Central volvió a ganar, pero no despejó dudas

ROSARIO.- Cuesta entender por cuál camino transita Rosario Central. Desdibujado, en muchos pasajes, sin concepto, y con poco contagio entre sí. Lejos de aquel equipo seguro y con un rumbo definido. De hecho, el entrenador hizo seis cambios con respecto a la mala actuación de hace una semana ante Vélez, con caída por 2-0 en Liniers.

De hecho, ayer las variantes tampoco le dieron resultado, y en el inicio del segundo tiempo volvió a buscar recursos en el banco de suplentes. Por el resultado final puede interpretarse que alguna respuesta encontró.

"Necesitábamos empezar a ganar, era lo primordial. Ganando todo se ve más lindo y se puede arreglar más fácil. Hay otro clima y estamos acostumbrados a eso", sintetizó Eduardo Coudet, sin dar tantas explicaciones de un partido regular, y tan lejos de su filosofía de juego.

La victoria de ayer puede entenderse por varias razones. Primero, porque guarda un tesoro de jerarquía individual que pocos equipos tienen; segundo, por una cuota de buena suerte (la primera pelota que tocó Montoya fue gol), y tercero, por los errores de Patronato, un rival con escaso nivel de primera.

Central pasó por todos los estados de un equipo de fútbol. Tuvo momentos de control, chispazos de talento en Washington Camacho (que cerró su muy buena tarde con un gol notable), capacidad para acertar en el arco rival y, después, una desconcentración que dejó espantados a sus hinchas.

Central, tras un primer tiempo con pocas luces, a excepción de las intervenciones de Camacho y de Ruben -que sigue negado con el arco en lo que va de la temporada- encontró el gol en una jugada que tuvo dos partes: la combinación entre el volante y el delantero que tapó Costa y, tras el rebote, un grosero error de Márquez -casi hizo un gol en contra en el primer tiempo- que le sirvió la definición en bandeja a Walter Montoya, que había ingresado un minuto antes. Cuando el local aún festejaba el gol, Camacho sacó un zurdazo furibundo que se clavó en un ángulo.

Todo pareció resuelto tras la expulsión de Espinoza, pero Central se complicó solo. Montoya y Ferrari se hicieron expulsar de manera irresponsable y el ambiente se puso tenso. Llegó el descuento de Patronato a través de Bertochi, que por poco no alcanzó el empate. Y por último la expulsión de Telechea.

En definitiva, la máxima del Chacho se acomoda a la actualidad de Central. Después de una semana difícil, ganó. Y para algunos, eso es lo único que sirve.