San Lorenzo es tricampeón de la Liga Nacional... y ya empieza a extrañar a Gabriel Deck

Desde que volvió a la Liga Nacional, 30 años después de aquella temporada inaugural, San Lorenzo arrasa en el básquetbol argentino. Tres torneos lleva jugados desde entonces, y siempre con el mismo desenlace: la copa en alto y el grito de "¡dale, campeón!" a pleno salto.

Esta vez festejó en Corrientes, gracias a otra victoria larga sobre San Martín, por 72 a 56, la primera de un equipo visitante en una final de Liga que terminó 4-2, con una figura estelar: Gabriel Deck.

Por segundo año consecutivo el santiagueño fue distinguido como el jugador más valioso. Cabeza gacha, humilde, recibió el premio (un balón dorado) en la cancha y los demás jugadores azulgranas lo aclamaron unánimemente. Porque es desde hace un tiempo el mejor basquetbolista nacional en el país y porque "Tortuga" se va. "Si todo anda bien este fue mi último partido, pero ahora no quiero pensar en eso, sino solamente en festejar con mis compañeros y en descansar un poco", declaró a TyC Sports el muchacho de gestos y hablar reposados, capaz de acordarse de sus abuelas "que están en el campo" en su momento de mayor gloria.

¿A dónde partirá el alero de Colonia Dora? Real Madrid, nada menos, se hizo de él. Eso no implica que el campeón español y europeo vaya a alinearlo en la 2018/2019, pero sí que lo quiere en su plantel para algún momento. Facundo Campazzo, a quien la Liga Nacional le quedó chica en 2014, fue cedido por la Casa Blanca durante dos años y hoy es una pieza consolidada en el mejor equipo del Viejo Continente.

Deck se ganó esa chance siendo a los 23 años dominante en el torneo argentino y uno de los recambios más importantes para la Generación Dorada en el seleccionado. Versátil, talentoso, saltarín y vivaz en la cancha, el santiagueño de voz baja y más callado fue de los mejores también anoche, en el sexto encuentro de la serie con San Martín. No estuvo fino en los tiros, pero totalizó 21 puntos (4 de 10 en dobles, 1 de 5 en triples, 10 de 12 en libres), 13 rebotes y una asistencia, amén de una pérdida y una tapa recibida. Jugó casi todo el partido: 37 minutos. Y volvió a contar con la compañía de un extranjero para liderar a San Lorenzo, en este caso, la del cubano Javier Justiz Ferrer (18 tantos, 13 recobres, 3 bloqueos y 1 pase-gol en apenas 20 minutos).

El campeón fue muy fuerte como local y en la tercera oportunidad fuera de casa logró quebrar a San Martín. Así, contundente, autoritario en la segunda mitad (33-20), decidió el cruce de seis encuentros en el que los últimos tres se resolvieron con más de 15 tantos de diferencia.

Ahora dirigido por Gonzalo García (reemplazante de Julio Lamas), San Lorenzo alzó su segundo trofeo grande en 2018, tras el de la Liga de las Américas. En el debe le queda solamente conquistar la Copa Intercontinental, algo factible si se considera que en una gira por España se impuso no hace mucho a Real Madrid y a Barcelona. Plantel de alta calidad no le falta, por cierto: cuenta con Deck, Justiz Ferrer, Dar Tucker, Marcos Mata, Selem Safar, Nicolás Aguirre, Mathias Calfani, Matías Sandes, José Vildoza... Una constelación para el ámbito doméstico. Un dream team que cada vez que empieza la Liga da sensación de que la pelea fuerte será por el segundo puesto.

Por ahora, siempre respondió San Lorenzo a la presión que eso conlleva. Es cierto que la final le cuesta cada año un poco más (4-0 a La Unión en 2015; 4-1 a Regatas Corrientes en 2016, ya con estadio propio en Boedo, y este 4-2 frente a San Martín, en la primera definición resuelta fuera de Buenos Aires) y que ya no tendrá a su formidable Deck. Tanto como que en los registros de la treintañera Liga Nacional ya aparece con tres coronas. Y amenazando obtener una cuantas más.