Los All Blacks agigantan su leyenda: el mejor equipo de la historia, en el mejor Mundial de la historia

LONDRES.- El mejor Mundial de la historia no merecía otro ganador que el mejor equipo de la historia. Si había discusión sobre si merecía ese rótulo, Nueva Zelanda la dejó atrás ganando de manera tan brillante como contundente la copa Webb Ellis en Inglaterra 2015.

Con triunfo 34-17 ante Australia en la final Nueva Zelanda se convirtió en el primer seleccionado en coronarse campeón mundial por tercera vez y el primero en lograrlo de manera consecutiva. Además, los All Blacks ganaron su primer título fuera de su país, ya que sus anteriores conquistas, tanto en 1987 como en 2011, habían sido de local.

Nada menos que Twickenham, la Catedral del rugby, fue testigo de tamaño logro. Los All Blacks demostraron estar un escalón por encima del resto. Por individualidades, por destrezas, por defensa, por estrategia, por coraje, por todo. Es difícil encontrar un aspecto del juego en que un equipo sea superior.

Claro que el camino a ser el mejor de todos los tiempos no se limita a siete partidos. El camino a la cima empezó con la conquista del Mundial pasado, cuando cortaron una racha de 24 años sin levantar el trofeo máximo. Desde el debut en aquel certamen ante Tonga hasta la reciente final, Nueva Zelanda ganó 56, empató dos y perdió sólo tres de los 61 partidos que disputó. Una escalofriante efectividad del 93,44%.

Lo más significativo es que este logro llega en el momento de mayor auge del rugby en el mundo. Si hay un equipo que le puede disputar a estos All Blacks el mote de mejor equipo de la historia son los propios All Blacks de 1987. Pero el rugby creció mucho desde entonces. Nuevos seleccionados, como la Argentina, se mezclan entre las potencias. Inglaterra 2015 fue el Mundial más parejo. Hoy son apenas un puñado los equipos a los que se puede golear casi sin esfuerzo. El nivel subió, pero Nueva Zelanda está más arriba que nunca.

Inglaterra 2015 también fue el mejor Mundial de la historia en cuanto al juego. Tras Nueva Zelanda 2011 la IRB introdujo una serie de cambios que propiciaron el rugby dinámico. Los equipos del sur (entre ellos los Pumas) fueron los que mejor se adaptaron. Un estilo que les calzó justo a los All Blacks, el equipo que mejor combina potencia con velocidad y habilidad. El rugby total.

Para ser el mejor equipo, Nueva Zelanda cuenta con los mejores jugadores. ¿Qué jugador de los All Blacks no es al mismo tiempo el mejor del mundo en su posición? Muy pocos. Richie Mc Caw y Dan Carter (jugando a los 33 años el mejor rugby de su vida) pueden reclamar, también, ser los mejores de todos los tiempos. Kieran Read, Brodie Retallick, Aaron Smith, Ma’a Nonu, Conrad Smith, Julian Savea… nombrar a alguno sería injusto con el resto. Basta mencionar, a modo de ejemplo, que Sonny Bill Williams y Beauden Barrett, dos suplentes, definieron la final ante Australia.

Además, por supuesto, tienen a un genio detrás como Steve Hansen, que en 2011 era asistente de Graham Henry. La forma en que dieron vuelta el partido adverso ante los Pumas, la forma en que anularon (o casi) a David Pocock dan cuenta de ello. Y a su lado, Ian Foster es un genio en el plan ofensivo.

La conquista marcó el fin de ciclo para varios jugadores emblemáticos. Carter, Nonu y Conrad Smith seguirán su carrera en Europa. Richie McCaw y Keven Mealamu dejan el rugby. Pero el sistema de los All Blacks es tan perfecto que viene preparando el recambio hace rato. Nehe Milner-Skudder, Sam Cane, Malakai Fekitoa, Barrett auguran un futuro igual de exitoso.

En el mejor Mundial de la historia, Nueva Zelanda demostró ser el mejor equipo de la historia. Twickenham los consagró.

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