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Era principios de agosto de 2024 y Mateo Retegui se disponía a afrontar su segunda temporada en Genoa, tras un primer curso en el que había cumplido un doble objetivo: abandonar el fútbol argentino para desembarcar en el calcio, condición indispensable para seguir en el seleccionado italiano, en el que había debutado cuatro meses antes, y dejar constancia de que era un delantero goleador, con 9 tantos y tres asistencias en 31 partidos para el conjunto genovés.
A pocos días del comienzo de la Serie A, los imponderables del fútbol le tenían reservada una sorpresa que potenciaron su carrera dentro de Italia. Atalanta, uno de los equipos con mejor fútbol y que más elogios recibió en los últimos años en el calcio, campeón de la Europa League, se vio en la necesidad de salir a buscar un delantero ante la rotura de ligamentos de la rodilla izquierda de Gianlucca Scamacca, también habitual en la Azzurra. En un rápido movimiento de mercado, contrató a Retegui por casi 21 millones de euros. De un día para el otro, Retegui cambió de club. La mudanza le sería beneficiosa, como reconoció Antonio Gilardino, que lo dirigió en Genoa: “Mateo necesitó un tiempo de adaptación cuando llegó desde la Argentina. Trabajar con un maestro como Gasperini lo ayudó a explotar”.
La transferencia representó un salto en la carrera del atacante al que Boca nunca terminó de valorar y que en nuestro medio se potenció en Tigre. Atalanta, con su sistema de presión adelantada y una marcada vocación ofensiva, se presentaba como un contexto favorable para las características del jugador nacido en San Fernando. Esas previsiones se están cumpliendo sobradamente y este sábado tuvieron su pico, con los cuatro goles de Retegui en el 5-0 de Atalanta ante Hellas Verona, por la 24a. fecha.
Fue un festival del N° 32 del conjunto de Bérgamo. Tres de zurda, uno de derecha. Tomando rebotes en los postes, girando dentro del área, con un toque sutil cruzado para recibir un centro desde la izquierda. Sus cuatro remates al arco, de los siete intentados, fueron goles. Máxima confianza y una eficacia demoledora. Su rendimiento en el estadio Marcantonio Bentegodi, de Verona, estableció un pico en la que es la mejor temporada de su trayectoria.
El goleador del torneo, con 20 tantos en 22 presencias, cinco más que Moise Kean (Fiorentina). Se encamina a ser el sucesor de Lautaro Martínez como el capocannoniere de la Serie A. A esta misma altura de la temporada pasada, el Toro había anotado 19 goles para Inter. “El equipo hizo un gran partido. Demostramos personalidad después de la derrota contra Bologna. Esta victoria es muy importante para seguir terceros y acercarnos a los dos primeros (Napoli e Inter)”, expresó Retegui, que se erigió en el primer futbolista en hacer un póker en la Serie A desde 2018.
El entrenador Gian Piero Gasperini, ideólogo del estilo futbolístico de Atalanta, alabó a Retegui: “Veinte goles es una cifra increíble. Mateo es un goleador extraordinario cuando el equipo consigue dominar. Tiene margen de mejora para los momentos en los que hay que defender”.
Antes de la metralla goleadora, Luciano Spalletti, director técnico de Italia, había expresado de cara al encuentro de marzo frente a Alemania por la Nations League: “En este momento tengo dos certezas en ataque: Retegui y Kean son dos auténticos delanteros. Obviamente pueden jugar juntos y esto es una gratificación para mí. Están viviendo una temporada de maduración futbolística”.
Lo de Retegui trasciende Italia, se enmarca dentro de los grandes goleadores de la temporada en las cinco grandes ligas europeas. Se candidatea al Botín de Oro. Con 20 goles está a uno de los 21 de Mohamed Salah (Liverpool) y de Harry Kane (Bayern Munich); supera por uno a Erling Haaland (Manchester City) y por dos a Robert Lewandowski (Barcelona). Su actualidad despierta el interés de otras ligas: Arsenal lo tiene agendado como un posible refuerzo para el próximo mercado de pases.
Además de los cuatro de este sábado, Retegui ya le había anotado dos a Hellas Verona en la primera rueda. Los otros 14 fueron a Lecce (2), Torino, Fiorentina, Genoa (3), Venezia, Napoli (2), Venezia, Juventus y Como (2). Tiene uno por la Copa Italia (a Cesena) y tres por la Champions League (dos a Young Boys y uno a Sturm Graz).
Una vez que fue sondeado por Roberto Mancini para sumarse a la Azzurra, Retegui no dudó en tramitar el pasaporte italiano: de parte de la familia de su padre (Carlos, exentrenador de las Leonas y los Leones) tiene ascendencia de la región de Liguria, y de su madre, de Sicilia.
De movimientos explosivos y siempre pendiente de atacar los espacios que conducen al corazón del área, Retegui también es identificable desde hace tiempo por un vendaje que lleva en la mano izquierda. Lo llevó en su momento por una lesión, luego se lo quitó y le siguió un período de sequía sin goles. Un amigo le hizo notar la coincidencia y le comentó: “Para vos, el vendaje es como la espinaca para Popeye”. A falta de la pipa de Popeye, lo que echa humo son los botines de Retegui cuando le apunta al arco.