraderas.
Rivales unidos por un exjuez
El antagonismo deportivo entre Gimnasia y Estudiantes quedó de lado cuando parte de sus barras fueron unidas en una organización criminal. Así lo establece la investigación que mantiene en prisión a César Melazo, el exjuez de Garantías platense que es señalado como responsable de una banda integrada también por policías y barras de los dos equipos de La Plata. Los hinchas violentos eran utilizados, sin importar sus colores futbolísticos, como mano de obra para entraderas en procura de millonarios botines. En ese expediente es investigado, además, el camarista Martín Ordoqui.