El Leeds de Marcelo Bielsa cayó por 2-1 ante West Ham y estira la racha sin ganar de local en la Premier League

El Leeds de Marcelo Bielsa sumó una nueva decepción en condición de local. En el enfrentamiento que abrió la fecha 12 de la Premier League, cayó por 2-1 ante West Ham (Manuel Lanzini se mantuvo en el banco de suplentes) y sumó su quinto encuentro sin sumar de a tres en el estadio Elland Road.

El partido comenzó con un ritmo frenético. Llegando solamente al segundo minuto de juego, le filtraron una gran pelota a Patrick Bamford, el goleador de Leeds con ocho tantos, al que el arquero Fabianski se llevó puesto, cometiéndole un penal tempranero. El que se paró en los doce pasos fue Klich, que lanzó un manso disparo a la derecha del arquero polaco, que pudo contenerlo. Sin embargo, lo salvó el VAR: con la nueva reglamentación, se sancionó el adelantamiento del guardameta antes de que el volante impactara el balón. Se volvieron a posicionar y, esta vez, el mediocampista la colocó a la otra punta y con una mayor convicción.

Bajo la incesante llovizna que cayó permanentemente sobre la ciudad de Leeds, a partir de la pronta apertura del marcador se armó un encuentro que no permitía respirar. Ida y vuelta, ambos aprovecharon los espacios en el centro del campo como para atacar y contraatacar, la gran fortaleza del equipo de David Moyes. Rodrigo Moreno, el delantero español al que Bielsa colocó como titular, y Sebastien Haller, el punta francés del equipo londinense, fueron un peligro constante durante esos minutos iniciales.

La ventaja parcial de Leeds

Sin embargo, el visitante no encontró el camino a partir de los ataques veloces, sino que fue a través de la pelota parada con la que logró igualar el dinámico encuentro: a los 24 minutos, el checo Tomas Soucek ganó en lo alto y venció el flojo manotazo de Meslier, quizás traicionado por lo resbaladiza que estaba la pelota.

El empate de West Ham United

Bielsa no se fue conforme al descanso y, en consecuencia, realizó dos modificaciones para afrontar los últimos 45 minutos: con los ingresos del lateral-volante Shackleton y el atacante por izquierda Elder Costa buscó juntar todavía más gente en ataque (llegó a tener seis jugadores cerca del área rival) y plantarse con mayor firmeza en el partido. Sin embargo, Leeds creó poco por el orden de la visita.

En tanto, West Ham aprovechó los espacios recién a los 70 minutos, quizás cuando los de Bielsa empezaron a perder la capacidad de asumir riesgos y retroceder velozmente. Hasta ese momento, los de Londres sólo habían conseguido asustar otra vez con centros y algún disparo de media distancia. No obstante, lo más peligroso lo encontró a partir de aquel minuto señalado: a los 75, Fornals metió un zurdazo que se fue a centímetros del ángulo del segundo palo y, un minuto después, Meslier salvó a Leeds a puros reflejos -con una mano- ante el cabezazo a quemarropa del paraguayo Balbuena.

Y por ahí estaba el gol. Se intuía. Hasta que a los 79, en una nueva pelota detenida, el local otra vez se mostró débil en las alturas y el zaguero italiano Ogbonna se impuso detrás de todos y colocó el cabezazo en el ángulo izquierdo del arquero francés. Incluso, enseguida pudo haber agrandado el marcador por la chilena que realizó Haller y que desvió nuevamente Mellier, uno de los más destacados del local pese al error del primer gol.

El gol del triunfo de West Ham

Así las cosas, con la derrota el equipo del rosarino se posiciona en el puesto 14, con esa cantidad de unidades, producto de cuatro triunfos, seis derrotas y dos paridades. Y a la espera de que Arsenal, el único que puede superar su línea, no obtenga la victoria ante Burnley y lo acerque todavía más a la zona del descenso. Es la segunda derrota consecutiva, luego de la sufrida ante Chelsea el sábado anterior, por 3-1. Un momento delicado para Leeds, que volvió a la Premier League luego de 16 temporadas.