Mandinha contó cómo conoció a “Dibu” Martínez y por qué rechazó el primer mate que le ofreció: “Pensé que era agrandado”

Amanda Mandinha Gama es la esposa del arquero de la selección nacional Emiliano Dibu Martínez. En un diálogo íntimo con Jesica Cirio para el ciclo Mujeres de la Selección (Telefe), la mujer, nacida en Londres pero de papá portugués y mamá brasileña, contó cómo se inició su historia de amor con el golero y reveló cuál fue su primera impresión al conocerlo. “Pensé que era un agrandado”, confió la mujer, que además expresó lo que pensó la primera vez que vio a su actual pareja con un mate en la mano.

La esposa de Martínez, con quien tiene dos hijos, narró la secuencia de cómo conoció a su actual marido con un español muy fluido, pese a no ser su lengua materna, y, especialmente, con un genuino encanto. “Mis padres tenían un restaurante en Londres, que era conocido por los jugadores del Arsenal y él (Dibu) empezó a venir cuando tenía 17, 18 años. En esa época yo estaba en la universidad y venía a trabajar al restaurante para ayudar a mis papás. Entonces, los fines de semana estaba Emi”, arrancó su historia Mandinha, que cuenta con 31 años.

En efecto, el arquero que el pasado viernes se puso el traje de héroe cuando detuvo dos ejecuciones en la definición por penales contra Países Bajos para pasar a las semifinales del Mundial de Qatar, estuvo en el equipo de los cañoneros entre al año 2009 y, con algunas intermitencias y préstamos, hasta el 2015.

“Él fue muchas veces (al restaurante) y yo estaba trabajando. Era muy tímido. Y yo también, un poco. Yo conocía a un amigo de él y yo lo vi varias veces por la calle y como él es sudamericano pensé que me podía saludar”, continuó su relato Mandinha, que, como tiene a su madre brasileña, posee el pasaporte de ese país, y el de Inglaterra.

“Mi departamento quedaba al lado del de Emi. Yo caminaba para ir a trabajar y pasaba caminando delante de él, y le pregunté a su amigo: ‘¿Por qué cada vez que me ve baja la cabeza?’”, relató la mujer, y reveló, entre risas: “Yo pensaba que era agrandado, ¿entendés? Porque no te cuesta nada decir ‘hola’”.

“Empezó así, porque yo hablé con su amigo y al final Emi me mandó un mensaje para decir: ‘No soy agrandado, tengo vergüenza, pero si querés vamos a tomar un café' -añadió Mandinha-. Y le dijo: ‘No, vení a mi departamento, tomamos un café'. Y bueno, tomamos un café, después salimos a cenar varias veces”.

“¿Lo sentiste agrandado?”, inquirió Ciria y la respuesta de la mujer del Dibu fue inmediata: “No, al contrario”. Luego contó sus primeras impresiones: “La primera vez que entró en mi casa me acuerdo que era tan alto que yo pensé: ‘No puedo estar con él, es super alto, yo soy chiquitita’. Cuando entró me quedé como: ‘¡Qué grande que es!’”.

Más adelante, con unas palabras que dejaban traslucir el auténtico amor de ella hacia el arquero de la selección, Mandinha lo describió: “Él siempre fue muy dulce. Es muy lindo. Siempre pensé que era el más lindo del mundo. Pero siempre fue tan dulce conmigo. No es una persona que te regala cosas caras. Te da una flor, me escribía cartas. Tengo sus cartas guardadas”.

Más adelante, ante una pregunta de la conductora sobre si el arquero que actualmente milita en el Aston Villa de la Premier League había aparecido en las primeras citas con su mate, ella sorprendió con su respuesta: “La primera vez que vi el mate pensé que era algo ilegal”.

Más tarde, dijo que Dibu le había ofrecido que lo probara y le dijo que era algo normal en la Argentina. “Y lo probé y era horrible”, dijo Mandinha sin falsa amabilidad, aunque luego agregó: “Pero ahora yo tomo mate con él”.

“El Dibu fue papá y no pudo ver a la hija”, la historia detrás de la frase de Messi

Mandinha y el Dibu Martínez tienen dos hijos: Santi, de 4 años y Ava, de 2. En otra parte de la charla con Jesica Cirio, la mujer del portero de la selección nacional narró lo difícil que fue la llegada de su primer hijo y la particularidad del parto de la segunda, como una manera de demostrar que no todo es color de rosa para las parejas de los futbolistas de elite.

“Tuve al bebé (Santi) en un hospital público (en Londres), me hicieron esperar 30 horas. 30 horas de trabajo de parto y después me dejaron para esperar, esperar, esperar, y el corazón de Santi se paró. Y después fue cesárea de emergencia. Fue muy duro para mí y fue un año muy difícil para mí”, contó la joven.

“No sé si fue porque fue el primero y ahora entiendo más porque yo era una persona que trabajaba, tenía libertad, viajaba mucho y después de tener un bebé te sentís un poco presa. Con Ava, ahora que la tuve, aprendí que no fue por eso. Con Ava tuve un parto bien, y estaba feliz”, añadió Mandinha, que luego contó una situación especial que tuvo cuando dio a luz a la más pequeña de la familia Martínez, en julio de 2021.

La mujer contó que, por causa del Covid-19, ella estaba en la clínica solamente con su mamá. El asunto fue que Dibu Martínez, en esos días, estaba en Brasil disputando la Copa América que finalmente ganó la Argentina, de modo que solo pudo vivir a la distancia el nacimiento de la pequeña Ava. “Emi estaba en todo momento, porque en el hospital me dejaron tenerlo a él en Face Time y sentí que él estaba, por eso fue muy lindo”.

Luego, Mandinha describió lo que hacía el arquero del seleccionado en el momento en que su hija estaba llegando al mundo: “El lloraba y no paraba de comer”. Finalmente, el arquero argentino, que ya tiene estatura de ídolo, pudo conocer y tener entre sus brazos a su beba solo nueve días después de su nacimiento.

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