¿Y si la Argentina no llega al Mundial?
La vida cotidiana de los argentinos no es indiferente a este fenómeno; cómo influiría en las costumbres y en la economía si la Selección no logra la clasificación
El fútbol es inherente a la cultura argentina, un fenómeno social que une pasiones, reproduce mitos y costumbres y hasta sirve de catalizador de emociones negativas. ¿Qué pasaría, entonces, si la Selección Nacional no clasifica para participar del Mundial que el año que viene se realizará en Sudáfrica? La pregunta podrá herir susceptibilidades pero tiene cabida ante la performance que viene teniendo el equipo nacional.
Hace 40 años, el 31 de agosto de 1969, lo que hoy se plantea como una hipótesis, realmente ocurrió. La selección argentina fue eliminada por Perú en las clasificatorias para el Mundial de México 1970 (que terminaría ganando Brasil) tras empatar 2 a 2 en un partido jugado en la cancha de Boca, provocando una ola de honda tristeza en la afición futbolística.
La voz de un protagonista: Alberto Rendo (integrante de aquel equipo)
Testimonio de Ernesto, un hincha que estuvo en el partido de 1969
Para el ejercicio de imaginación sólo basta pensar cómo vivirían esos días del Mundial de Sudáfrica la mayor parte de los argentinos, acostumbrados en esas ocasiones a una vida social trastocada: oficinas que se paralizan durante horas, bares que a cualquier hora del día se convierten en muestras de circos romanos, hogares que pasan a ser tribunas, emociones que explotan y se desperdigan sin cauces….
Por amor a la pelota… de plata. Pero esos vacíos que quedarían en la cotidianeidad no son los únicos baches que dejaría la ausencia argentina en el Mundial. Por muchos negocios y actividades relacionadas con el fútbol que quedarían truncos se perderían millones de dólares. Esto incluiría perjuicios para la AFA (Asociación del Fútbol Argentino), el mercado publicitario, los medios de comunicación, el turismo y el comercio, entre otros rubros.
Para muestra, nada mejor que revisar los números que dejó el último torneo que se celebró en Alemania en 2006.
La FIFA había establecido como premio para el ganador 18,4 millones de dólares. La Argentina, eliminada por el seleccionado alemán, igualmente obtuvo un premio consuelo nada desdeñable. La AFA cobró 8,7 millones de dólares, monto fijado para los equipos ubicados entre el 5° y 8° puestos.
Por aquel entonces, los canales de televisión también lamentaron la eliminación argentina, porque si el equipo hubiera llegado a la final del torneo hubieran sumado un ingreso de 50 millones de pesos.
El turismo sería otro rubro afectado. En 2006, 6000 argentinos viajaron a Alemania para seguir a su equipo, por lo que pagaron en promedio un paquete turístico de 6700 dólares por cabeza. Esto es alrededor de 40 millones de dólares.
En materia comercial, la venta de televisores aumenta en épocas de mundiales. Los números revelan que en 2006 se comericalizaron en total en el país 1.700.000 aparatos, 500.000 más que durante el año anterior, según fabricantes como BGH y Radio Victoria y comerciantes como Garbarino, Frávega, Rodó y Megatone. Ese aumento obedeció en gran parte al torneo de fútbol.
Una eliminación, incluso, puede influir en el corazón de las finanzas de un país: en los días previos al campeonato de Alemania, el ABN Amro había difundido un informe en el que se estimó que el país que ganara la Copa del Mundo obtendría un "bonus" de crecimiento del 0,7%. El dato se obtuvo sobre la base del promedio de los resultados económicos de los países que ganaron el Mundial en el año inmediatamente posterior a haberlo logrado.
Inclusión colectiva. Más allá de los perjuicios económicos, la frustración social y sus consecuencias dejarían huellas indudables. "La pertenencia futbolística a un conjunto nos ubica en una lógica colectiva, plural y diversa, que tiene en cuenta lo propio y lo ajeno; lo singular y lo plural; lo semejante y lo diferente ", explica Marcelo Halfon, psiquiatra especializado en deporte y miembro de APA (Asociación Psicoanalítica Argentina).
En ese sentido, su colega Ricardo Rubinstein plantea: "El fútbol en la Argentina sirve como espejo y/o modelo de identidad". También miembro de APA y director de la consultora deportiva SportMind, señala que por medio del proceso de identificación los hinchas encuentran en este deporte una distracción y un pasatiempo que les permite evadirse de la problemática de la vida cotidiana.
Es en este punto en el que las cosas no se pondrían nada bien si el seleccionado no se clasificara para el Mundial. "Es posible que muchos se sientan desilusionados y se depriman", advierte Rubinstein. "Lo que ocurre es que a la derrota del equipo argentino –explica- se la ve como una situación de espejo con lo que sucede en el país . Es como si se descargara la bronca de lo que pasa en otros ámbitos (la política, por ejemplo) en el futbolístico".
Mauricio Carini, Martín Castilla, Carlos Sanzol,
Ernesto Castrillón, Soledad Calvo, Fernanda Corbani
Redacción y producción multimedia
Para canchallena.com
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