Los recaudos dejaron a Racing con sabor a nada

Ricardo Zielinski caminaba impaciente por el corralito que está delante del banco de suplentes local, con las dos manos detrás del camperón de Racing que lo abrigaba en una de las últimas noches de este invierno. El entrenador no pudo haber escuchado a la distancia el grito premonitorio que partió desde uno de los palcos del Cilindro: “¡Sacá al equipo, Ruso!”. Iban 19 minutos del segundo tiempo. Fue apenas unos segundos antes de que Alexander Barboza bajara la pelota de cabeza al corazón del área de Agustín Orion y que Andrés Ríos la empujara al gol.

Fue el empate para el Halcón y la sensación de que a Racing se le escapaba lo único que había podido construir en más de una hora de partido: la ventaja. No fue el mejor estreno de Zielinski en Avellaneda, donde se escucharon algunos murmullos y silbidos una vez que Néstor Pitana marcó el final del partido. El Ruso apostó por lo mismo que había hecho en San Juan, ante San Martín, en su debut. Esas serán, más allá de este empate insulso, las bases de su ciclo como DT: un equipo que se agrupa atrás, que lanza envíos largos desde los centrales a la espera de ganar la segunda pelota y que buscará aprovechar cada error del rival.

A ese libreto se ajustó anoche Racing. Así llegó, por caso, el gol de Sergio Vittor. Un envío frontal al que el Chino le puso la punta cuando el reloj marcaba sólo 16 minutos. De ahí en más, casi no se acercó la Academia al arco de Agustín Rossi. Defendía el 1 a 0 con los 11 jugadores, con Gustavo Bou y Lautaro Martínez en el campo propio. Hasta que llegó el empate de Defensa, parecía que el arco de Orion estuviera imantado: el local se metía cada vez más atrás.

Mientras con las manos Zielinski le pedía a los centrales Nicolás Sánchez y Vittor que saquen el equipo del fondo, Racing se acercaba a Orion. “Nos complicamos solos, nos metimos atrás sin ningún tipo de justificativo. No era la idea. Pero durante el segundo tiempo no pudimos sacar al equipo”, reconoció el DT luego en conferencia de prensa. No eludió la autocrítica, aunque también apuntó al rendimiento de algunos jugadores: “Hay individualidades que tienen que levantar”.

A los 10 minutos del segundo tiempo, Zielinski realizó la misma modificación que en San Juan: sacó a Lautaro Martínez –un delantero– para que ingrese Ezequiel Videla –un mediocampista de quite–. Al técnico no le importó que sea la presentación ante su gente en el Cilindro. Y mandó esa señal. “Hay cambios que nos son simpáticos. Nunca he trabajado para quedar bien con los hinchas. Se que a la gente no le va a gustar. Pero es lo que tengo que hacer. Veía que nos estábamos acercando a nuestro arco y quise darle más libertad a Romero, que vaya de punta, y darle más equilibrio con Videla, que es un poco más ordenado”, explicó luego el técnico.

Si los dirigentes eligieron cortar de manera abrupta el ciclo de Facundo Sava fue porque no les gustaba el desequilibrio defensivo que tuvo el equipo del Colorado durante el semestre pasado. Luego del triunfo ante San Martín, fueron muchos los jugadores que reconocieron que con este nuevo cuerpo técnico la idea era recuperar la solidez que mostraba Racing con Diego Cocca. El cero en el arco propio pasó a ser uno de los objetivos principales del equipo. La de anoche no parece haber sido la mejor manera de lograr que no le generen peligro. Si no hubiera sido por la doble atajada de Orion a poco más de 15 minutos del final, la historia incluso podría haber sido otra. Pero aparecieron las manos del arquero para salvar, al menos, la igualdad. Un empate que de todos modos tuvo gusto a nada para la Academia.