Explosión en Ezeiza: sospechan que un barril de fósforo roto podría haber desencadenado el siniestro del parque industrial
Así surge de los peritajes de la Policía Ecológica Bonaerense; siguen las investigaciones y la recolección de elementos para confirmar la razón del incendio
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El foco de la investigación por la explosión en el Polígono Industrial Spegazzini está puesto en Logischem S.A., la empresa donde se confirmó que se originó el siniestro dentro del complejo fabril ubicado a la altura del km 45 de la Autopista Ezeiza - Cañuelas.
Lo primero que se pudo determinar es que hubo un incendio dentro del depósito químico y, tiempo después —aún no se sabe pudo determinar cuánto—, se produjo el estallido que desató el desastre. Tras los primeros peritajes, de los que participan las policías Federal (PFA) y Bonaerense, se pudo saber que la fuerza provincial halló presencia de fósforo, un elemento químico autoinflamable, aparentemente por la rotura de un barril.

“Lo que la provincia detectó es la presencia del fósforo. El día del incendio (viernes 14 de noviembre) habían estado haciendo movimiento de barriles con material de fósforo, y uno se rompió. Aunque se limpió, aparentemente, no habría sellado bien y quedaron restos [de ese material químico], que en algunas condiciones es autoinflamable. En principio sería ese movimiento de fósforo y la pérdida de uno de los barriles [los desencadenantes de la explosión]”, surgió de la pericia que hizo la Policía Ecológica de la Bonaerense, según le confirmaron a LA NACION fuentes vinculadas con el Municipio de Ezeiza.
La fiscal a cargo de la investigación del suceso, Florencia Belloc, de la UFI 1 de Ezeiza, encabeza hoy la segunda jornada de peritajes, que comenzó ayer a las 10 y concluyó a las 20. Hoy es el turno de la Superintendencia de los Bomberos de la PFA. “Trabajan los peritos federales, así que hay que esperar a ese informe para sacar conclusiones”, indicaron ante la consulta de este medio.
Poco después del mediodía, el intendente Gastón Granados hizo una nueva visita al predio. En paralelo, en la sede fiscal ayer se le tomó declaración a testigos y empleados, un procedimiento que continuará durante la jornada de hoy.
“Sí, la empresa tenía fósforo adentro, muchos de estos barriles explotaron. Algunos quedaron todavía en una de las naves, así que ahora la fiscal va a determinar en qué momento extraerlos para sacar el peligro de ahí y que también sirvan de peritaje”, explicó Granados consultado en torno de la primera versión de la causa que surgió de la investigación.

En paralelo, el intendente anticipó que en las próximas horas se liberará el acceso al complejo, donde desde el viernes se montó un fuerte operativo de control policial. “Se va a abrir el ingreso al Polígono para que pueda funcionar normalmente y algo muy importante que son las industrias que están alrededor de donde se inició el fuego ya pueden entrar y empezar la limpieza y reconstrucción”, amplió el intendente de Ezeiza.

Por último, Granados —que ayer ya había anticipado una exención impositiva para las industrias damnificadas— anticipó que el municipio y del gobierno provincial mantendrán una reunión esta tarde con los propietarios de las cinco plantas con mayores daños.

“Desde el municipio los estamos acompañando desde el primer día y hoy a las 4 de la tarde nos vamos a reunir en la Municipalidad con los cincos empresas que más sufrieron, con el presidente del Banco Provincia (Juan Cuattromo) y el ministro de Infraestructura Bonaerense, Augusto Costa”, cerró.
Cinco empresas devastadas
La empresa Logischem, perteneciente al grupo Fizbay Logística S.A, antes de quedar reducida a cenizas, era un galpón destinado a servicios logísticos y acopio de insumos para la industria química y la explotación minera. Su presidente es Pablo Martín Celhabe y el vicepresidente es Horacio Héctor Fiz.
De acuerdo con la información de la empresa en su perfil en LinkedIn, ofrece servicios de “almacenaje, distribución, fracción y mezcla”, además de contar con “vigilancia mediante monitoreo las 24 horas”. Las cámaras de seguridad que se puedan recuperar serán claves para el trabajo de reconstrucción del siniestro.

Tras el estallido, el fuego barrió a otras cinco plantas lindantes a Logischem, además de los daños edilicios que se registraron a varios kilómetros a la redonda por la onda expansiva. Las otras empresas que perdieron todo o casi todo son: Larroca Minera, especializada en el suministro de neumáticos OTR y servicios operativos para maquinaria pesada en minería a cielo abierto; “El Bahiense”, dedicada a aditivos de alimentos; “Lagos Plásticos”, de fabricación de envases químicos, agroquímicos, limpieza, piscinas y productos alimenticios, entre otros; “Almacén de Frío”, del rubro de refrigeración de mercadería en tránsito, y Iron Mountain, que almacena documentación de la administración pública.

Mientras los peritos trabajan para precisar los tiempos y la mecánica del siniestro, Logischem quedó en el centro de todas las miradas. Las conclusiones preliminares deberán determinar si la secuencia —el incendio inicial, la explosión y la posterior propagación del fuego— responde a una falla interna, a una mala manipulación de sustancias químicas o a otro factor que aún está bajo investigación. Las próximas pericias serán claves para reconstruir el minuto a minuto de una noche que terminó con seis empresas destruidas y severos daños en toda la parte más antigua de la zona industrial de Ezeiza y los alrededores.
“Todo es fierro retorcido”
En la entrada principal al Polígono Industrial Spegazzini, a la que se accede por la colectora de la autopista, una de las fábricas más próximas es la de Plásticos Lago. Una vez controlado el incendio, sus camiones volvieron a operar en el lugar para cargar la poca mercadería que sobrevivió. Uno de ellos con el parabrisas roto, producto de los daños de la onda expansiva.
“La producción está totalmente destruida y se está entregando lo poco que quedó del incendio. Había dos galpones inmensos llenos de mercadería y quedaron devastados, todo es fierro retorcido”, relata Ángel Ortiz, chofer de la compañía, donde hace distribución arriba de un MB 710.
Plásticos Lago es propiedad de Juan Manuel Lago, la pareja de Alejandra Maglietti. La empresa fue fundada por su padre tiempo atrás y se radicó en el complejo industrial de Spegazzini. Cuando murió, Juan Manuel Lago quedó a cargo de la compañía junto con su hermano. “Los dueños vienen bien de abajo e hicieron todo esto con mucho sacrificio”, dice este empleado de 54 años, quien remarcó que “acá se trabajaba las 24 horas divididas en tres turnos, por lo que había gente adentro en el momento de la explosión, que por suerte no dejó víctimas mortales”.
De esta compañía, señalan, dependen alrededor de 100 familias. “No sabemos qué va a pasar, estamos destruidos”, se lamenta Ángel, que muestra un trozo de hierro fundido que pudo recolectar tras el estallido. “Esto cayó arriba del techo de la empresa. Esto quemándose, traspasa cualquier cosa”, cuenta. Desde el fondo del parque industrial aún se divisa un hilo negro, el último foco que queda activo, producto de la combustión de bolitas de plásticos, que luego se convierten en PET y finalmente en botellas. Al lado de uno de los galpones, de la estructura completamente vidriada de las oficinas de tres pisos de Lago, quedan las ventanas colgando, rajadas o arrancadas.
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