

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
“Que 2026 te/nos espera”, lanzó Pablo Toviggino en noviembre desde su cuenta de la red social X. El destinatario era Juan Sebastián Verón, presidente de Estudiantes de La Plata y uno de sus blancos predilectos en la pulseada futbolística y política que el tesorero de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) desató hace más de tres años contra aquellos que no se alinean con el pensamiento y las acciones de quienes manejan el fútbol nacional. Un intento de amedrentamiento, intimidación, con el reglamento en la mano, para que el Pincha acatara la orden de realizar el pasillo a Rosario Central, designado Campeón de Liga 2025 en una reunión en la sede de la Liga Profesional, en Puerto Madero.
El enunciado se volvió un boomerang y las múltiples investigaciones judiciales que asfixian a Toviggino invitan a imaginar que el próximo año será un calendario agitado para quien tiene la suma del poder detrás de la figura de Claudio Chiqui Tapia, presidente de la AFA.
Toviggino es señalado por manejos irregulares de cuentas de la AFA en Estados Unidos, desde donde se desviaron al menos 42 millones de dólares a empresas fantasmas. Y lo señalan también el levantamiento del secreto bancario, financiero y fiscal que determinó el juez en lo Penal Económico Marcelo Aguinsky en la investigación por presunto lavado de dinero de sus empresas; una imputación por la retención de la AFA de aportes por unos 19 mil millones de pesos tras una denuncia de ARCA; el allanamiento a la mansión de 10 hectáreas, con helipuerto, en Villa Rosa (Pilar), donde se encontraron 45 autos de lujos o colección, siete motos de alta cilindrada y dos kartings de competición.
También aparece vinculado a una casa en un barrio privado de Pilar donde estaba autorizado para ingresar; y a la pesquisa que pesa sobre Sur Finanzas, la financiera de Ariel Vallejo, cercano Tapia y al propio Toviggino.
El escándalo envuelve a un personaje que, al levantar el perfil, derrumbó la coraza de protección que creó durante años y permitió saltar desde un pequeño club de Santiago del Estero a operar, con la anuencia de Tapia, en todas las divisiones del fútbol argentino.
Toviggino es una rara avis del fútbol. No tiene la pelota como verdadera pasión : los caballos de equitación lo movilizan; dueño de Establecimiento Hípico, centro ecuestre donde se entrenaron sus hijos. El hombre que se multiplica en funciones: respalda con gestos y actos al presidente Tapia, opera en el campo político y judicial, contrasta el pensamiento de los dirigentes, entrenadores o jugadores que alzan la voz. Era un rostro casi desconocido para la mayoría de los hinchas.
Poco afecto a las apariciones en los estadios de los clubes de primera, se esforzó por mantener bajo perfil desde que asomó como dirigente en Comercio Central Unidos, de Santiago del Estero, club que rompió esta temporada con una racha de 20 años sin títulos en la Liga local y que pulsea en el Torneo Regional Amateur para ascender al Torneo Federal A. La institución es el resultado de una fusión de Comercio Central y Principiantes Unidos, y en 2014 debutó en las llaves eliminatorias de la Copa Argentina. Pero en particular, es el espacio desde donde Toviggino construyó una imagen y aceitó los contactos en la provincia para ascender y convertirse en el principal referente del fútbol del interior. La pericia para manipular y tejer alianzas en pasajes tormentosos de la AFA, otra parte del recorrido de quien es armador, cerebro y hasta brazo ejecutor de la gestión Tapia.
Camaleónico, tuvo la destreza de ser invisible para operar en cuestiones sensibles de la AFA o de presentarse como un soldado en la trinchera para defender a la administración Tapia y repeler a los detractores. Como si se tratara de una división de poderes, el campo de acción de Toviggino es el fútbol argentino, mientras que el Comandante –como lo llama a Tapia– se concentra en la Selección.
“Si fuera política, la prensa lo definiría como un Súper Ministro: atiende el Consejo Federal, la Liga, el Ascenso, los árbitros, el Tribunal de Disciplina… Opera en todos los estamentos. Escucha a todos y les dice lo que ellos quieren escuchar, aunque después decide según su pensamiento y mueve las piezas por conveniencia”, comentó un tiempo atrás el expresidente de una liga bonaerense a LA NACION. “Trabajó desde las sombras para la figura de Tapia presidente, tiene a mano los contactos en la Justicia por su lazo con Daniel Angelici. Cuando allanaron en su momento la AFA fue Toviggino el que recibió a los investigadores y entregó la información por la causa por presunta defraudación y lavado de dinero… Una vez, el Club Camioneros [presidido por Pablo Moyano, hijo de Hugo y excuñado de Tapia] tenía armada una protesta en la puerta de la AFA para reclamar por los arbitrajes en el torneo Federal: con un llamado telefónico, Toviggino desactivó la movilización, apunta el dirigente que fue asambleísta del Consejo Federal.

Pequeños detalles exponen la estrecha relación con Tapia y cómo ejecutan desde hace tiempo las maniobras. En 2016, de la nada, Toviggino fue vicepresidente de Barracas Central, club que presidía Chiqui. A la vez era presidente del Consejo Federal, miembro del Comité de Regularización de la AFA y titular de la Liga santiagueña, aunque la movida tenía una finalidad política y evidenciaba la intención de Tapia de convertirse en la máxima autoridad del fútbol argentino. El sanjuanino se intuía ganador y necesitaba a Toviggino como hombre de máxima confianza en el Comité Ejecutivo, puesto que asumiría por ser vice de Barracas Central. En asamblea, el Guapo avaló la designación y el Comandante obtuvo a su general para el campo de batalla.
Su campo de acción es el terreno local, aunque en el Mundial de Rusia 2018, en medio del caos y de los estallidos internos entre los jugadores y el cuerpo técnico, desarmó un intento de levantamiento de dirigentes. Un año después, escribió y convenció a Tapia de firmar la carta en la que la AFA protestaba por el desempeño del árbitro –el ecuatoriano Roddy Zambrano- en la semifinal de la Copa América, entre la Argentina y Brasil. En la misiva dirigida a Alejandro Domínguez, presidente de la Conmebol, invitaba a una profunda reflexión que ponía en duda que se hubieran observado los principios de ética, lealtad y transparencia que invocaba con recurrencia el dirigente paraguayo. El descargo tuvo represalias y le costó a Tapia la silla en el Consejo de la FIFA, aunque la confianza y el vínculo entre Chiqui y Toviggino no registró daños.
En el terreno local, el poder de Toviggino se expresa en dos puntos: números y negocios, y arrastra el apoyo de los clubes indirectamente afiliados a la AFA. Y no tiene reparos en marcar a quienes ofrecen una mirada disidente. La cancelación de los torneos por la pandemia mundial de Covid-19 generó un reclamo de San Martín de Tucumán, y de Atlanta, que pedían el ascenso a la Liga Profesional. Toviggino denunció ante el Tribunal de Ética al presidente del club norteño, Roberto Sagrá, que asegura que fue absuelto y atacó a la AFA por no publicar el fallo por presión del denunciante. Miguel Licht, presidente del Tribunal Fiscal de la Nación –denunciado ante el Consejo de la Magistratura por un libro que escribió con uso intensivo de inteligencia artificial y publicó con errores y citas y textos inventados- e hincha de Atlanta, elaboró un documento que justificaba el ascenso de su club y de San Martín: Toviggino lo demandó en la Justicia federal. La denuncia se zanjó en un acuerdo con el abogado de Licht, Gregorio Dalbón –ahora defiende a Tapia y a Toviggino- , con lo que se evitó una escalada que salpicaría a Chiqui.
Las redes sociales resultaron una plataforma para polemizar y arremeter contra los detractores. En la lista aparecieron el presidente de Estudiantes, Juan Sebastián Verón; Carlos Tevez cuando dirigió a Independiente; el expresidente de River Jorge Brito; el plantel de Godoy Cruz; Juan Pablo Fassi, hijo de Andrés, presidente de Talleres y que después de revisar su desempeño de opositor a la gestión recompuso la relación ante la posibilidad de descender y como premio recibió el levantamiento de una sanción que había dispuesto la AFA tras el escándalo con el árbitro Andrés Merlos en un juego entre Talleres y Boca.
Sir Sir Sir !! No podías quedarte atrás, tenías que ser parte de la campaña mediática de desestabilización y terrorismo contra la AFA y sus Dirigentes. Dale Miamense, vení a una reunión de Comité Ejecutivo, así conoces la dinámica del Fútbol Argentino, que te hizo ser quien Sos… https://t.co/XJBSxXKSRS
— Pablo Toviggino (@TovigginoPablo) November 20, 2025
“´Bullshit’, mejor te lo digo en inglés. Jamás te vi sentado en una mesa del Comité [Ejecutivo] llevando un proyecto. Cuando la Selección estaba abandonada y había que ayudar, te borraste. Te gusta criticar de atrás y si no mandás a algún “simulador” de los tantos que tenés. ¡A Laburar! En fin”, fue su respuesta a Verón, cuando apuntó que la obtención del Mundial no fue capitalizada para frenar el deterioro del futbol local.
En el mismo sentido se expresó Brito, tras la eliminación de River ante Rosario Central, en las semifinales de la Copa de la Liga 2023, y como contestación recibió: “Qué raro!!! River festejó los campeonatos que ganó con este formato. No sólo eso, también avaló en reuniones y asambleas este tipo de Torneo y Copa, sin proponer nada diferente. Ahora que no llega a la final desmerece a otros clubes que sí llegaron. Curioso, no??? En fin…”.
De 44 años, rosarino de nacimiento y santiagueño por adopción, desde la vicepresidencia de Comercio Central Unidos saltó a la conducción de la Liga de Fútbol de Santiago del Estero. Por entonces, la provincia no estaba posicionada en el mapa del deporte argentino como en la actualidad con el estadio Madre de Ciudades, el circuito internacional de Termas de Río Hondo, el Termas de Río Hondo Golf Club, ser la sede de partidos de las Leonas y los Leones por la Pro League de la FIH. Tampoco ofrecía clubes en la Liga Profesional ni en la Primera Nacional: los torneos regionales amateurs y el Federal A o B eran el mejor escenario. Relacionar el fútbol con la política fue una estrategia que lo catapultó a la vicepresidencia del Consejo Federal, una entidad que en el pasado fue ninguneada por los denominados clubes grandes y los que militaban en la elite y de la que Toviggino interpretó como nadie el poder que representan las 233 ligas y los 6500 clubes que la componen. Mientras fortalecía su presencia en el fútbol, robustecía el enlace político con el gobernador Gerardo Zamora.
Un papelón institucional que protagonizaron los dirigentes del fútbol argentino ubicó el foco sobre Toviggino a nivel nacional. La famosa elección para presidir la AFA que terminó con un escandaloso 38-38 –había 75 votantes-, el 3 de diciembre de 2015, el contexto. Ceferino Sosa, ex miembro de la Liga de San Luis, lo denunció en los tribunales de Comodoro Py: lo acusó de haber ofrecido dinero para que nueve asambleístas votaran al candidato Luis Segura, que tenía como operador político al expresidente Alberto Fernández.
La causa no prosperó, aunque no fue la única denuncia en su contra y no se limitan a cuestiones futbolísticas o de dirigentes: el abogado santiagueño Edgardo Taboada lo incriminó como jefe de una asociación ilícita que se dedicaba a robar y vender campos, en una demanda por defraudación y estafa. La Justicia de Santiago del Estero aplicó la semana pasada un “bozal legal” a un grupo de ruralistas que denunciaron públicamente en entrevistas televisivas en los últimos días a Toviggino. La medida la dispuso el juez Héctor José María Salomón y la figura legal es “tutela inhibitoria de expresión”. La restricción recayó sobre Taboada, Ricardo Baldi, Martín Carluccio, Brino Fratari y Ricardo Simeoni, a quienes se les prohíbe reiterar acusaciones sobre delitos por los cuales el tesorero de la AFA fue sobreseído en sede judicial.
El empresario Guillermo Tofoni presentó una demanda por amenazas, pero en cuestión de días recibió un doble revés: la desestimaron y tampoco prosperó una acusación por la exclusividad para explotar los partidos amistosos de la Selección que tenía su empresa World Eleven. Sin réplica en los tribunales, las demandas mediáticas lo señalaron como testaferro de Daniel Zamora, hermano del gobernador de Santiago del Estero, y de integrar una comitiva que gastó US$ 1,2 millón en vuelos privados seis años atrás, en los que viajaban Tapia, el santafesino y otros.

Aquel trunco acto eleccionario del predio de Ezeiza le ofreció réditos, porque fue el episodio público que lo posicionó como vicepresidente del Consejo Federal. Segura desplazó de la presidencia al dirigente marplatense Roberto Fernández –apoyaba la candidatura de Marcelo Tinelli- y ubicó al sanjuanino Alfredo Derito. El empresario Carlos Ahumada Kurtz, que gerenció durante un año y medio y dejó con millonaria deuda a Talleres y a dos clubes de San Luis –apodado el Señor de los Sobornos, porque cuando vivió en México estuvo preso tres años por cobrar dinero del PRI para pagar coimas- presentó a Toviggino a Segura, que por presión de la corriente Ascenso Unido lo nominó vicepresidente del Consejo Federal.
Medio año más tarde, después de que la Inspección General de Justicia suspendiera los comicios por irregularidades administrativas, la FIFA intervino la AFA y fue uno de los cuatro miembros del Comité de Regularización que también conformaron el empresario cordobés Armando Pérez, como presidente; Javier Medin –ex abogado del grupo Socma-, como vicepresidente, y Carolina Cristinziano –actual vicepresidenta de Rosario Central-, como secretaria. La tesorería fue el lugar que ocupó Toviggino, aunque asumió por descarte: Primo Corvaro, enviado de la FIFA, pretendía a Fernando Mitjans –presidente del Tribunal de Disciplina de la AFA y esposo de la entonces ministra de Justicia, Marcela Losardo-, pero no aceptó; tampoco el ex juez Damián Dupiellet. Fue cuando comenzó a tallar el nombre del rosarino.

Presidente del Consejo Federal y miembro de la Comisión Normalizadora, en enero de 2017 denunció ante la FIFA que no se estaban cumpliendo los objetivos. Una jugada preparada para iniciar un nuevo ciclo: Toviggino operó a favor de la candidatura de Tapia, que el 29 de marzo de aquel año fue elegido como la máxima autoridad de la AFA. Chiqui lo nombró secretario ejecutivo y lo ratificó como líder del Consejo Federal. Con inteligencia y audacia, Toviggino esmeriló el poder de Ascenso Unido –grupo de clubes directamente afiliados a la AFA- y fortaleció a los equipos del interior. Y en esa robustez, los representantes de Santiago del Estero tomaron la delantera: en 2017, Mitre ascendió a la Primera Nacional; el santiagueño Guillermo Raed –entonces vicepresidente tercero de la AFA, ahora es vocal titular en el Comité Ejecutivo, y dueño de la bebida Secco, que llegó a ser sponsor de 20 clubes en el ascenso- es la máxima autoridad del aurinegro –cedió el mando a Luis Miguel el 6 de diciembre pasado, pero ostenta la distinción de presidente honorario- y un aliado político.
Central Córdoba ascendió a primera en 2019: su presidente es José Félix Alfano, también titular del Consejo Provincial de Vialidad. Y en 2021, tras un cuestionado desempeño de los árbitros, Atlético Güemes subió a la Primera Nacional, tras superar por penales a Villa Mitre (Bahía Blanca). Los Gauchos arrastraban otro antecedente polémico cuando en la temporada anterior treparon del Federal B al A, al extremo que Social Achirense –el rival en la definición- pidió repetir el partido. Los desempeños de los árbitros son constante materia de protesta y escándalos en los torneos que organiza el Consejo Federal.

Políticamente, con Tapia y el gobernador Zamora, presentó el proyecto del estadio Madre de Ciudades en 2018. Tres años después, y tras un desembolso total de 1500 millones de pesos, se inauguró con el partido entre River y Racing, por la Supercopa Argentina. En la firma se planeó que la moderna cancha recibiera partidos de las eliminatorias -en 2022, rumbo al Mundial de Qatar, Argentina y Chile empataron 1-1- y se la consideró sede de la Copa América 2021, aunque por la pandemia mundial de Covid-19 el torneo de selecciones se disputó en Brasil. Tuvo igualmente sus premios: recibió el partido festejo de la Argentina ante Curazao, tras la conquista del Mundial de Qatar 2022; albergó juegos del Mundial Sub 20 de 2023; se jugaron diez finales entre Supercopa, Copa Argentina, Trofeo de Campeones, Copas de la Liga…
Peronista, no tuvo el aval de la Casa Rosada durante la presidencia de Alberto Fernández. El expresidente consideró que Toviggino –junto con Tapia- traicionaron a Segura para desembarcar en la AFA. Para evitarlos, el exmandatario ubicó a Matías Lammens –ex ministro de Turismo y Deporte- como interlocutor. La Cámpora tampoco ofreció una señal, porque el nexo en el fútbol era Víctor Blanco –expresidente de Racing-, con llegada a Máximo Kirchner. Toviggino jugó sus propias fichas y apuntó a Sergio Massa para el diálogo. La relación quedó establecida en la campaña para la presidencia de 2023, cuando desde el predio de la AFA el exministro de Economía y candidato de Unión por la Patria anunció que la Argentina sería anfitriona de partidos del Mundial de 2030. La apuesta tuvo ribetes proselitistas también cuando el rosarino orquestó la campaña “NoAlasSAD”, en favor de Massa y en oposición a la postura del presidente Javier Milei de atraer capitales privados al fútbol argentino.

La renuencia a las Sociedades Anónimas Deportivas provocó una respuesta a una declaración de Javier Zanetti, vicepresidente del club italiano Internazionale, quien por su experiencia observó que son positivas. “Qué pena Pupi que estuviste poquito en Argentina y no conocés a los clubes. Quizás lo importante sería que le preguntes a @TalleresOk [Talleres, de Remedios de Escalada] qué opinan al respecto. Te suena el club?? No creo que los socios quieran que un extranjero (chino, indonesio o el que sea) decida sobre ellos”, disparó el rosarino en la red social X, donde también suele replicar frases de Juan Domingo Perón. También lo hizo cuando el Papa Francisco fue el líder de la Iglesia Católica y ahora con León XIV.


