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En la emisión del viernes de ESPN F90, Oscar Ruggeri se cruzó con el Bambino Pons y el Chavo Fucks en una discusión por la labor de los periodistas deportivos que cubren fútbol en la Argentina.
“¿Querés que hable del juego o que no hable del juego?”, increpó el Chavo al campeón mundial, y advirtió que su trabajo es “la información y hablar del juego, las dos cosas”.
“Mi laburo me demanda 24 por 7. Todo hago. Esta noche comento también, a las 21.30”, agregó, visiblemente enojado.
Ante esto, Ruggeri no se quedó callado: “Todo el día escucho en la tele que dicen, ‘estoy las 24 horas’, ¡Dale! ¿No comés, no dormís, no tenés relaciones con tu señora? Algo tomás entonces para estar todo el día despierto”.
“Mientras vos agarrás el barco y te vas por el brazo del río, yo hago Huracán-Lanús”, devolvió Fucks, sin vueltas. Ese comentario hizo que la situación escalara. Ruggeri disparó: “¿Y cual es tu problema que yo agarre el barco y me vaya al río? Mirá que lo tengo declarado, y lo tengo todo bien, eh”. “Yo no soy la AFIP, solo te digo”, siguió el Chavo.
Lejos de que se tranquilizaran, siguieron apostando a más. “Vos vivís en Nordelta también, no te hagas el humilde”, advirtió Ruggeri, a lo que Fucks contestó: “No me hago el humilde, pero yo laburo todo el día”.
“Veinte años me rompí el cul...”, dijo el exjugador. “Está bien, y yo cuarenta. ¿Y que tiene que ver que viva en Nordelta? Alquilo. Ahora volvamos a lo que estoy diciendo. Esta noche 21.30 comento Huracán-Lanús, y estuve laburando toda la mañana con eso. Yo me ocupo de mi laburo, esto no es joda. Yo defiendo mucho mi laburo y el de todos nosotros”, contestó el periodista.
“Pero dejen de versear, porque nadie trabaja 24 horas. El día tiene 24 horas. ¿Cómo hacen para estar todo el día trabajando?”, preguntó Ruggeri.
El clima de tensión se rompió cuando el conductor, Sebastián “Pollo” Vignolo, tomó la palabra y empezó a contar cuánto tiempo del día le insume dormir, comer, viajar al trabajo y otras acciones necesarias.
“Y si hay partido, trabajo 12 horas derecho. Feliz. Me encanta. ¿Vos me decís ir al río con vos o ir a relatar?”, dijo mirando a Ruggeri, que ya sabía la respuesta. “Relatar me gusta, me apasiona. Pero me gustaría ir a pescar algún día. ¿Cuándo vamos a pescar?”, remató, con un tono de humor para zanjar el ida y vuelta.