El avance de la Liga Sudamericana de Clubes, una amenaza latente para la Conmebol

La primera fundacional del 11 de enero fue una reacción ante una potencial amenaza a las finanzas de los clubes sudamericanos, pero este segundo cónclave en Buenos Aires con 36 participantes comenzó a delinear ejes de organización institucional de la Liga Sudamericana de Clubes y una serie de exigencias formales para la Conmebol.

Con una organización a cargo de Boca, pero con Daniel Angelici y Rodolfo D'Onofrio como co-anfitriones, la unión de clubes sudamericanos determinó rechazar la oferta de duplicar los premios de la actual edición de la Copa Libertadores y exigir un esfuerzo económico más por parte de la Confederación Sudamericana.

Esta reunión tuvo como novedad la presencia de los equipos brasileños, que fueron mayoría ya que ocho instituciones del vecino país tuvieron representación en una "jornada de trabajo" extensa de cinco horas en el hotel Savoy.

De los 300.000 dólares que cobraba cada equipo en la fase de grupos, la Conmebol llevó ese número a 600.000, con un desglose de 450.000 de local y 150.000 de viáticos al actuar de visitante. La Liga Sudamericana pide al menos 750.000, además de reconocer el gesto de retirar el 10% que retenía la Conmebol sobre las entradas vendidas.

"El dinero debe llegar a los clubes y no puede ser que no podamos retener a los jugadores. Se terminaron los caciques y por eso se formó esta Liga de Clubes en Sudamérica. Todos queremos más ingresos pero estamos para hacer un trabajo en colaboración con las autoridades de Conmebol, no para enfrentarlos", enfatizó Daniel Angelici.

"Celebro este importante emprendimiento que tarde, pero llegó, fundamentalmente de aquellos equipos que participamos en las competencias internacionales del continente. Y luego de la reunión de urgencia en Montevideo ahora pudimos juntarnos nuevamente para sentar las bases a futuro", agregó Angelici, que dijo que esta entidad tiene como modelo el ECA (European Club Association) y aspira a una relación similar a la que ésta entabló con la UEFA.

"Hay una serie de puntos que hemos acordado tanto económicos como institucionales que solicitaremos a Conmebol para saber el estado de situación de los sponsors y la televisación de los torneos continentales. Queremos mejorar la ecuación económica de los clubes, transparencia y ayudar a las autoridades de Conmebol", completó Rodolfo D'Onofrio, presidente de River.

"También queremos jerarquizar tanto la Copa Libertadores como la Sudamericana para que duren diez meses, como en Europa, para que no se nos vayan los jugadores en el medio del torneo", completó la máxima autoridad millonaria.

"Peñarol tuvo el honor de realizar la primera reunión de la Liga, que tiene claro que un abonado de Sudamérica paga lo mismo que en Europa por ver un partido de competencia internacional y, en relación a la población, entonces debería tener un ingreso muy superior. Además estamos pidiendo que un representante de esta Liga integre el Comité Ejecutivo de Conmebol para estar cerca de las resoluciones", explicó Pedro Damiani, presidente del uruguayo Peñarol.

"Los equipos brasileños nos hemos sumado en esta reunión a la Liga y hemos escuchado pedidos que nos parecen justos y lógicos. Entonces queremos saber cuánto aportan los clubes para que las Copas Libertadores y Sudamericana tengan ese valor", completó Luis Santoro, abogado garante del Corinthians.

Este cónclave contó con representantes de Boca, River, San Lorenzo, Independiente y Racing (Argentina -también estaba invitado Estudiantes); Gremio, Corinthians, Inter, San Pablo, Palmeiras, Flamengo, Atlético Mineiro y Santos (Brasil); Peñarol, Nacional y River (Uruguay); Olimpia, Cerro Porteño, Guaraní y Libertad (Paraguay); The Strongest y Bolivar (Bolivia); Universidad de Chile, Universidad Católica y Colo Colo (Chile); Sporting Cristal y Melgar (Perú); Caracas (Venezuela); Liga de Quito, Barcelona, Emelec e Independiente del Valle (Ecuador); y Deportivo de Cali, América de Cali, Millonarios e Independiente Medellín (de Colombia).

La próxima reunión se realizará en Río de Janeiro, a mediados de marzo.

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