Ostende: La casa de Frondizi, construida en 1935, está a punto de quedar sepultada bajo un médano

"Trato de correr la arena con una pala, pero vuelve, y vuelve. Un día llegó hasta el patio de atrás del "nono", dice con desesperación la sobrina del expresidente Arturo Frondizi, Mercedes Faggionato, heredera y custodia de la histórica casa de veraneo del exmandatario sobre la playa de Ostende. Se trata de una pequeña casilla de madera construida hace casi nueve décadas que está punto de quedar sepultada bajo un médano de 17 metros de altura.

De acuerdo a un informe del Frente Marítimo Pinamar, la situación es preocupante: "La construcción se encuentra rodeada de un enorme volumen de arena viva y la altura de la duna supera a la de la casita. Además, se halla emplazada en un sector de playa de Mar de Ostende que es una zona de acumulación de arena, donde el ingreso de ese material hacia el continente es constante", alerta el organismo, luego del relevamiento realizado por medio de drones en abril pasado, y al que tuvo acceso LA NACION. Allí se observa el montículo desplazarse desde el sur y el sudeste hacia la casilla.

Para Faggionato, la montaña de arena se convirtió en una amenaza real. Ella vive a tan sólo cuatro metros de la endeble casa y, día a día, observa crecer a esa duna desde la ventana de su propio hogar, una construcción de tan sólo 30 metros cuadrados, levantada sobre pilotes de madera. También observa cómo el enquinchado colocado por el Municipio de Pinamar en el 2018 sirve de poco y nada. Las alicaídas ramas también están por desaparecer bajo la arena.

Para salvar el lugar, declarado Monumento Histórico provincial, la mujer conformó con un grupo de vecinos la Asociación Amigos de la Elenita. Desde 2015, sin suerte hasta ahora, piden ayuda a los gobiernos provincial y municipal. Un total de cuatro ordenanzas y declaratorias deberían proteger el sitio, sin embargo adolece de un plan integral de conservación, advierte Faggionato.

En marzo de 2019, la asociación presentó a la intendencia de Pinamar, a la cual pertenece Ostende, un proyecto de recuperación diseñado por profesionales especialistas en dinámica costera. "Sin embargo, el plan conoció varios cajones de la administración municipal. No es cierto que luchamos contra algo imposible de frenar como un médano, ni que no se puede hacer nada", dice Faggionato, que solicita firmar cuanto antes un convenio de mantenimiento con la autoridades locales.

Según la sobrina del matrimonio de Frondizi con Elena Faggionato, poseedora y propietaria del bien, turistas de todo el mundo se acercan a conocer el sitio promocionado desde la propia intendencia. "Mandan una combi con un guía, pero no hacen nada cuando les pedimos que corran la arena", se lamenta. "El enquinchado instalado por la Municipalidad de Pinamar en el 2018 nunca resultó efectivo y el problema se podría resolver con un equipo de expertos, sin elevados costos", concluye.

La Casa Elenita, ubicada en la Rambla Sud entre las calles Anvers y Estocolmo, fue construida en 1935. La construyó el propio Frondizi junto con su familia. Se llama Elenita en honor a su única hija. Además de Monumento Histórico Provincial, fue declarada Edificio Histórico Patrimonial del Partido de Pinamar, y de Interés Municipal junto a la declaratoria de Vecino Ilustre de Frondizi, presidente entre 1958 y 1962.

Modelo de construcción sustentable

Durante muchos años fue el lugar de descanso y estudio del mandatario desarrollista y su familia. Hoy se considera un modelo de construcción sustentable entre dunas, única en su tipo que logró sobrevivir desde aquella época.

Más allá de las críticas de la Asociación Amigos de la Elenita, la preservación de la casilla abarca un conflicto de larga data que, además de la cuestión patrimonial, alcanza leyes vinculadas al medio ambiente. Samanta Anguiano, Secretaria de Paisaje y Medio Ambiente de Pinamar, explica que el cordón dunícola el cual la rodea, es imposible remover por completo, y existe legislación que lo prohíbe.

"Es como si se colocara una cabaña encima del glaciar Perito Moreno y que un particular, bajo el argumento de protección del patrimonio histórico, quisiera trasladar el glaciar para no afectar la vivienda. Por eso desde el Municipio creemos que es menester realizar una etapa de estudios previos, los cuales fundamenten las ventajas y desventajas de una intervención. Una intervención que debería garantizar la preservación del monumento sin alterar la dinámica litoral", señala Anguiano.

De todos modos, según la funcionaria, periódicamente personal municipal remueve gran parte de la arena, a veces con máquinas, a veces manualmente, dependiendo del movimiento. Respecto al enquinchado explicó que sirvió "como experiencia para evaluar el efecto generado a partir de una nueva orientación de los enquinchados o dune fencing".

Sin embargo, agregó que debido a la dinámica de la arena, todo tipo de obstáculo va a generar una captura de más arena: las plantas y otras defensas colocadas alrededor de la casilla, acentuaron este el proceso de acumulación. Incluso la presencia de la propia vivienda provoca la acreción de la arena, alzando aún más y más la duna, alertó.

Respecto al informe que Faggionato le entregó en mano al intendente Martín Yeza, desde la Secretaria de Paisaje respondieron: "Tan sólo se trató de un petitorio. Estamos esperando que la Asociación Amigos de la Elenita nos presente una propuesta alternativa formal, para conocer cuál es el proyecto que ellos desean, y así poder trabajar juntos en pos del inmueble sin generar un daño en el sistema de dunas".

Por su parte, desde la Dirección Provincial de Patrimonio Cultural afirmaron realizar "tareas de actualización museográfica y conservación en la construcción", y que con el municipio de Pinamar acordaron a futuro trabajos de mantenimiento para controlar el médano. "La Provincia tiene cerca de 600 bienes patrimoniales entre los declarados por normativas provinciales y nacionales, y es intención de este gobierno el trabajo en red de estos sitios", señalaron.

Si se alguna vez se encara un nuevo plan para la salvar la Elenita, será el resultado de un trabajo interdisciplinario de geólogos, ingenieros hidráulicos, biólogos, y abogados especializados en medioambiente, coinciden los expertos. De todos modos no tendrán certeza sobre si finalmente lograrán controlar a la impredecible naturaleza.