Certificados de discapacidad truchos: 13 denunciados podrían recibir seis años de prisión

Se ven pegados a los costados de la chapa patente de los vehículos y aunque la mayoría son azules y blancos, se pueden detectar de otros colores y diseños. Tienen el símbolo de la silla de rueda Sin embargo, son falsos. Forman parte de la viveza criolla para facilitar la circulación y el estacionamiento y su adulteración está tipificada como un delito que podría terminar con una pena de hasta seis años de prisión.

Se trata del Símbolo Internacional de Acceso y del Certificado Único de Discapacidad y su mal uso y adulteración quedó en evidencia con un informe emitido en Telefé el año pasado, transformándose en el disparador para la realización de controles de tránsito con el fin de detectar irregularidades de este tipo. Así en diversos operativos que incluyó la participación de la Justicia porteña, la Secretaría de Transporte y Tránsito y la Agencia Nacional de Discapacidad (Andis) se detectaron al menos 13 personas que cometían delitos sancionados por el Código Penal de la Nación. En los próximos meses deberán someterse a juicio para conocer su sentencia.

Los controles se realizaron en forma aleatoria en las comunas 4, 8 y 9 entre el 15 de noviembre y el 15 de diciembre pasados para detectar la utilización de obleas falsificadas. Las originales las entrega la Andis y son intransferibles. Como lo mostraba el informe televisivo, los stickers y certificados truchos viajaban en autos de alta gama, de valor medio, de transporte de pasajeros y de logística. Todos adulterados.

Las personas con discapacidad beneficiarias del Símbolo Internacional de Acceso no necesitan colocar calcos en los vehículos cómo suelen verse a menudo en la calle. Les basta colocar las obleas en el parabrisas delantero y la luneta trasera del vehículo para que agentes de tránsito o de la policía identifiquen los permisos.

"Estas personas irán a juicio y les quedará un antecedente penal. La gente lo ve como una avivada, pero es grave porque se trata del abuso de una situación de beneficio para personas con discapacidad". Carlos Rolero Santurian, titular de la Fiscalía N°31

Con la primera exposición pública que tuvo el tema, el año pasado, cinco personas fueron detenidas e imputadas por utilizar las obleas adulteradas, como así también un empleado de una de las empresas de grúas de acarreo, que vendías esas obleas, y un agente de tránsito de la ciudad. Además las oficinas de Dakota-STO y BRD-SEC, las dos empresas de acarreo, fueron allanadas.

La investigación de oficio la inició el titular de la Fiscalía Penal N°31, el fiscal Carlos Rolero Santurian, que también tomó intervención en los controles de tránsito realizados a fin de año. "Tratamos de determinar el origen de esos certificados y si se habían producido en forma masiva. Logramos saber que no había un lugar específico ni una organización criminal detrás, sino que se trataban de adulteraciones muy burdas con fotocopias, escaneos o impresiones en color. Todo daba cuenta que lo hacía cualquier persona", contó el fiscal en diálogo con LA NACION.

Rolero Santurian explicó que las adulteraciones de los símbolos destinados a personas con discapacidad constituyen dos delitos tipificados en el Código Penal de la Nación. Uno de ellos, el 292, castiga a quien falsifique un documento público nacional; el otro, el 296, a quien lo usa a sabiendas que es apócrifo. Las penas establecidas van de uno a seis años de prisión y para los 13 casos, según adelantó el fiscal, no se pedirán probation, es decir, tareas comunitarias.

"Estas personas irán a juicio y les quedará un antecedente penal por el uso de un documento adulterado. La gente lo ve como una avivada, pero es grave porque se trata del abuso de una situación de beneficio para personas con discapacidad", agregó el funcionario. Los operativos para controlar estos delitos se repetirán en marzo próximo en diferentes zonas de la ciudad. Al mismo tiempo, podrían establecerse las fechas para el inicio de los juicios.

El Símbolo Internacional de Acceso es un documento otorgado por la Andis e identifica al vehículo en el que se traslada una persona con discapacidad. La oblea está asociada a la persona y no al vehículo, ya que el documento posee los datos y fotografía de la beneficiaria y puede ser usado en cualquier automotor en el que se traslade. El año pasado, en todo el país, se otorgaron 30.159, de los que 7563 pertenecen al ámbito de la ciudad.

"La adulteración y el uso indebido de documentos oficiales siempre es repudiable, pero en estos casos aún más porque es un beneficio destinado a facilitar la vida cotidiana de personas con discapacidad". Alejandra Frey, directora nacional de Políticas y Regulación de Servicios de la Agencia Nacional de Discapacidad

Para solicitarlo es necesario contar con el Certificado Único de Discapacidad (CUD) otorgado en todo el país a través de juntas interdisciplinarias que evalúan cada expediente de acuerdo a los criterios establecidos por la Andis. Se trata de un documento público, gratuito y voluntario que no es permanente. Los certificados deben renovarse cada diez años; a la fecha hay 1.131.000 CUD vigentes.

"La adulteración y el uso indebido de documentos oficiales siempre es repudiable, pero en estos casos aún más porque es un beneficio pensado y destinado a equiparar y facilitar la vida cotidiana de personas con discapacidad", expresó Alejandra Frey, directora nacional de Políticas y Regulación de Servicios de Andis, que brindó capacitación a los agentes de tránsito para detectar obleas falsas y aportó a la Justicia los listados de beneficiarios con información sobre otorgamientos de los certificados y sus vigencias.

Para completar el trámite del Símbolo Internacional de Acceso, además del CUD, es necesario presentar el DNI (los menores deben sumar el DNI de sus padres). Para las renovaciones se tienen que entregar las obleas próximas a vencer, las originales y las copias. Los turnos se solicitan online en www.argentina.gob.ar y el día que fue asignado la persona debe concurrir a la sede de Andis en Buenos Aires (Ramsay 2250) con toda la documentación.

Con el símbolo el beneficiario podrá acceder al libre tránsito y estacionamiento en lugares exclusivos para personas con discapacidad en todo el país, los países limítrofes y aquellos pertenecientes al Mercosur. Las obleas no deben estar pegadas ni en el parabrisas ni en la luneta trasera, aunque sí apoyadas. Desde el exterior del vehículo sólo deberá verse la firma, la fecha de vencimiento del documento y el código QR, toda información que requerirá un agente de tránsito al momento de los controles. Nunca pedirá un stickers azul y blanco pegado cerca de la patente.