El transbordador de La Boca no pudo completar el viaje por una manifestación
Volvió a funcionar, por única vez, después de 57 años; participaron 30 vecinos
Fue una larga espera. Pero hoy, después de 57 años de total inmovilidad, el puente transbordador Nicolás Avellaneda del barrio de La Boca volvió a ponerse en marcha, en principio por única vez, sobre el Riachuelo ante la expectativa de vecinos y curiosos.
Sin embargo, la fiesta no fue completa. Se suponía que la barquilla volvería a unir las costas de la ciudad con la isla Maciel, en el municipio de Avellaneda. Pero como había una manifestación del lado de la provincia, donde argumentaban que no habían sido invitados a la inauguración, los organizadores decidieron acortar el trayecto del viaje sobre las aguas del Riachuelo. Poco después de pasar la mitad del recorrido, el vagón colgante regresó al lugar de partida con los primeros 30 vecinos que salieron sorteados para disfrutar de la experiencia. El trayecto, que duraba poco más de cuatro minutos, se redujo a tres.
Silencioso y a paso lento. Así se movió el transbordador. Aún se podía percibir el olor de la pintura renovada en el interior de la barquilla. María Acuña lloraba de emoción. “Volví a revivir mi niñez”, dijo la mujer mientras se secaba las lágrimas. Abuelos y nietos compartían anécdotas y muchas fotos.
Recuerdos
“Estuvo muy lindo”, dijo a LA NACION Silvina Antón Giovanni. Cuando recibió la noticia de que había sido una de las 30 ganadoras del concurso de Participación Ciudadana para cruzar hasta la isla Maciel llamó a su amiga del trabajo Sandra Torreyra y no dudó en invitarla a revivir la historia con ella. “Se trata de la revalorización de nuestro patrimonio. Es parte de nuestra identidad”, agregó la mujer, orgullosa de ser vecina del barrio de La Boca.
Para Luisa Soria no parecía que hubieran pasado más de cinco décadas. Conservaba nítidamente en su memoria aquellas imágenes cuando ella tenía seis años y su mamá la llevaba a cruzar el Riachuelo. “Cruzaban carros y caballos, y para las personas dejaban una especie de paso peatonal a los costados [de la plataforma móvil]”, detalló como si lo estuviera viendo. Y hoy quería volver a revivir esos momentos. Para ello, eligió a su marido como acompañante. “Ojalá que permitan otros viajes así para traer a nuestros nietos”, dijo él.
Otra manifestación de vecinos
La reinauguración también estuvo acompañada de otra manifestación. Desde hace dos meses, unas 30 familias permanecen acampando sobre la avenida Pedro de Mendoza luego que un hombre quemara adrede la habitación de su pareja en un conventillo y el fuego se propagara a todo el inmueble. Ante la presencia de Larreta los damnificados reclamaron una solución, pero el titular del Ejecutivo porteño sólo se abocó al acto del transbordador.
Los vecinos que viajaron en la reactivación del transbordador se lamentaban por haber quedado en medio de una disputa política entre Nación, Ciudad y el municipio de Avellaneda. Pensaban llegar a la otra costa, para unir los dos puntos tal como había sido el origen de la imponente obra de ingeniería, pero no fue posible. Había dos actos por separado.
Sólo los representantes de países con otros transbordadores similares pudieron recorrer el Riachuelo de un lado a otro más tarde, cuando el viaje inaugural ya había pasado.