Juan Carlos Calabró, una trayectoria dedicada al humor

Icono del humor argentino, Juan Carlos Calabró debutó en radio a principios de la década del ´60. Su primera participación fue en el programa Farandulandia. En 1962 se incorporó a la TV con la exitosa comedia Telecómicos. Simultáneamente comenzó su carrera teatral, con un papel en Extraña Pareja, de Niel Simon; también tuvo roles en populares teatros de revista, como el Maipo, el Nacional y el Astros.

Su carrera continuó en el programa "Circus Show" de Carlitos Balá, en 1972. En esta década Calabró dio a conocer algunas de sus creaciones más célebres. "La clave de mi carrera fue que yo fui el creador de mi propio muñeco", dijo Calabró años atrás a LA NACION. Con su rol protagónico en Calabromas, en 1978, presentó al país a: "Johnny Tolengo, el Majestuoso", "Gran valor", y "Aníbal, el pelotazo en contra", personajes que marcaron un antes y un después para la historia del humor nacional. El programa fue un suceso durante los años ´80, innovando con diferentes versiones y formatos.

Su próximo éxito indiscutible vino con El Contra, en la década del ´90. El sketch ya había aparecido en Calabromas, y en él, Calabró se dedicaba a provocar a sus invitados, confundiéndolos con otras personas y contradiciendo todo lo que decían. El programa se convirtió en un clásico y volvió a la televisión en el 2003.

Además de su participación en radio y TV, Juan Carlos Calabró filmó 16 películas. Las más destacadas fueron, sin duda, las que protagonizó junto al humorista Juan Carlos Altavista en su papel de MinguitoTinguinella (Mingo y Aníbal, dos pelotazos en contra, Mingo y Aníbal contra los fantasmas, y Mingo y Aníbal en la mansión embrujada). Todas joyas del cine de humor absurdo. También "Johnny Tolengo" tuvo su momento en la pantalla grande con Johnny Tolengo, el majestuoso.

A fines de la década del ´90 y principios de 2000 actuó en los éxitos de El Trece Campeones de Vida y Padre Coraje. Desde el 2005 se alejó parcialmente del mundo del espectáculo, haciendo apariciones esporádicas con obras como Calabró + Calabró, donde el humorista compartía el escenario con su hija Iliana, desplegado el "humor rosa", como él mismo lo definía, ese que caracterizó su inolvidable carrera.