Fútbol: un protocolo para silenciar reclamos y con un costo de 750.000 pesos por club
Acción, reacción. El fútbol nacional y su diversidad de actores ensayan estrategias. La Asociación del Fútbol Argentino (AFA) aglutina, aunque un puñado de clubes que la conforman exhiben movimiento propio y el escenario de anormalidad que impuso la pandemia mundial de Covid-19 deja expuestas las diferencias de pensamientos. Cada inquietud y pronunciamiento de aquellos que esbozan discrepancia y apuran la toma de medidas para relanzar la actividad, a partir del regreso de los entrenamientos, deriva en una respuesta del poder. Los últimos actos reflejan esa puja y la existencia de dos vertientes. Ante el reclamo de los disidentes, que se hizo voz en la figura del director técnico Marcelo Gallardo y en el presidente de Talleres, Andrés Fassi, la filtración de parte del protocolo que la AFA enviará a la Liga Profesional de Fútbol sirve de escudo. Un modo efectista de apaciguar las interpelaciones y enseñar mecanismo de trabajo cuando se acusa de inacción a quienes conducen, que son conocedores que para alcanzar la meta restan múltiples pasos, entre presentaciones y la aprobación definitiva del Gobierno Nacional.
El documento establece los lineamientos que deberán cumplimentar los clubes para que se reanuden las prácticas, recordando que los equipos de primera suspendieron la competencia el 16 de marzo, cuando se jugaba la primera jornada de la Copa de la Superliga. "Desarrollamos este documento con la intención de transmitir los protocolos que consideramos adecuados para detectar, rastrear y tratar la enfermedad, compartiendo conocimientos adquiridos con toda la comunidad científica o médica", establece la primera carilla del comunicado, que no indica una fecha tentativa para iniciar los trabajos de campo. Una declaración oportunista que tiene la misma ausencia de parámetros que la desafortunada frase del presidente de la AFA, Claudio Chiqui Tapia, "el fútbol no vuelve a los entrenamientos hasta que todo el país esté en Fase 4".
Los ejes de las disposiciones se concentran en tres puntos esenciales. Comportamiento en los entrenamientos, con higiene y distanciamiento social; un límite de seis jugadores en sesión de entrenamiento por cancha, desinfección de equipamiento deportivo, evitar toda clase de contacto físico y compartir infusiones o botellas de líquidos... Diagnósticos y seguimientos, que alienta a la necesidad de informar síntomas de gripe para aislar a los posibles afectados y contactar con los médicos en el caso de detectarse insuficiencias respiratorias; implementar las medidas de protección, con chequeos médicos ordinarios, control de fiebre y prueba de laboratorio de Covid-19. Una propuesta refiere al llamado de para que todos los futbolistas que regresen al fútbol profesional se realicen el test para proteger y reforzar la confianza y salud mental del equipo: el primero, a las 72 horas antes de empezar la actividad para evitar falsos negativos; luego, antes de la primera sesión de entrenamientos, lo que se replicará semanalmente.
@afa PROTOCOLO VUELTA A LOS ENTRENAMIENTOS: La A.F.A le envió a todos los clubes un protocolo para cuando se pueda retomar la actividad. @defensaaldia#defensayjusticiapic.twitter.com/eVV3iEZOXp&— Defensa y Justicia (@defensaaldia) June 22, 2020
El costo de las pruebas para los 123 clubes que integran el fútbol profesional, alrededor de 4 mil jugadores, asciende a 1500 pesos cada uno y se deberán ensayar cinco al mes por cada futbolista e integrantes del plantel –cuerpo técnico, médico, auxiliares-, por lo que cada institución deberá asignar una cifra aproximada a los 750 mil pesos
Finalmente están las medidas para las instalaciones y los desplazamientos, donde se recomienda desinfectar los medios de transportes, el lugar de alojamiento –hoteles, concentraciones-, los espacios donde se preparan los alimentos y los canales de distribución. También se observa un trabajo con personal mínimo.
Este boceto que desde la AFA se presentará a la Liga Profesional de Fútbol, luego deberá ser validado por el Ministerio de Salud y finalmente el Gobierno Nacional otorgará la autorización para que la actividad regrese. Una acción veloz, teniendo en cuenta que días atrás el ministro de Salud, Ginés González García, participó de una cumbre de autoridades sanitarias de países que conforman la Conmebol cuando la AFA todavía no había conformado la Comisión Médica que presentaría las líneas generales de un protocolo.
Ahora, Córdoba; antes, Mendoza
El protocolo que se filtró coincidió con la reunión que en Córdoba mantuvieron 11 futbolistas de los principales clubes de la provincia con Héctor Pichi Campana, presidente de la Agencia Córdoba Deportes, en la que los deportistas pidieron volver a entrenarse. Entre los futbolistas más destacados se presentaron Juan Cruz Komar, Javier Gandolfi y Mauricio Caranta, por Talleres; Pablo Vegetti, de Belgrano; Facundo Erpen y Jorge Carranza, de Instituto, y Leonardo Rodríguez y Mariano Martínez, de Racing.
En Córdoba hay habilitadas unas 30 disciplinas deportivas, aunque ninguna en equipo y todas cuentan con estrictos protocolos. El objetivo de los futbolistas es poder entrenar en grupos reducidos y en los espacios con que cuentan los clubes, donde se cumplirán las normas que dicte el área de Salud. Campana planteó que la decisión no depende de la Provincia, pero se comprometió a hablar con el ministro de Turismo y Deportes de la Nación, Matías Lammens.
Talleres presentó a mediados de abril el protocolo para reanudar los entrenamientos con un diseño que sigue el modelo de la Bundesliga, de Alemania, aunque no fue considerado por las limitaciones que la AFA mantiene para todo el país, más allá de las diferentes realidades que atraviesa la pandemia en las distintas provincias.
Godoy Cruz, de Mendoza, fue el pionero entre los clubes de primera en intentar un regreso a los entrenamientos: 11 días atrás y una vez que las autoridades provinciales liberaron las prácticas, con distanciamiento social y en grupo de no más de 10 deportistas, jugadores del Tomba realizaron ejercicios en un predio privado, propiedad del presidente José Mansur. La AFA, entonces, comunicó a las Ligas del Interior que regía la prohibición de entrenamientos hasta que un protocolo nacional regule cómo volverán a la actividad todos los equipos del país.
Con esa nota, la AFA tomó el control total y recortó las posibilidades de aquellos planteles del interior de ensayar una apertura. Expuso la igualdad como bandera, ya que el 60% de los clubes profesionales están concentrados en el AMBA, el sector más crítico de contagio y casos de coronavirus, y ratificó su poder de mando frente a los reclamos desde Mendoza, Córdoba y por cuestiones de competición, con un ascenso en disputa, de Tucumán.
Con la colaboración de Gabriela Origlia (Córdoba) y Pablo Mannino (Mendoza).
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