La carga de partidos rumbo a un desenlace que se veía venir... y que ocurrió

BARCELONA.– Hay frases que están demasiado manidas como para intentar con ellas explicar una situación. Sin embargo, hay momentos en los que no queda más remedio que recurrir a lo trillado para entender un problema. Entonces, y con el perdón de Gabriel García Márquez, la lesión de Lionel Messi, en el aductor de la pierna derecha, anteayer frente a Atlético de Madrid, era en el seno del Barcelona la crónica de una muerte anunciada.

Aseguran en el club catalán que lesión del rosarino era previsible. Y hasta el técnico de la selección argentina lo sabía. Edgardo Bauza, fiel a su sinceridad ante los micrófonos, soltó: “Me extraña que Barcelona lo haga jugar todos los partidos, más con los problemas que tenía. Barça nos manda mensajes de que lo cuidemos, pero ellos no lo cuidan mucho”.

El parte médico del club catalán informó que el N° 10 estará alejado de las canchas aproximadamente tres semanas. Eso significa que se perderá los próximos tres partidos del cuadro de Luis Enrique: ante el Sporting y el Celta, por la Liga española; y frente al Borussia Mönchengladbach, por la Liga de Campeones. Sin embargo, la Pulga se perderá dos partidos más duros para él. Messi no podrá estar con la selección argentina en su visita a Perú ni en el encuentro en el estadio Mario Alberto Kempes ante Paraguay, por las eliminatorias sudamericanas rumbo a Rusia 2018.

Las molestias físicas de Messi comenzaron justo antes de su último partido con la albiceleste ante Uruguay. Pero, el 10 quería reafirmar su regreso a la selección y jugó en la victoria frente al seleccionado charrúa. “Estoy bien, tengo que bajar el ritmo”, publicó Leo en su regreso a Barcelona.

Messi jugó 30 minutos ante el Alavés; 90, contra el Leganés; 90, frente al Celtic; y su cuerpo dijo basta en el minuto 59 del partido ante Atlético de Madrid. Cuatro partidos en once días. “Sin Messi pierde el fútbol. Perdemos todos”, aseguró Luis Enrique. La ausencia del 10 la sufre el técnico azulgrana. La sufre, sobre todo, el Patón Bauza.