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Manchester City tiene la mira puesta en ganar el único título que tiene todavía pendiente, la Champions League, y arrancó el camino hacia su objetivo de forma apabullante. El conjunto dirigido por Pep Guardiola barrió al Sporting en Lisboa por 5-0, con cuatro de esos goles anotados en el primer tiempo, lo que deja muy pocas posibilidades de que el asunto se revierta en Inglaterra.
El equipo visitante no tardó mucho en ejercer su autoridad en el encuentro. Pasados los siete minutos, y luego de un corto período en que el local intentó aprovechar algún contraataque sin demasiado éxito, el visitante llegó con muchos hombres al área rival, primero forzando una gran tapada de Antonio Adán, pero luego Kevin de Bruyne aprovechó el rebote para asistir a Riyad Mahrez en el primer gol del encuentro. Tuvo que pasar un largo chequeo del VAR para que se confirmara, pero desde entonces Manchester City ya tendría el control del partido, para no cederlo nunca más.
El segundo gol llegaría por una vía inesperada. Luego de un córner de De Bruyne a los 17 minutos, Rodri amortiguó la pelota con la cabeza, antes de que un Bernardo Silva en una carrera endiablada sacara un zurdazo con mucha fuerza, que impactó en el travesaño antes de entrar por el primer palo de Adán. El partido difícilmente tendría vuelta atrás desde entonces.
Pero como suelen actuar los equipos dirigidos por Pep Guardiola, este Manchester City es insaciable. La ventaja no impidió que sus dirigidos siguieran atacando, y el tercer gol llegó en 31 minutos por vía de un brillante pie a pie de Mahrez por la derecha para deshacerse de su marcador y tirar un centro. Tres jugadores de Sporting fracasaron en desviarlo, y cayó en los pies de Phil Foden, que definió con mucha calma a la izquierda del arquero.
Aún con el partido ya firmemente a su favor y su rival completamente desesperanzado, Manchester City siguió buscando el gol, y antes del entretiempo, a los 44, ya había marcado el cuarto. Raheem Sterling realizó una gran carrera para desmarcarse y recibir el pase largo de Aymeric Laporte y luego tuvo tiempo suficiente para acomodarse y servirle la definición a Bernardo Silva, que firmó su doblete sin apuros pero con un desvío en Goncalo Inácio.
Cualquier suposición de que el City sacaría el pie del acelerador fue disipada muy rápidamente. Bernardo Silva casi obtiene su hat trick a los 49, pero por vía del VAR se determinó que estaba adelantado, pero después fue Sterling, con un enganche para adentro y un exquisito zurdazo desde media distancia, quien puso la pelota en la red por quinta vez para los visitantes en 57 minutos.
A partir de entonces, los Citizens decidieron “matar” el partido controlando la posesión de la pelota y dejando un mínimo margen al conjunto local de siquiera orquestar un ataque para un lejano descuento. Eso no impidió que el Manchester City siga teniendo oportunidades de gol, como el tiro libre que Adán envió por encima del travesaño pasados los 80 minutos, pero fue suficiente para que los ingleses firmaran una goleada impecable, que los deja en una posición más que cómoda cuando jueguen el partido de vuelta en el Etihad Stadium.