Diego Maradona y LA NACION: la historia detrás de una foto “con sueños de pelota”

Fueron días frenéticos los de aquella producción. Le Coq Sportif confeccionó una camiseta conmemorativa por los veinte años del último título mundial obtenido por la Argentina, aquel en el que Diego Maradona llegó a la cima del planeta futbolístico. Era idéntica a las de los días de gloria. Pero esta vez en lugar de escudo de la AFA se bordó un isologo especial, con el número 86.

La idea de LA NACION fue fotografiar a cada uno de los campeones mundiales con esa prenda en el lugar en el que cada uno vivía en ese momento. El homenaje demandó casi cuatro meses de trabajo. En la producción había dos camisetas. Como le gusta decir a Carlos Bilardo, siempre hay que tener un plan B si algo sale mal.

El entrañable Gerardo Horovitz, una leyenda de la fotografía deportiva en la Argentina, debía llevarlas a cada rincón del mundo donde se encontrase un campeón. El recorrido lo llevó por España, Italia, Chile, México... Para hacer la foto con Diego Maradona hubo que viajar a Córdoba. Allí fue Zoilo Horovitz con Daniel Arcucci.

No había muchas oportunidades de encontrar disponible a Maradona. La cita fue en un hotel en las afueras de Córdoba, donde el capitán de aquel campeón del mundo se encontraba por un espectáculo de showbol. Se los tomaba muy en serio... encima, aquel partido de abril de 2006 era contra Brasil.

Los recibió después de la siesta en su habitación. Apenas vio la camiseta y una pelota, su rostro cambió. Ya no se le borró la sonrisa. Dos objetos que a lo largo de su vida fueron talismanes y refugio de contención; coraza de viejos y felices tiempos que lo protegieron en tiempos no tan armoniosos.

No necesitó que le explicaran de qué se trataba la producción: se puso la camiseta y, con el magnetismo que tiene Maradona, manejó todo. Se metió a la cama y abrazó la pelota. Cerró los ojos y permitió gestar esa tapa en la que el diseño se combinó luego con una representación onírica del momento de mayor gloria del fútbol nacional.

Tal vez fue aquella la nota más emotiva que Maradona protagonizó en las páginas de LA NACION. Hubo otras entrevistas destacadas, como las publicadas en la revista dominical. Una, en 1980, cuando la joya era buscada por los mejores clubes del mundo. “La danza de los millones”, fue el título. La otra, en 2000, durante su peculiar visita a Cuba, adonde había ido para emprender un tratamiento por sus adicciones.