Qué injusticia lo de Cristiano Ronaldo: el Balón de Oro debió ser para Pepe
En su primera premiación después de terminar el contrato con la FIFA, la revista France Football dejó pasar una gran oportunidad para volver a bañar de credibilidad al Balón de Oro. Porque en los últimos años el único argumento que parecen haber utilizado para elegir al ganador de la disputa cabeza a cabeza entre Lionel Messi y Cristiano Ronaldo fue la cantidad y la calidad de los títulos conseguidos. Y este año lo volvieron a hacer. Por eso, el portugués fue elegido el mejor jugador del año. Un año que, no temamos decirlo, no fue de los más brillantes a nivel individual en su carrera.
Este galardón siempre intentó premiar el talento personal. ¿Fue realmente Cristiano mejor que Messi durante 2016? Cada vez que alguien hacía esa pregunta en alguna red social o en un programa de radio o televisión, las primeras respuestas se podían adivinar sin siquiera leerlas: “Sí, porque ganó la Champions League y la Eurocopa”. Y es cierto. Pero...
¿Cuán determinante fue para el Real Madrid? “Marcó 16 goles en todo el torneo”, retrucan. Aunque no aclaran que 11 de esos tantos se los hizo al Malmo (6 en dos partidos), de Suecia, y al Shakhtar (5), de Ucrania. Sin quitarle méritos, claro. Sí fue clave para remontar los cuartos de final contra Wolfsburgo, pero no tuvo peso en las semifinales (Manchester City) ni en la final (Atlético de Madrid).
¿Y para Portugal? Sin dudas, el título que conquistó con su selección será recordado por ser el primero con esa camiseta, pero no por su nivel. Cristiano Ronaldo tuvo algunos destellos durante el campeonato, como en el empate 3-3 contra Hungría, para clasificarse para los octavos como el mejor tercero o como en la semifinal ante Gales, en la que convirtió un gol de cabeza y marcó el camino del triunfo. Pero en el resto de los partidos, jugó como si se hubiese tratado de un futbolista más, sin el peso que él suele y debe tener. Ni siquiera pudo completar la final por una lesión.
El segundo semestre del portugués no estuvo a la altura de un Balón de Oro. Su rendimiento fue demasiado irregular, con más partidos para el olvido que para el recuerdo. Tuvo un buen registro de goles en la Liga (10 tantos en once partidos) y una pobre cosecha en la Champions (dos en seis).
Lo de Messi, en cambio, fue muy diferente. No ganó los títulos que sí se llevó CR7, apenas (acá iría un signo de pregunta entre paréntesis) sumó una Liga de España y una Copa del Rey, pero demostró algo que pocos pueden: sin él, sus equipos no son lo mismo. Sufren y lo extrañan. Leo es irremplazable en cualquier ámbito. Barcelona, sin Messi, no fue Barcelona. La selección argentina, sin Messi, ni siquiera fue un equipo. Él no mejora las cosas. Él les da sentido. El rosarino sí cambia la ecuación y la hace indescifrable para los terrícolas. Hace años que su estilo y su talento no tienen comparación. O sí, pero con las grandes leyendas de la historia, como Maradona o Pelé. Hace rato que merece recibir el premio al mejor jugador del mundo hasta que él quiera seguir jugando.
“Cristiano Ronaldo ganó la Champions y la Europa”, insisten los defensores del premio. Otro jugador también lo logró este año: Pepe, compatriota y compañero en el Real. Para aquellos que siguieron el campeonato disputado en Francia, saben que el defensor fue uno de los puntos más altos de Portugal. Sí, fue más determinante que el N°7. Con esta lógica de darle mayor importancia a los títulos, no queda otra alternativa que indignarse. ¡Qué injusticia lo de Cristiano: el Balón de Oro debió ser para Pepe!