El Arco del Triunfo, envuelto: el sueño de una pareja de artistas que no llegó a verlo
El proyecto del artista búlgaro Christo y su esposa, Jeanne-Claude, había nacido hace seis décadas; ella murió en 2009 y él, en 2020, mientras trabajaba para verlo concretado en París
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“¡Mi querido colega y amigo trabajando con los mitos universales desde el cosmos universal!”, celebró hoy desde su cuenta de Instagram Marta Minujín. Se refería a la concreción del sueño de Christo, artista búlgaro, artista búlgaro famoso por sus monumentales intervenciones urbanas y de land art. Falleció el año pasado, mientras se dedicaba a un proyecto iniciado hace seis décadas que no llegó a terminar: la “envoltura” con tela azul y cuerdas rojas del Arco del Triunfo de la plaza Charles de Gaulle, en París, que fue postergada por la pandemia y finalmente comenzó ayer.
La intervención, titulada El Arco del Triunfo envuelto, París, 1961-2021, fue diseñada por Christo –de apellido Vladimirov Javacheff, pero mundialmente conocido por su nombre de pila- junto a su esposa, Jeanne-Claude Denat de Guillebon, fallecida en 2009. En 1961, tres años después de conocerse en la capital francesa, comenzaron a crear obras de arte temporales en espacios públicos, y en 1985 envolvieron el célebre Pont-Neuf, tras esperar una década para obtener el permiso. En 1995 hicieron lo mismo con el Reichstag, donde se reúne el parlamento alemán en Berlín; en ese caso, la pareja envió cartas a cada uno de los 622 legisladores y realizó innumerables llamadas telefónicas para convencerlos.
La póstuma producción actual, que iba a acompañar una muestra que les dedicó el Pompidou el año pasado, demandó la colaboración de más de mil trabajadores –incluidos 95 escaladores- y se abrirá al público el próximo sábado. Con entrada gratis, durante dos semanas, los visitantes podrán tocar la tela y subir a la terraza para caminar sobre ella, como era la intención de sus creadores. “Comienza a cobrar vida, acercándose más visiblemente al sueño de toda la vida para Christo y Jeanne-Claude”, dijo en un comunicado Vladimir Yavachev, sobrino de los artistas y director del proyecto.
“En 1961, Christo imaginó envolver el Arco del Triunfo; en 1962-1963 plasmó esa idea en un fotomontaje y en 1988, en un collage -sostiene el comunicado difundido desde el sitio oficial christojeanneclaude.net-. En 2017, comenzó a trabajar para concretar este proyecto”, demorado por la pandemia. “Será como un objeto vivo que se moverá con el viento y reflejará la luz. La superficie del monumento se volverá sensual. La gente querrá tocarlo”, explicó el artista, fallecido en mayo de 2020.
Seis décadas después de aquella idea original, el Arco de Triunfo finalmente comenzó a envolverse con 25.000 metros cuadrados de tela azul y 3000 metros de cuerda. Como todos los proyectos de Christo y Jeanne-Claude, no recibió fondos públicos o patrocinios. La inversión de 14 millones de euros que demandó, según Yavachev, se financió con la venta de obras de Christo que incluyeron estudios preparatorios, dibujos y maquetas.
Después de la Torre Eiffel, el Arco del Triunfo es el monumento más representativo de París. De 50 metros de alto y una base de 45 por 22 metros, representa las victorias del ejército francés bajo las órdenes de Napoleón. Su construcción, ordenada en 1806, duró treinta años. A Christo y Jeanne-Claude les llevó el doble de tiempo cumplir su sueño.
“¿Alguna vez impulsó un proyecto que los gobiernos respaldaran con entusiasmo?”, le preguntó alguien del público en el auditorio del Pérez Art Museum Miami (Pamm) a fines de 2018, cuando protagonizó una muestra homenaje treinta y cinco años después de haber impulsado Islas Rodeadas. Esa intervención consistió en bordear con tela rosa, como un “gesto poético”, las costas de once pequeñas islas artificiales de la Bahía Biscayne.
“Ja-más” fue la respuesta. Aunque la pareja proponía financiar la obra con la venta de bocetos, los trámites de aprobación se extendieron durante tres años hasta que se pudo hacer, en mayo de 1983. “Es el único artista parecido a mí”, dijo sobre él en una entrevista con LA NACION Minujín, que ese mismo año presentó en Buenos Aires su Partenón de libros prohibidos para celebrar el retorno de la democracia.
La burocracia, sin embargo, le ganó a varios proyectos de Christo y Jeanne-Claude. Como el muelle inflable que pensaban instalar en el Río de la Plata, similar al que se montó en 2014-16 sobre el lago Iseo, en Italia. “Jorge Romero Brest nos invitó a la Argentina en 1972 -recordó Christo en el PAMM-. Quería que hiciéramos una plataforma sobre la cual se pudiera caminar, pero no se concretó”.
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