Ya existen tecnologías avanzadas que permiten la comunicación entre el conductor y su entorno; pueden evitar accidentes y salvar vidas, pero los gobiernos siguen poniendo trabas para su implementación
La comunicación es clave para cualquier relación, pero cuando se habla de la relación entre un vehículo y su propietario, prevalece el silencio. Salvo algunas vagas luces de advertencia en el tablero, ciertos sonidos basados en sensores en los últimos modelos, los espejos laterales y los bocinazos, los conductores no tienen la posibilidad de anticipar qué va a pasar en su entorno, y cómo relacionarse con los otros vehículos y peatones del ecosistema urbano.
Una obstrucción en la ruta, dos autos a punto de pasar al mismo carril o una bicicleta que sale de un callejón sin salida unas cuadras más adelante son algunas sorpresas poco gratas que suceden a menudo. La mayoría de las veces el conductor se entera demasiado tarde, y a veces los resultados son fatales.
Sin embargo, se espera un cambio para finales de esta década. Las automotrices están desarrollando sistemas conocidos genéricamente como C-V2X, para que los vehículos se comuniquen entre sí, con peatones, ciclistas, obreros y semáforos. En algunos casos sería a través de sensores portátiles, y en otros a través de teléfonos inteligentes.
Con esta tecnología, un auto cuyos sensores o cámaras detecten un bache podrá avisar a otros conductores, dándoles tiempo para realizar maniobras evasivas. Por otro lado, si un auto está excediendo su velocidad, se podría generar una alerta para que por ejemplo los obreros que estén trabajando en la ruta o calle sepan que un vehículo que va en su dirección; o para avisarles a los choferes escolares que no dejen bajar a sus pasajeros antes de que el auto frene.
“Si bien la seguridad pasiva, como los cinturones de seguridad, y la seguridad activa, como la advertencia de cambio de carril, han mejorado la seguridad de los conductores y pasajeros, las muertes fuera del auto están aumentando”, expresó Anupam Malhotra, director senior de servicios conectados de Audi of America.
Audi está encabezando el trabajo en tecnología V2X, colaborando con el Departamento de Transporte de Virginia y en Alpharetta, Georgia, en pruebas que incluyen vehículos que pueden comunicarse con autobuses escolares, trabajadores en ruta y ciclistas. Los vehículos que probaron este sistema pudieron detectar autobuses escolares parados, vehículos que pasaban semáforos en rojo, trabajadores de obras ruteras y ciclistas en puntos ciegos.
En una demostración reciente de la tecnología en las oficinas de la firma alemana en Oxnard, California, un ciclista equipado con un sensor V2X se cruzó en el camino de un Audi e-tron. Antes de que el conductor pudiera ver al ciclista sonó una señal de advertencia y apareció un ícono en el panel de instrumentos, dándole al conductor tiempo para frenar.
Dichas alertas y advertencias pueden transmitirse en el panel de instrumentos de un auto, en un dispositivo de mano, o en un teléfono inteligente.
Además de aumentar la seguridad, la comunicación del vehículo puede reducir la ansiedad del conductor. En Estados Unidos ya hay varios vehículos marca Audi que pueden comunicarse con los semáforos, visualizando una cuenta regresiva para la luz verde en el panel de instrumentos. El simple hecho de saber cuándo va a cambiar la luz puede ayudar a que el tráfico intermitente sea menos estresante.
Por otro lado, la tecnología V2X también puede usarse para medir las emisiones de dióxido de carbono. En el caso de los vehículos híbridos, esto podría traducirse en que cada vez que se detecta un exceso de emisiones, el auto reciba una instrucción de mantenerse en el modo de conducción eléctrico.
“No puedo imaginar vehículos futuros sin la tecnología V2X”, dijo Ram Lyer, vicepresidente senior de conectividad de Harman International, un proveedor de tecnología de vehículos. “En un contexto en el que la capacidad de atención humana está disminuyendo, estas tecnologías llegan para salvar vidas”.
En qué etapa está la tecnologá V2X
Se espera que la tecnología V2X aparezca en los vehículos a partir del año modelo 2025. Pero hasta que haya una gran población de autos capaces de comunicarse, las conversaciones serán más parecidas a monólogos que a diálogos.
Una noticia positiva: V2X no tendrá un costo adicional. Se trata de una tecnología cooperativa, que no apunta al provecho económico sino a la seguridad, y que no distingue marcas, para que todos los autos puedan comunicarse entre sí.
Si bien los fabricantes y los gobiernos de todo el mundo ven el valor de V2X, y varios se comprometieron con ofrecer dicha tecnología, todavía ninguno proclamó su uso obligatorio.
Algunos vehículos en China ya ofrecen V2X en ciertas ubicaciones y con funciones limitadas, como advertencias sobre posibles colisiones, puntos ciegos, pérdida de control y embotellamientos. En Europa, por su parte, ciertos modelos de Volkswagen ofrecen Car2X, una forma diferente de tecnología V2X; dichos vehículos pueden conectarse en red directamente con otros VW, informándose entre sí sobre situaciones críticas de tráfico, incluidos automóviles averiados y ambulancias que se aproximan.
Por su parte, el gobierno de Estados Unidos había recomendado inicialmente un mandato de tecnología V2X para vehículos nuevos, pero la recomendación fue rescindida durante la administración Trump. Y parte del espectro que la Comisión Federal de Comunicaciones había asignado para comunicaciones V2X fue reasignado para otros usos.
“Hay tantos accidentes que podrían prevenirse con la tecnología de V2X. Y con advertencias avanzadas de embotellamientos y semáforos en rojo que reducen el frenado repentino, también podría mejorarse la eficiencia del combustible”, dijo Maite Bezerra, analista de la industria automotriz y de movilidad inteligente en ABI Research, una firma de inteligencia tecnológica en Londres.
Mientras que en China y Europa, V2X se convertirá en parte del Programa de evaluación de automóviles nuevos (NCAP), y los modelos recibirán puntos por incluir sistemas V2X; en Estados Unidos, la FCC todavía no promulgó las reglas finales que rigen los estándares V2X. En consecuencia, varios fabricantes -incluidos Audi, Ford, Jaguar, Land Rover-, departamentos estatales de transporte y fabricantes de equipos presentaron una solicitud a la FCC para una exención que, de ser otorgada, permitirá que se ofrezca la tecnología C-V2X. La solicitud de exención, presentada en diciembre pasado, aún no ha sido procesada.
Así y todo, los fabricantes decidieron avanzar con su implementación. Audi, por ejemplo, está trabajando con fabricantes de bicicletas y equipos para ofrecer transpondedores V2X para ciclistas y espera comenzar a ofrecer V2X en sus vehículos modelo 2025. “Tenemos que estar listos, no podemos esperar más”, dijo Mark Dahncke, director de comunicaciones de productos de Audi of America y concluyó: “La primera persona que nos envíe una carta diciendo: ‘Me salvaste la vida’, hará que todo valga la pena”.
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