Una joven argentina fue premiada por la paz en La Haya y recibió una ovación por su emotivo discurso: “A los héroes de América”
Galia Kademián, una abogada cordobesa de 24 años, fue distinguida por un informe grupal sobre los desafíos para la juventud en toda América; habló ante embajadores e integrantes de la Corte Internacional de Justicia, quienes la aplaudieron de pie
6 minutos de lectura'

El pasado viernes 12 de diciembre, el Palacio de la Paz en La Haya, Países Bajos, se tiñó de celeste y blanco y se convirtió en un escenario emotivo: Galia Kademián, una abogada argentina de 24 años, fue premiada por la Fundación Carnegie por su trabajo -y el de la organización que representa- en la construcción de paz en toda América. Tras haber realizado un reporte que mostró el compromiso del continente, dio un discurso en el que destacó el “heroísmo” de la juventud y generó que embajadores se saltaran el protocolo y se acercaran a abrazarla.
Kademián es cordobesa e integrante de la comisión directiva de la Organización Argentina de Jóvenes para las Naciones Unidas (OAJNU), que cuenta con más de 500 jóvenes en todo el país distribuidos en ocho provincias dedicada a la “construcción de paz”, y también integra la red United Network of Young Peace Builders (Red Unida de Jóvenes Constructores de Paz, según sus siglas en inglés) a través del Equipo de Incidencia Juvenil de las Américas (Am-YAT). Si bien fue premiada por un trabajo grupal, su discurso se viralizó en redes sociales y tuvo una repercusión que ni ella imaginaba.
El Palacio de la Paz de La Haya, que sigue el legado de Andrew Carnegie y donde opera la Corte Internacional de Justicia, no la intimidó, se subió al atril y, parada frente a integrantes del organismo judicial, embajadores y autoridades de Países Bajos, les habló como "una joven cordobesa mirando al mundo”.

Junto con otros jóvenes, Kademián presentó ante la Organización de las Naciones Unidas (ONU) un informe sobre los desafíos para la juventud en toda América y las iniciativas que se llevan adelante para la construcción de la paz, un trabajo a voluntad en el que se abordaron cuatro ejes: la lucha contra la polarización, el activismo de derechos humanos y de ambiente, y la resolución pacífica de controversias o conflictos. Este fue seleccionado por unanimidad por el jurado de la fundación, que lo declaró como una “herramienta estratégica”.
Su discurso estuvo inspirado en la reforma universitaria de 1918 y en el Juicio a las Juntas Militares, en el marco de su aniversario 40. Allí, le dedicó la distinción a “los héroes de las Américas” y citó al Manifiesto Liminar, documento fundacional de la reforma universitaria: “La juventud está siempre en trance de heroísmo”.
En cuestión de tres minutos sintetizó su reporte: juventud americana en pos de paz. En diálogo con LA NACION, la joven contó por qué eligió aquel texto para hablar en su discurso: “Me parece que tiene mucha vigencia. Es una declaración hermosa que tiene una impronta de jóvenes argentinos mirando hacia el mundo y, de alguna forma, yo también me sentí en esa posición”.
“Quise recuperar las palabras del manifiesto y explicar qué es lo que nos caracteriza a nosotros como americanos. Creo que principalmente nos distinguimos por nuestra resiliencia: caer, volver a levantarse, lucha y volver a caer. Esta cosa muy cíclica de ir para adelante. Nos enemistamos y nos enamoramos de alguien y después nos decepcionamos, pero le ponemos garra a todo lo que hacemos”, detalló.
Aunque creía que su discurso iba a generar una reacción emotiva en los presentes, no intuyó que podría ser de la magnitud que fue. El embajador de Armenia -país donde nacieron los abuelos de Kademián- fue el primero en abrazarla al bajar del escenario. Luego, gran parte del público se acercó para felicitarla tanto por su trabajo como por sus palabras.
“Muchas personas vinieron a saludarme en ese momento. Hombres holandeses de 70 años que son del directorio de la fundación, que me decían que nunca habían escuchado algo así”, relató. Incluso, la embajadora de Camerún le pidió tener una copia de su discurso. “Le dije que era muy argentino, pero me respondió que no le importaba y lo quería tener igual, así que se lo pasé”, contó.
La investigación que llevó al premio
El Equipo de Incidencia Juvenil de las Américas recibió el premio Youth Carnegie Peace Prize, que distingue desde hace ocho años -y cada dos- acciones de jóvenes que lideran iniciativas de paz. El reconocimiento fue otorgado por su trabajo llamado Catalizador para el Cambio, que mostraba el informe realizado sobre los desafíos que enfrenta la juventud en toda la región.
La fundación recibió postulaciones de distintos países, sin embargo, declaró como ganadora a la presentación de Am-YAT y justificó: “Trabajar por la paz a veces puede parecer abstracto, y analizar cifras y estadísticas puede parecer un tema árido. Estos jóvenes saben cómo dar vida a las ideas y las cifras en las experiencias cotidianas: cubren las lagunas en la investigación existente sobre juventud, paz y seguridad, la hacen accesible a un público amplio y buscan activamente el diálogo con los responsables políticos”, aseguró el jurado, que votó por unanimidad.
Tal como contó la joven, durante el trabajo de la organización notó que la resiliencia no es una característica argentina, sino también de toda América: “Estamos del otro lado del charco, pero nos pasa lo mismo. También tienen inestabilidad económica, violencia, inseguridad y pobreza. Y todos los voluntarios le ponen todo el amor del mundo y sacrifican un montón de su tiempo para la misma causa”. Por ese motivo decidió hablar al palacio en representación de todo el continente.
“En América no tenemos información en relación a la agenda, un organismo regional o delegados juveniles como la ONU, entonces cuesta conocer algunos mecanismos que se están tratando en el norte global. Por eso surgió el reporte, porque en los procesos de consulta y en las conferencias internacionales falta gente de nuestra región”, afirmó.
De este trabajo participaron 25 jóvenes divididos en 16 organizaciones distintas, con lo cual la fundación destacó la conformación de alianzas para la realización. “Hay una brecha entre lo que hacemos y el reconocimiento y la legitimidad que recibimos. Les gustó mucho esa parte”, concluyó Kademián.
1Una familia de argentinos sufrió un robo en un barrio privado en Chile
2Por la baja matriculación, empiezan los cierres de grados en escuelas públicas porteñas y hay quejas
3Llega la primera ola de calor a Buenos Aires: hasta cuándo dura el fenómeno, según el último informe del SMN
4Qué dijo la madre de Felicitas, la joven argentina que se casó con un estadounidense y ahora podría ser deportada de EE.UU.





