Murió Diego Maradona: el último cumpleaños y el día que no tendría que haber pisado la cancha

Tenía que ser un día de fiesta, de algarabía plena. Diego Maradona cumplía 60 años, y a la vez, el fútbol argentino volvía a la acción después de muchos meses inactivos por la pandemia. Pero no fue así. En las retinas de miles de argentinos, el 30 de octubre último quedará guardado como el día de la última aparición pública de la leyenda. Un día inexorablemente triste.

Lo que iba a ser una celebración se apagó con el lento caminar de Maradona sobre el campo de juego de la cancha de Gimnasia, casi un vía crucis, ayudado por dos asistentes, para recibir un homenaje de manos de Marcelo Tinelli, presidente de la Liga Profesional, y de Claudio Tapia, titular de la AFA; Gabriel Pellegrino, el presidente que lo llevó a ser entrenador de Gimnasia, le entregó una casaca del Lobo enmarcada. Pero a más de uno se le encogió el corazón ver a ese Maradona sufrido y desangelado, acaso un inquietante anticipo de lo que vendría apenas días después.

Más temprano, había recibido cientos de mensajes de afecto en las redes sociales, y el saludo cargado de admiración de decenas de astros del fútbol y de todos los deportes. Ronaldo, Ronaldinho, Fabio Cannavaro, José Mourinho, Carlos Valderrama, Papu Gómez, Carlos Tevez, Gabriela Sabatini, Radamel Falcao, Diego Schwartzman, José Daniel Valencia, Ubaldo Fillol, Luciana Aymar, Antonio Careca, Daniel Bertoni, Bernd Schuster, Franco Baresi, Malek Hamsik, Gabriel Batistuta, Marco van Basten, Cristian Vieri, Adolfo Cambiaso, Víctor Hugo Morales, Javier Sotomayor, David Nalbandian, Checho Batista, Ricardo Bochini, Norberto Alonso, Negro Enrique, Jorge Burruchaga, Nery Pumpido, Quique Wolff, Matías Almeyda, Cristian Kily González, David Trezeguet, Maxi Rodríguez, Paolo Montero, Martín Palermo, Clemente Rodríguez, Sebastián Domínguez, Juan Barbas, Pedro Troglio, Gabriel Calderón, Ciro Ferrara, Juan Martín del Potro y Sergio Goycochea fueron algunos de los que le enviaron videos con saludos.

"Arranco mis 60 años con estos maravillosos mensajes que me dan la vida. Gracias por tanto cariño, gracias por su amistad. Este es el mejor regalo de cumpleaños que Ustedes me podrían haber hecho. Y gracias, también, a todo mi equipo por prepararme esta gran sorpresa", escribió en sus redes sociales. Durante la tarde, unos 500 hinchas de Gimnasia se juntaron en un campo vecino a la vivienda de Maradona en Brandsen, y desde allí le cantaron el feliz cumpleaños y lo saludaron.

Sin embargo, la alegría se esfumó antes de empezar el partido. En su última caminata en una cancha, no hubo hinchas que le pudieran brindar el amor incondicional de siempre. Se realizó una entrega de diploma, se le dio una plaqueta de reconocimiento, y hubo tortas y banderas con saludos. Como pudo, con gesto dolorido, Maradona se sentó en un sillón al costado del banco de suplentes, tal como se había hecho costumbre. Pero se retiró apenas unos minutos después de haber comenzado el encuentro entre Gimnasia y Patronato de Paraná, mientras los rumores arreciaban y la preocupación y la inquietud se encendían como alarmas.

"La idea es cuidarlo", se escuchó por allí. Pero era notorio que algo no andaba bien mientras Maradona daba esos pasos vacilantes. De fondo, la voz del estadio le deseaba un feliz cumpleaños "al mejor de todos los tiempos" y desde la calle vecina al estadio se lanzaban fuegos artificiales. "El fútbol argentino te debe mucho", le susurró Tapia a Maradona, que luego se sentó por un rato y allí se abrazó y conversó con Tinelli, mientras los jugadores entraban al campo de juego.

Se lo veía emocionado y apagado. Ensayó algunas sonrisas, pero sin la alegría de otros momentos. Fue el último cumpleaños, su despedida de una cancha, ese espacio verde en el que fue feliz e hizo felices a millones de argentinos. Fue el 30 de octubre pasado, hace casi cuatro semanas. El último día de Maradona en el fútbol argentino.